Los posibles contendientes demócratas de 2028 caminan en una línea muy delicada: impulsar la reelección de Biden mientras allanan el camino para sus propias candidaturas presidenciales.
Los posibles contendientes demócratas para el 2028 ya están sentando las bases para una potencial reelección del presidente Joe Biden en el 2024. Figuras como Gavin Newsom, Ro Khanna, Josh Shapiro, Gretchen Whitmer, Mark Kelly y Pete Buttigieg están caminando por una línea delicada, tratando de apoyar a Biden al mismo tiempo que se posicionan para sus propias aspiraciones presidenciales. El desafío para estos demócratas en ascenso es demostrar lealtad a Biden mientras evitan dar la impresión de tener ambiciones personales. Sin embargo, su presencia sirve como un recordatorio de que los votantes están ansiosos por una alternativa más joven al Biden de 81 años. Los asesores de Biden están observando de cerca sus acciones, esperando que sus esfuerzos por hacer campaña a favor de él les ganen el favor de los líderes y donantes demócratas, potencialmente dándoles una ventaja en la carrera del 2028. Mientras tanto, estas estrellas en ascenso están dejando su huella al defender el historial de Biden, promover proyectos de infraestructura y construir conexiones. Deben esperar pacientemente a que llegue su momento, pero es un juego de espera que requiere movimientos estratégicos y cálculos cuidadosos.
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Los posibles contendientes demócratas para el 2028 ya están tomando medidas para impulsar las posibilidades de reelección del presidente Joe Biden en el 2024. El gobernador de California, Gavin Newsom, el representante Ro Khanna, el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, el senador de Arizona, Mark Kelly, y el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, se encuentran entre aquellos que intentan navegar la delicada tarea de promover a Biden mientras se posicionan para sus propias posibles candidaturas presidenciales.
Para estos demócratas emergentes, es un acto de equilibrio complicado. Deben mostrar lealtad a Biden y vender su presidencia a los votantes, al tiempo que evitan la percepción de que están buscando su propio futuro político. El desafío se intensifica por el hecho de que su presencia sirve como recordatorio de que los votantes están ansiosos por una alternativa más joven a Biden, quien tendrá 81 años en 2024.
Los colaboradores de Biden están monitoreando de cerca las acciones de estos posibles contendientes, alentándolos a hacer campaña por Biden y asegurar el respaldo clave y el apoyo financiero. Aquellos que tengan más éxito en ayudar a Biden a asegurar la reelección probablemente ganarán el favor de los líderes y donantes demócratas, lo que les dará una ventaja en la carrera del 2028.
Mientras tanto, estas estrellas en ascenso ya están dejando sentir su presencia. Ya sea que Newsom defienda el historial de Biden en el escenario del debate o Buttigieg promueva proyectos de infraestructura en todo el país, están encontrando formas de elevar sus perfiles y construir conexiones. Si bien pueden estar ansiosos por tener su propia oportunidad de ser presidente, deben navegar por el panorama político actual y esperar pacientemente hasta que llegue su momento. Es un juego de espera, pero que requiere movimientos estratégicos y cálculos cuidadosos.