Fallo en suministro de combustible causa tragedia del Boeing 787 de Air India

Fallo en suministro de combustible causa tragedia del Boeing 787 de Air India

El accidente del vuelo AI171 entre Ahmedabad, en el oeste de India, y Londres dejó 260 fallecidos.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Mundo 13.07.2025

Un informe preliminar de la Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos de la India (AAIB) ha revelado que un fallo en el suministro de combustible fue la causa principal del trágico accidente del Boeing 787-8 Dreamliner de Air India, que tuvo lugar el pasado 12 de junio. Este siniestro, que dejó un saldo de 260 muertos, entre los que se encontraban 242 personas a bordo y 18 en tierra, ocurrió minutos después del despegue del vuelo AI171 de Ahmedabad a Londres, al impactar contra un albergue cercano al BJ Medical College, justo al lado del aeropuerto.


Al enterarse del accidente, la AAIB no tardó en actuar, desplegando un equipo de cinco oficiales al lugar del siniestro el mismo día del accidente. A este grupo se sumaron tres funcionarios de la Dirección de Seguridad Aérea de la DGAC, quienes colaboraron en la recolección de pruebas y en el desarrollo de las investigaciones pertinentes. La magnitud de la tragedia ha conmocionado al país y ha llevado a un examen exhaustivo de los protocolos de seguridad aérea.


El informe detalla que, según los datos recuperados de las cajas negras, los interruptores de corte de combustible de ambos motores fueron activados casi simultáneamente solo tres segundos después de que el avión despegara. Esta acción dejó a la aeronave sin propulsión, provocando una rápida pérdida de altitud que resultó fatal. La información desvela momentos críticos en la cabina, donde uno de los pilotos cuestionó al otro sobre el corte del suministro de combustible, recibiendo como respuesta que no había sido una decisión deliberada.


El análisis de las grabaciones de voz indica que, tras el corte, los interruptores se devolvieron a su posición de funcionamiento para intentar reiniciar los motores. Sin embargo, este intento llegó demasiado tarde, ya que el avión ya había descendido de manera crítica. La situación se tornó desesperada cuando, poco después del intento de reactivación, uno de los pilotos emitió un angustiante mensaje de emergencia: “MAYDAY, MAYDAY, MAYDAY”. A pesar de los intentos del controlador aéreo por establecer contacto, fue incapaz de recibir respuesta y vio cómo el avión se estrellaba a la distancia.


Entre los 242 ocupantes del vuelo se encontraban ciudadanos de diversas nacionalidades, incluyendo 169 indios, 53 británicos, siete portugueses y un canadiense. La diversidad de las víctimas ha resaltado la naturaleza global de la tragedia y ha generado un duelo colectivo que trasciende fronteras. La comunidad internacional se ha unido en la expresión de condolencias y en la demanda de respuestas sobre las circunstancias que llevaron a este accidente.


El informe preliminar, sin embargo, se ha enfrentado a críticas por no atribuir responsabilidades ni ofrecer conclusiones definitivas sobre las causas del siniestro. A pesar de las evidencias recopiladas, se señala que los interruptores de corte de combustible están diseñados para evitar activaciones accidentales, ya que se encuentran en la consola central de la cabina, protegidos por un mecanismo de seguridad. Esta observación ha planteado interrogantes sobre el diseño y la ergonomía de los controles en la cabina, así como la formación y la supervisión del personal de vuelo.


La tragedia de Air India no solo ha puesto de relieve las fallas en la operación de un vuelo comercial, sino que también ha suscitado un llamado a la revisión de los protocolos de seguridad y a la necesidad de una mayor transparencia en los procesos de investigación. En un momento en el que la industria de la aviación se esfuerza por recuperar la confianza del público, este accidente representa un duro golpe y una oportunidad para aprender lecciones cruciales.


La investigación continúa en marcha, y se espera que los hallazgos finales arrojen más luz sobre lo ocurrido. En paralelo, las autoridades indias han prometido revisar los estándares de seguridad y asegurar que eventos de esta magnitud no se repitan en el futuro. La memoria de las víctimas, además, debe ser honrada mediante un compromiso renovado con la seguridad en la aviación, que garantice la vida de todos los pasajeros y miembros de la tripulación.


A medida que se desvelan más detalles sobre esta tragedia, la comunidad global sigue atenta a los avances de la investigación, con la esperanza de que las lecciones aprendidas puedan prevenir futuros desastres aéreos. En momentos como este, es fundamental recordar la importancia de la seguridad en el aire y la responsabilidad que tienen las aerolíneas de mantener los más altos estándares operativos para proteger la vida humana.

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