Europa toma la delantera en la Ryder Cup con un sólido 3-1 en Nueva York

Europa toma la delantera en la Ryder Cup con un sólido 3-1 en Nueva York

Ryder Cup 2025: Europa frente al rugido estadounidense

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Política 27.09.2025

La Ryder Cup, uno de los eventos más emblemáticos del golf mundial, ha dado inicio en el campo de golf Bethpage Black, en Nueva York, con un arranque contundente del equipo europeo. Al término de la sesión matinal de la primera jornada, Europa se encuentra en una cómoda posición, liderando el marcador con 3 puntos a 1. Este inicio potente ha sido particularmente celebrado por los seguidores del golf, quienes ven en Jon Rahm, el golfista español, a una de las grandes esperanzas para mantener la ventaja en el torneo.


La llegada del presidente estadounidense, Donald Trump, al campo de golf fue un evento en sí mismo. A su llegada, alrededor de las 12.00 horas, fue recibido con una gran ovación del público, que no tardó en corear "USA, USA, USA" en apoyo al equipo anfitrión. Trump, un conocido aficionado al golf, se mostró esperanzado y motivado, afirmando que su presencia tenía como objetivo animar a los jugadores de su país. “Tenemos que volar hacia allí y ayudarlos”, declaró a los medios, dejando claro su deseo de infundir energía al equipo estadounidense.


Este torneo, que enfrenta a los mejores golfistas de Europa y Estados Unidos, es conocido no solo por su competitividad, sino también por la pasión que despierta en los aficionados. La sesión de la tarde comenzó con la participación de Rahm, quien se unió al austríaco Sepp Straka en un formato de fourball, donde cada jugador juega su bola y se premia la mejor. La estrategia del equipo europeo consiste en mantener la ventaja y aprovechar el momento favorable que han cosechado hasta ahora.


La figura de Jon Rahm es fundamental en este contexto. El golfista, quien ha demostrado un gran rendimiento en torneos anteriores, lidera a un equipo que busca revalidar el título obtenido hace dos años en Roma. Sin embargo, este año el desafío es mayor, ya que se disputa en territorio estadounidense, y más aún en el siempre complicado escenario de Nueva York. Las expectativas son altas y la presión se siente en el aire, tanto para los jugadores como para los aficionados.


Por su parte, el capitán del equipo europeo, Luke Donald, tiene la tarea de mantener la cohesión y el enfoque entre sus jugadores. Con Rahm y el norirlandés Rory McIlroy como pilares del equipo, la estrategia será esencial para enfrentar a un grupo estadounidense que no se dejará amedrentar fácilmente en su propia casa. Este equipo de Estados Unidos, capitaneado por Keegan Bradley, busca recuperar la Copa Ryder, un trofeo que no han levantado desde 2016, y que ha sido objeto de deseo durante años.


Las palabras de Bradley sobre la presencia de Trump reflejan la importancia que el apoyo del presidente tiene para el equipo y sus seguidores. “Tener al presidente apoyándonos es algo absolutamente increíble”, comentó en la víspera del evento, resaltando el impacto emocional que esta figura puede tener en el rendimiento de los jugadores. La motivación y el respaldo del público son factores que pueden influir en el desempeño en el campo, y el ambiente en Bethpage Black se siente electrizante.


La historia de la Ryder Cup está llena de momentos memorables, y uno de los más recordados es el "milagro de Medinah" en 2012, donde Europa logró una remontada épica en el último día. Este recuerdo pesa en la mente de los aficionados y jugadores, quienes saben que en el golf, una sola ronda puede cambiar el rumbo del torneo. La presión de competir en un entorno hostil, como es el de Nueva York, agrega una capa adicional de desafío para los europeos.


A medida que avanza el torneo, todas las miradas están puestas en los duelos individuales que se llevarán a cabo en las próximas sesiones. La capacidad de cada jugador para rendir bajo presión será crucial para el desarrollo del torneo. Europa, con su ventaja inicial, se siente confiada, pero sabe que la lucha está lejos de terminar. Con cada golpe, la tensión y la emoción aumentan, y la expectativa por ver quién se alzará con la victoria en esta edición de la Ryder Cup es palpable.


Las próximas horas serán decisivas. Tanto Europa como Estados Unidos se preparan para lo que promete ser un enfrentamiento épico. La Ryder Cup no solo es un torneo de golf; es un espectáculo que une a los aficionados y que, a través del deporte, despliega una narrativa de rivalidad, pasión y superación. Mientras Trump observa desde la primera fila, la historia se va escribiendo en cada hoyo, y el destino de la Copa Ryder pende de un hilo entre dos grandes equipos que buscan consagrarse en la historia del golf.

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