
Juan Brignardello Vela
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Deportes 03.03.2025
La liga de Rugby Femenino de la Premiership (PWR) en Inglaterra ha dado un salto significativo hacia adelante, gracias en gran parte a la estrella del rugby estadounidense Ilona Maher. Conocida por su personalidad dinámica y su impresionante atletismo, Maher no solo ha cautivado a los aficionados, sino que también ha despertado un nuevo interés en el rugby femenino, contribuyendo a su crecimiento en un panorama semiprofesional que aún busca un patrocinador principal y premios en metálico para los campeones.
Durante su estancia de tres meses con los Bristol Bears, Maher aportó un nivel de visibilidad y emoción que nunca se había visto en la liga antes. Con más de 8.4 millones de seguidores en las plataformas de redes sociales, su influencia se sintió tanto dentro como fuera del campo. Su partido de debut en el estadio Ashton Gate rompió récords de asistencia para un partido independiente de la PWR, atrayendo a más de 9,000 aficionados, muchos de los cuales viajaron desde lejos solo para ver a la medallista de bronce en rugby seven de los Juegos Olímpicos de París.
No solo Maher destacó en su rendimiento, anotando cinco tries durante su tiempo en Bristol, sino que su presencia también ha tenido un efecto transformador en la marca del club y en las ventas de mercancía. Daisie Mayes, gerente general del equipo femenino de los Bristol Bears, señaló que el club vendió 293 camisetas con el nombre de Maher, con un aumento sin precedentes en las ventas de mercancía atribuido a su popularidad, incluyendo un notable incremento en los pedidos desde EE. UU. Los Bears, reconociendo el potencial del impacto de Maher, incluso reubicaron varios partidos para acomodar la alta demanda, enfatizando la creciente base de aficionados, que ahora incluye a aquellos que tal vez nunca antes se habían involucrado con el rugby femenino.
El poder de las redes sociales, que Maher navega con destreza, ha elevado el seguimiento en línea de los Bears de 22,000 a más de 100,000, superando a sus rivales e incluso a la cuenta oficial de la liga. Esta "Maher-manía" ha llevado a otros equipos dentro de la liga a intensificar sus esfuerzos en redes sociales, destacando un impulso colectivo hacia la modernización del deporte. La comentarista Stella Mills resumió acertadamente el sentimiento al decir: "Una marea creciente eleva todos los barcos", mientras la liga comienza a abrazar su potencial en la era digital.
La influencia de Maher va más allá de los simples números; ha fomentado una cultura de empoderamiento entre sus compañeras de equipo. Sarah Bern, una internacional de Inglaterra y una de las amigas cercanas de Maher, compartió cómo la presencia de Maher ha inspirado a ella y a sus compañeras a abrazar sus personalidades y a interactuar más con los aficionados. La confianza que infundió en el equipo llevó a iniciativas enfocadas en construir marcas personales y monetizar la presencia en redes sociales, alentando a las atletas a verse no solo como jugadoras, sino como figuras comercializables que pueden contribuir al crecimiento del deporte.
Incluso en momentos de adversidad, el compromiso de Maher de apoyar a su equipo brilló con fuerza. Después de sufrir una fractura en la nariz durante un partido, continuó presentándose para sus compañeras, demostrando su dedicación tanto dentro como fuera del campo. Su disposición a interactuar con los aficionados durante encuentros y su cautivadora personalidad la han convertido en una figura querida entre los seguidores, aumentando aún más la visibilidad del rugby femenino.
Aunque el tiempo de Maher en Inglaterra puede estar llegando a su fin mientras se prepara para regresar a EE. UU. para más contratos de patrocinio y apariciones en medios, su impacto está destinado a resonar en la comunidad del rugby durante años. La PWR se encuentra ahora en un momento crucial, con líderes como Genevieve Shore abogando por un futuro en el que las atletas femeninas puedan dedicarse a su deporte a tiempo completo. La influencia de Maher podría servir como un catalizador para este cambio, inspirando no solo a los aficionados, sino también a una nueva generación de jugadoras que llevarán su legado hacia adelante.
A medida que la liga se prepara para el Torneo de las Seis Naciones Femeninas y mira hacia la Copa del Mundo de Rugby, las contribuciones de Maher seguramente dejarán una huella indeleble. El deporte está al borde de una nueva era, impulsado por la emoción y el compromiso que ella ha inspirado, dejando claro que su tiempo en Inglaterra será recordado como un punto de inflexión en el rugby femenino.
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