
Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.




Deportes 12.03.2025
El viaje de David Carle, desde un joven entusiasta del hockey en Anchorage, Alaska, hasta convertirse en uno de los prospectos de entrenamiento más destacados de la NHL, ha sido todo menos convencional. A sus apenas 35 años, Carle ya ha tenido un impacto significativo en el deporte, llevando el programa de hockey de la Universidad de Denver a un éxito sin precedentes y capturando campeonatos mundiales de hockey junior consecutivos con el equipo de EE. UU. Sin embargo, para Carle, entrenar en Denver es más que una carrera; es un llamado profundamente entrelazado con su historia personal y los valores familiares.
Creciendo, Carle aprendió el valor del trabajo duro a una edad temprana, ayudando a su padre, Bob, con la franquicia de KFC de la familia. Cortar verduras y limpiar cubos de envío sucios durante el verano le enseñó lecciones que resonarían a lo largo de su vida. Esas experiencias tempranas inculcaron una ética de trabajo basada en el compromiso y no solo en la ganancia monetaria. Como dice Matt Carle, el hermano de David y exdefensa de la NHL, "Se trataba de trabajar para aprender".
Sin embargo, el viaje de hockey de David enfrentó un grave contratiempo cuando fue diagnosticado con miocardiopatía hipertrófica justo antes del Draft de la NHL de 2008. La condición cardíaca terminó abruptamente con sus aspiraciones de jugar, pero le abrió la puerta a un nuevo camino. El entrenador de Denver en ese momento, George Gwozdecky, honró la beca de Carle, proporcionándole una base que apoyaría su transición de jugador a entrenador. "Creo que elegí la escuela correcta", recordó tras recibir la noticia de la beca.
Como entrenador asistente, Carle perfeccionó sus habilidades, ganándose el respeto por su aguda comprensión del juego y su capacidad para conectar con los jugadores. Sus primeros días como entrenador estuvieron marcados por una mezcla de trabajo arduo y un deseo de aprender. No fue hasta una conversación con un excompañero, Derek Lalonde, que Carle consideró verdaderamente el entrenamiento como una carrera viable. El aliento de Lalonde encendió una pasión por el coaching que solo ha crecido desde entonces.
Desde entonces, Carle ha tomado las riendas en Denver y ha transformado el programa en una potencia. Su estilo de entrenamiento equilibra la autoridad con un enfoque centrado en los jugadores, fomentando la confianza y la comunicación entre el equipo. Los jugadores aprecian su capacidad para escuchar y adaptarse, lo que ha llevado a un ambiente de equipo cohesivo y solidario. "Él tiene los intangibles", dice Jim Montgomery, exentrenador principal en Denver. "Detrás del banco, no se entusiasma demasiado ni se desanima demasiado".
Con los Pioneers ya ostentando diez títulos nacionales, no hay duda de su éxito, pero mantener ese nivel de excelencia no es tarea fácil. Carle es consciente de las presiones que conlleva el éxito y reconoce la importancia de construir sobre los logros pasados. "Mucho tiene que salir bien", reconoce. "El éxito pasado no predice el éxito futuro".
Si bien hay especulaciones sobre un inminente traslado a la NHL, Carle se mantiene firme en su compromiso con Denver. La universidad se ha convertido en un lugar de estabilidad y lealtad para él y su familia, y está claro que siente una profunda gratitud hacia la institución que lo acogió en un momento turbulento de su vida. "Es difícil irse", admite, reflexionando sobre los lazos que ha formado tanto con sus jugadores como con la comunidad.
A pesar de su éxito, Carle sigue siendo humilde y centrado en la mejora continua. Tiene la rara habilidad de mantener los objetivos del equipo en primer plano mientras también nutre el crecimiento individual entre los jugadores. Este enfoque dual no solo lo ha convertido en un entrenador exitoso, sino también en una figura querida en la comunidad del hockey de Denver.
A medida que persisten los rumores sobre oportunidades potenciales en la NHL, Carle está adoptando un enfoque medido hacia su futuro. Enfatiza la necesidad de encontrar una situación que se sienta bien, tanto personal como profesionalmente. "Si hay una oportunidad que cambie la vida, entonces tendría que escuchar", afirma, indicando que no se apresura a tomar una decisión.
Por ahora, Carle está contento de liderar a los Pioneers, equilibrando la vida familiar con una carrera que continúa floreciendo. Con una prometedora carrera de entrenador por delante y una vida familiar vibrante, es una prueba viviente de que a veces las mayores victorias no se miden solo en campeonatos, sino en las relaciones construidas y las vidas impactadas a lo largo del camino. A medida que navega por la encrucijada de la carrera y la realización personal, una cosa queda clara: David Carle es un nombre a seguir en el mundo del hockey, ya sea a nivel colegial o más allá.
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