Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un informe presentado hoy en colaboración con la Real Academia de Gastronomía, KPMG ha revelado la magnitud y el impacto del sector gastronómico en la economía española. Con un peso del 27,4% del valor añadido bruto (VAB), la gastronomía representa una suma significativa que alcanza casi 375.000 millones de euros. Este sector no solo abarca a chefs y restaurantes, sino que se extiende a un ecosistema completo que incluye la producción agrícola, ganadería, pesca, la industria de alimentos y bebidas, así como la distribución y la hostelería. El estudio destaca que la contribución directa al VAB de la gastronomía es de más de 211.100 millones de euros, mientras que la contribución indirecta asciende a 163.449 millones. Este enfoque integral permite vislumbrar la interconexión de diversos sectores que, en conjunto, sostienen una de las industrias más dinámicas de España. La hostelería, por ejemplo, representa más del 43% del total, un dato que resalta la importancia de los restaurantes y bares en la economía local. El informe también revela que hay más de 700.000 empresas operando en alguno de los eslabones del sector gastronómico, constituyendo más del 20% del tejido empresarial en España. Esto pone de relieve la relevancia del sector no solo desde un punto de vista económico, sino también en términos de empleo y desarrollo empresarial. En total, se generan más de 7 millones de empleos, lo que equivale al 37% del mercado laboral nacional, un dato que evidencia la capacidad del sector para absorber mano de obra en diversos oficios. La recuperación del sector tras la pandemia es otro de los puntos destacados por KPMG. Según el informe, la contribución socioeconómica de la gastronomía ha crecido de manera significativa en los últimos años, recuperando casi todos los niveles de su impacto previo a la crisis del COVID-19. En 2023, la contribución directa al VAB se sitúa en un 15,4%, muy similar al 15,5% de 2019. Sin embargo, el sector sigue enfrentando desafíos, especialmente en lo que respecta a la escasez de personal. El informe también menciona un panorama laboral diverso, que incluye desde ganaderos, agricultores y pescadores hasta chefs y camareros, reflejando la variedad de oficios que contribuyen al ecosistema gastronómico. Este vasto espectro de profesiones no solo es vital para la producción y el servicio, sino que también marca la relevancia de productos locales, como el aceite de oliva y el jamón ibérico, que son pilares de la gastronomía española. Además del impacto económico, el informe resalta la proyección internacional de la gastronomía española. Restaurantes como Disfrutar, Etxebarri y DiverXO han logrado posicionarse entre los mejores del mundo, un reconocimiento que pone de manifiesto la excelencia y creatividad de los chefs españoles. Este reconocimiento global no solo enriquece la cultura gastronómica del país, sino que también atrae a turistas en busca de experiencias culinarias únicas. El turismo gastronómico se ha convertido en una palanca clave para la economía española, con el gasto en gastronomía de turistas internacionales superando los 17.000 millones de euros en 2023, un incremento del 24% en comparación con los niveles previos a la pandemia. Este crecimiento del gasto medio per cápita en gastronomía resalta el papel central que juega la oferta culinaria en la atracción de visitantes. Por otro lado, las exportaciones de alimentos y bebidas han alcanzado un récord histórico de 66.796 millones de euros en 2023, lo que demuestra la creciente demanda internacional de productos españoles. Estas cifras reflejan un aumento notable en la última década, consolidando al sector gastronómico como el tercer mayor exportador de la economía española. El informe de KPMG concluye que la gastronomía es un sector clave para la economía española, no solo por su contribución económica directa e indirecta, sino también por su capacidad para generar empleo y atraer turismo. A medida que el sector se recupera y se adapta a las nuevas realidades, parece estar bien posicionado para continuar su función como motor económico y cultural del país. Las instituciones y los actores del sector tendrán ahora la oportunidad de utilizar estos datos para fortalecer aún más un ecosistema que ya es fundamental para el bienestar y la identidad española.