Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La tensión y la incertidumbre se han apoderado de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) en medio de la controversia por la localía del partido contra Chile, programado para el 15 de noviembre en el marco de las Eliminatorias al Mundial 2026. La reciente detención de Agustín Lozano, presidente de la FPF, por presuntos vínculos con una organización criminal, ha exacerbado el ambiente ya tenso en la Videna, donde las decisiones se ven empañadas por la falta de claridad y dirección. Sin embargo, el principal foco de preocupación ahora gira en torno a la elección del estadio, un tema que ha desatado críticas y malestar desde los más altos niveles del fútbol peruano. El Estadio Nacional de Lima ha sido tradicionalmente la sede de los partidos de la selección, un recinto que evoca pasión y fervor entre los aficionados. Sin embargo, el Gobierno ha decidido trasladar este encuentro al Estadio Monumental, alegando la necesidad de garantizar la seguridad durante la celebración del APEC, el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, que tendrá lugar en la misma ciudad. Esta resolución ha tomado por sorpresa a la FPF, que había hecho planes logísticos anticipados para el uso del Nacional. Juan Carlos Oblitas, director general de la FPF, no ha escondido su frustración ante esta decisión gubernamental. Durante una reciente conferencia de prensa, manifestó su desconcierto sobre cómo, a menos de dos semanas del partido, las autoridades pueden ofrecer garantías en un estadio y no en otro. "Si dan garantías en el Monumental, no entiendo por qué no pueden darlas en el Nacional. Es todo muy extraño", expresó Oblitas, reflejando el sentir de muchos aficionados y miembros del equipo. Oblitas subrayó que la realización del APEC era un hecho conocido desde hace tiempo y que la FPF había tomado las precauciones necesarias para adaptarse a esta situación. “Hace un año sabíamos que se desarrollaba la APEC. Hicimos todo para cambiar, pensando que iríamos al Nacional. Y ahora, una semana antes, no nos dan las garantías; es una cosa insólita”, afirmó, haciendo hincapié en el descontento por la falta de previsión por parte de las autoridades. La historia reciente también juega un papel en esta controversia. Oblitas recordó que en ediciones pasadas del APEC, no hubo problemas para llevar a cabo partidos de eliminatorias en el Estadio Nacional. Esto refuerza la percepción de que la decisión tomada en esta ocasión carece de lógica y consistencia. “En la anterior APEC se jugó las Eliminatorias y no pasó absolutamente nada. Es un tema que pedimos encarecidamente reconsiderar”, añadió, haciendo eco del clamor de una afición que ve al Nacional como la verdadera casa de la selección. Mientras tanto, el tiempo se agota y el partido contra Chile se acerca rápidamente. Será un encuentro crucial para ambas selecciones, que buscan asegurar puntos en su camino hacia el Mundial. La presión sobre el equipo y el cuerpo técnico aumenta, no solo por la relevancia del duelo, sino también por la incertidumbre en torno a la sede del encuentro. Oblitas y su equipo esperan que las autoridades reconsideren su decisión, permitiendo que el partido se juegue en el Estadio Nacional, donde la conexión con los aficionados es palpable y la historia se siente en cada rincón. Este 'Clásico del Pacífico' no solo es un enfrentamiento deportivo, sino también un símbolo de la identidad nacional. La selección peruana ha sabido construir una narrativa de lucha y superación que resuena con los hinchas, quienes consideran el Estadio Nacional como su fortaleza. Oblitas, así como los jugadores, han expresado su deseo de jugar en el recinto que tradicionalmente ha sido su hogar, apelando a un sentido de pertenencia que va más allá de lo futbolístico. El próximo 19 de noviembre, Perú se enfrentará a la selección argentina en un duelo que promete ser aún más desafiante. La Albiceleste, actual campeona del mundo, representa un obstáculo formidable, y la presión de enfrentar a dos grandes rivales en tan poco tiempo añade una capa adicional de desafío. La situación actual en la FPF y la incertidumbre sobre la localía solo complican más las cosas en un calendario que ya es exigente por sí mismo. En resumen, la controversia sobre la localía del partido contra Chile pone de manifiesto la necesidad de una coordinación más efectiva entre las autoridades deportivas y gubernamentales. La pasión de los aficionados y el legado de la selección peruana están en juego, y es crucial que se tomen decisiones que respeten tanto la seguridad como la historia del fútbol en el país. Con el reloj corriendo, los protagonistas del fútbol peruano esperan que la cordura impere y que la selección pueda jugar en su verdadero hogar: el Estadio Nacional.