
Juan Brignardello Vela
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En un partido que coronó al Chelsea como campeón de la Copa de la Liga Femenina, el enfoque se desvió del emocionante juego en sí hacia la calidad del campo en el Pride Park del Derby County. La entrenadora del Chelsea, Sonia Bompastor, planteó un punto crítico sobre la condición de la superficie de juego, cuestionando si un campo así sería tolerado en el fútbol masculino. El sábado, el Chelsea superó al Manchester City 2-1, asegurando el primer trofeo de la temporada. Sin embargo, la celebración se vio ensombrecida por las preocupaciones sobre el campo, que muchos describieron como irregular, desgastado y arenoso. Después del partido, la mediocampista del Chelsea, Erin Cuthbert, expresó su insatisfacción, afirmando: "No creo que la superficie fuera adecuada para una final". Bompastor compartió sus sentimientos, expresando su decepción de que una final se jugara en una superficie tan comprometida. “Es un poco lamentable tener este campo para una final, especialmente cuando se espera que Inglaterra tenga los mejores campos del mundo”, comentó, enfatizando la necesidad de mejores instalaciones y cuestionando si se aceptarían estándares similares en las competiciones masculinas. El lugar, anunciado como anfitrión de la final en diciembre, fue elegido en parte por su capacidad para mantener un campo de alta calidad durante los meses de invierno. Sin embargo, fuentes han indicado que la responsabilidad del mantenimiento del campo recae en el club anfitrión. En la antesala de la final, Pride Park había acogido dos partidos de Championship, lo que puede haber contribuido al deterioro de la superficie. Los árbitros tuvieron la oportunidad de evaluar el campo antes del partido, pero optaron por proceder según lo programado. El entrenador interino del Manchester City, Nick Cushing, notó la calidad del campo, sugiriendo que no era ideal, pero que los equipos debían adaptarse. Se mostró optimista al anticipar mejores condiciones en el Estadio Joie para sus próximos partidos. La capitana del Chelsea, Millie Bright, expresó su decepción respecto a la calidad del campo para un partido tan significativo. “Es decepcionante llegar a las finales y estar en un campo de esa calidad”, dijo. Su compañera defensiva, Nathalie Bjorn, también destacó los efectos negativos en el juego, afirmando que la superficie afectó su toque y rendimiento durante todo el partido. Los comentarios sobre el campo no se limitaron a jugadores y entrenadores; las exinternacionales inglesas Ellen White y Fara Williams criticaron las condiciones de juego durante una transmisión, reforzando la noción de que el campo desempeñó un papel fundamental en la calidad general del partido. A medida que Chelsea y Manchester City se preparan para enfrentarse varias veces en los próximos días, incluido en un cuartos de final de la Liga de Campeones, los problemas planteados sobre el campo pueden servir como un catalizador para discusiones sobre las instalaciones en el fútbol femenino. La esperanza sigue siendo que futuras finales se jueguen en superficies que reflejen el profesionalismo y el crecimiento del fútbol femenino, proporcionando un escenario adecuado para las atletas que muestran su talento.