El quinto mandato de Putin se avecina en medio de la crisis de Ucrania: las próximas elecciones en Rusia plantean interrogantes sobre la guerra y la movilización.
Rusia se está preparando para su primera elección presidencial desde la invasión de Ucrania, con la expectativa de que Vladimir Putin se postule para otro mandato. En un país donde los líderes de la oposición son exiliados o encarcelados y el aparato electoral está controlado por el Kremlin, los críticos cuestionan el propósito de la elección. Sin embargo, incluso una apariencia de legitimidad electoral ayudaría a Putin a sobrellevar una crisis doméstica, en caso de que surgiera una. La guerra en Ucrania agrega incertidumbre a la situación, ya que aumentan las preocupaciones sobre la posibilidad de una mayor movilización de soldados. Como resultado, el Kremlin ha estado desviando la atención de la guerra al centrarse en otros temas.
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En marzo, Rusia llevará a cabo su primera elección presidencial desde la invasión de Ucrania, y se espera ampliamente que Vladimir Putin se postule para otro mandato. En el sistema político autoritario de Rusia, siempre se informa que Putin gana por amplio margen, y ha estado en el poder como presidente o primer ministro desde 1999. La elección adquiere más importancia esta vez debido al telón de fondo de la guerra en Ucrania, ya que está directamente relacionada con la estrategia de guerra de Putin para 2024. La pregunta sigue siendo si ordenará una nueva movilización de soldados después de asegurar su quinto mandato como líder ruso. La guerra y la movilización son cada vez más impopulares, lo que genera ansiedad en las personas.
Los críticos cuestionan el propósito de una elección presidencial en un país en guerra donde la mayoría de los líderes de la oposición han sido exiliados o encarcelados, y el aparato electoral está controlado por el Kremlin. Sin embargo, incluso una apariencia de legitimidad electoral ayudaría a Putin a enfrentar una crisis interna, en caso de que surja alguna. Rusia modificó su Constitución para permitir que Putin se postule por quinta vez al reiniciar su límite de mandatos. Se espera que otros candidatos se postulen, incluidos representantes de los partidos Comunista y Liberal Democrático con inclinaciones nacionalistas, así como la posibilidad de un candidato liberal que haga campaña contra la guerra en Ucrania. Sin embargo, la probabilidad de que alguien desafíe a Putin y se le permita participar en la carrera es escasa.
La guerra en Ucrania añade un nuevo elemento de incertidumbre a la elección. La situación militar de Rusia ha causado ansiedad entre la población rusa, con preocupaciones de que pueda requerir otra ronda de movilización. Una encuesta reciente mostró que, por primera vez desde el inicio de la guerra, más rusos dijeron que apoyaban las negociaciones que la continuación del combate armado. El Kremlin es consciente de este cambio de ánimo y se ha centrado en otros temas, como el desarrollo de infraestructuras, para desviar la atención de la guerra. Antes de la campaña presidencial, el estado ruso ha organizado exposiciones y concursos para crear una imagen positiva del gobierno de Putin y demostrar que todo va bien. Putin disfruta de la exhibición pública de su trabajo y del amor de la gente hacia él.
En conclusión, la próxima elección presidencial en Rusia tiene importancia al ser la primera desde la invasión de Ucrania. Aunque se espera que Vladimir Putin asegure otro mandato, la guerra en Ucrania ha añadido incertidumbre a la situación. La elección permite a Putin mantener su legitimidad y demostrar el apoyo público a su liderazgo. Sin embargo, la guerra y la posibilidad de movilización de soldados son cada vez más impopulares, generando ansiedad en la población. El Kremlin es consciente de esto y ha estado desviando la atención de la guerra al centrarse en otros temas.