El boxeo regresa a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 tras un cambio histórico

En un giro decisivo para el futuro del boxeo en el ámbito olímpico, la 144 Sesión del Comité Olímpico Internacional (COI) ha ratificado por unanimidad la inclusión de este deporte en el programa de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Esta votación no solo representa un momento de celebración para los amantes del boxeo, sino que también pone fin a una controversia que había llevado a su exclusión temporal de la cita olímpica. El boxeo, una disciplina con una rica historia en los Juegos Olímpicos, ha estado presente desde 1904 en las categorías masculinas y desde 2012 en las femeninas. Sin embargo, su estatus fue cuestionado debido a la inhabilitación de la Federación Internacional de Boxeo (IBA), que había sido objeto de críticas por problemas de gobernanza y transparencia. La intervención del COI fue necesaria para restablecer el orden en este deporte, y el reconocimiento provisional de la nueva federación, World Boxing, ha sido clave para la readmisión del boxeo en Los Ángeles. Karl Stoss, presidente de la Comisión del Programa Olímpico del COI, defendió la inclusión del boxeo en la asamblea, subrayando que la nueva organización ha cumplido con los requisitos de gobernabilidad necesarios para participar en el evento. Hasta la fecha, World Boxing cuenta ya con 88 federaciones afiliadas, lo que refleja un sólido respaldo global y un compromiso renovado hacia este deporte, que abarca alrededor de 500,000 púgiles registrados en todo el mundo. La situación anterior con la IBA había obligado al COI a asumir la organización de los torneos preolímpicos y olímpicos para Tokio 2020 y París 2024, una carga que el organismo olímpico no estaba dispuesto a repetir en 2028. La decisión de excluir el boxeo del programa hasta que se estableciera una nueva federación muestra la seriedad con la que el COI aborda la gobernanza en los deportes olímpicos. Un aspecto crucial que emerge de esta decisión es que las federaciones nacionales que no se alineen con World Boxing, como es el caso de la española que aún apoya a la IBA, se enfrentarán a la imposibilidad de participar en los Juegos. Esto supone un gran desafío para los boxeadores de países que no se adapten a la nueva estructura, abriendo un debate sobre el futuro de estos atletas y sus oportunidades de competir en el escenario olímpico. El presidente saliente del COI, Thomas Bach, deja un legado importante con esta decisión, ya que aborda una de las preocupaciones más persistentes de su mandato. Su sucesor, quien será elegido en cuestión de horas, ingresará a su nuevo rol con la certeza de que el boxeo tiene un camino claro hacia 2028, permitiendo una transición más fluida y menos conflictiva en el ámbito olímpico. El ambiente en la sala durante la votación fue de palpable emoción, especialmente para el presidente de World Boxing, el neerlandés Boris van der Vorst, quien tuvo la oportunidad de agradecer a los miembros de su federación por su apoyo. Su presencia en este momento histórico no solo simboliza un nuevo comienzo para el boxeo, sino que también representa la esperanza de un futuro más estable y organizado para el deporte en la comunidad olímpica. La inclusión del boxeo también resalta la importancia de la adaptación y la evolución en un contexto deportivo que está en constante cambio. A medida que el mundo del deporte se enfrenta a desafíos de gobernanza y ética, la creación de nuevas estructuras como World Boxing puede ser vista como una respuesta necesaria a estos problemas, asegurando que el boxeo mantenga su lugar en el corazón de los Juegos Olímpicos y en la cultura deportiva global. De esta manera, el boxeo se reinstala en el programa olímpico no solo como un deporte, sino como un símbolo de superación y resiliencia. Los preparativos para Los Ángeles 2028 prometen ser apasionantes y el mundo del boxeo ahora tiene la oportunidad de brillar con fuerza en el escenario olímpico, uniendo a los pugilistas de todas partes del mundo en una celebración del talento y la dedicación.