Aumentan las preocupaciones a medida que jugadores de la Premier League dan positivo por sustancias prohibidas en secreto.

En una reveladora y preocupante noticia para el fútbol inglés, dos jugadores no identificados de la Premier League y la English Football League (EFL) dieron positivo por una sustancia prohibida durante la temporada 2023-2024, pero evitaron cualquier acción disciplinaria. Esta noticia llega tras la suspensión provisional del extremo del Chelsea, Mykhailo Mudryk, quien dio positivo por meldonium el pasado noviembre y aún no ha sido informado sobre el resultado de su caso. Según una solicitud de Libertad de Información presentada a la agencia británica antidopaje (UKAD), que supervisa los protocolos de pruebas, se realizaron un total de 606 pruebas en competición la temporada pasada, revelando que dos jugadores arrojaron muestras positivas. Esto sigue una tendencia en la que dos jugadores también dieron positivo por sustancias prohibidas durante la temporada anterior, lo que plantea interrogantes sobre la efectividad y el rigor de los controles antidopaje en el deporte. La confidencialidad que rodea la identidad de los jugadores y las sustancias específicas involucradas complica aún más la situación. UKAD no ha revelado por qué estos jugadores no enfrentaron sanciones, lo que ha llevado a especulaciones sobre las circunstancias que podrían absolver a los atletas de castigo tras un resultado positivo. Las regulaciones estipulan que los jugadores deben asumir plena responsabilidad por cualquier sustancia prohibida encontrada en su sistema, independientemente de la intención o del conocimiento. Curiosamente, el número de pruebas realizadas por UKAD ha disminuido significativamente, con un total de 2,176 pruebas llevadas a cabo en la Premier League, Championship, League One y League Two para la temporada 2023-24, frente a las 2,546 del año anterior. Esto representa una disminución del 11% en los esfuerzos antidopaje en un momento en que el escrutinio sobre la salud y la integridad de los atletas está en su punto más alto. La Asociación de Fútbol de Inglaterra (FA), que financia estos programas antidopaje, tranquilizó a las partes interesadas sobre su compromiso de mantener un deporte limpio. Enfatizaron su cumplimiento con la Política Nacional Antidopaje y señalaron la importancia de las estrategias de pruebas específicas. Un comunicado de la FA destacó la complejidad de las regulaciones antidopaje, señalando que un hallazgo analítico adverso no resulta automáticamente en una violación de las normas antidopaje. Los jugadores pueden proporcionar evidencia para exenciones de uso terapéutico o demostrar que las sustancias ingresaron a su sistema por medios permitidos. A pesar de los aparentes desafíos que enfrentan los organismos reguladores, los casos de dopaje en el fútbol de élite siguen siendo relativamente raros. El reciente regreso de Paul Pogba tras una suspensión de 18 meses resalta las complejidades involucradas en estos casos, subrayando aún más la necesidad continua de pruebas rigurosas y pautas claras para los jugadores. Mientras la comunidad futbolística lidia con estas revelaciones, la situación sirve como un recordatorio de la importancia de la integridad y la responsabilidad en el deporte. La ambigüedad que rodea los casos de los jugadores no nombrados plantea preguntas sobre el futuro de los esfuerzos antidopaje y la eficacia de los protocolos de prueba actuales, mientras los jugadores, clubes y organismos de gobierno navegan por esta cuestión sensible.