De la NFL a los Grand Slams: El inspirador viaje de Reshard Langford en la enseñanza del tenis.

De la NFL a los Grand Slams: El inspirador viaje de Reshard Langford en la enseñanza del tenis.

Reshard Langford, un exjugador de la NFL, realiza una exitosa transición a la dirección técnica en tenis, impactando a estrellas como Madison Keys y Ben Shelton.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

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Deportes 10.03.2025
Durante dos semanas en enero, la comunidad del tenis estuvo atrapada en el torbellino del Abierto de Australia, con un enfoque particular en el viaje transformador de Madison Keys hacia su primer título de Grand Slam. Pero junto a su esposo y entrenador, Bjorn Fratangelo, se encontraba una figura inesperada: Reshard Langford, un exjugador de la NFL que ahora abraza una nueva vida en el mundo del tenis. Langford, quien dejó su huella como back defensivo en los Kansas City Chiefs, Detroit Lions y Philadelphia Eagles, ha realizado una transición notable del campo de fútbol al de tenis. Su viaje comenzó en 2018, cuando asumió por primera vez el papel de entrenador de fuerza y acondicionamiento en la Asociación de Tenis de los Estados Unidos (USTA). El mundo del tenis era un territorio nuevo para Langford, lo que lo llevó a sumergirse en la investigación y familiarizarse con la terminología única del deporte y sus sistemas de puntuación. A pesar de su curva de aprendizaje inicial, la dedicación y la perspicacia de Langford lo han llevado a trabajar con jugadores prominentes como Keys y el también estadounidense Ben Shelton. Su impacto no ha pasado desapercibido. Keys, quien recientemente levantó el trofeo de campeona en Melbourne, elogió a Langford por ser una parte vital de su equipo. En sus palabras, él la desafía física y mentalmente, empujándola a abrazar la vulnerabilidad mientras la inspira con su energía y compromiso. La presencia de Langford en el tenis es un testimonio de los diversos caminos que pueden tomar los atletas. Su entrada en el deporte refleja la de otros como Jason Stacy, quien pasó del Jiu-Jitsu brasileño a entrenar jugadores de tenis, o Gil Reyes, quien pivotó del baloncesto para entrenar a Andre Agassi. Tales narrativas destacan cómo la experiencia en un deporte puede traducirse en éxito en otro, a menudo de maneras inesperadas. Creciendo en Alabama y jugando fútbol universitario en Vanderbilt, el cambio de Langford de la NFL al tenis fue catalizado por una conexión con Brent Salazar, un exentrenador de fuerza que lo animó a explorar el recién creado puesto de director de rendimiento en la USTA. Langford descubrió rápidamente que los atletas de tenis poseen un nivel de fuerza y atletismo que superó sus suposiciones iniciales. En lugar de las figuras esbeltas que había imaginado, se encontró con jugadores increíblemente en forma y poderosos. En los últimos siete años en el circuito, Langford ha adaptado sus métodos de entrenamiento para satisfacer las demandas del tenis. Enfatiza la construcción de una "base atlética", asegurándose de que los jugadores puedan generar potencia explosiva mientras mantienen el equilibrio y la estabilidad durante los intensos intercambios. Diseña entrenamientos que imitan el ritmo único del deporte, incorporando intervalos de alta intensidad y recuperación para simular las condiciones de un partido. Tanto Keys como Shelton se han beneficiado del enfoque personalizado de Langford. Reconociendo los aspectos mentales de la competencia, los involucra en discusiones durante los entrenamientos, ayudándolos a procesar las presiones que enfrentan. Shelton, quien se convirtió en profesional en 2022, atribuye a Langford haber encontrado el equilibrio adecuado entre empujarlo en el entrenamiento y estar atento a sus límites. Su relación se basa en el respeto mutuo, con la humildad de Langford sirviendo como una fuerza estabilizadora para el joven jugador. La conexión de Langford con Keys va más allá del entrenamiento físico; comparten una comprensión común de los desafíos emocionales que acompañan la búsqueda de la excelencia atlética. Al empujar a Keys fuera de su zona de confort, particularmente durante el entrenamiento en temporada baja, su objetivo era construir su resiliencia para las presiones de los partidos de alto riesgo. Observar su calma durante momentos críticos en el Abierto de Australia fue una validación gratificante de su arduo trabajo y confianza mutua. A medida que Langford continúa navegando por las complejidades de los viajes de ambos jugadores, se mantiene agudamente consciente de las demandas físicas y mentales que definen el tenis. Sus percepciones obtenidas del fútbol proporcionan una perspectiva única sobre el deporte, enfatizando la importancia de la gestión del tiempo en la cancha. Así como en el fútbol, donde controlar la posesión es crucial, Langford ve paralelismos en el tenis, donde la capacidad de dictar el juego puede marcar la diferencia. Con el triunfo de Keys y la prometedora trayectoria de Shelton, está claro que la transición de Langford de jugador de la NFL a entrenador de tenis no solo es poco convencional, sino altamente impactante. A medida que continúa refinando su enfoque y profundizando su comprensión del deporte, Langford demuestra que la adaptabilidad y la pasión pueden llevar a un éxito notable, independientemente del campo de juego.
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