Desentrañando el misterio detrás de las cadencias icónicas de los mariscales de campo en el fútbol profesional.

Desentrañando el misterio detrás de las cadencias icónicas de los mariscales de campo en el fútbol profesional.

Las icónicas cadencias de color y número de los mariscales de campo, arraigadas en la historia del fútbol, mejoran la comunicación y el ritmo en el campo, conectando a los jugadores con el pasado del juego.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Deportes 03.03.2025
En el mundo del fútbol profesional, el ritmo y el flujo de un juego a menudo dependen de los comandos aparentemente simples que emiten los mariscales de campo antes de cada jugada. Entre estos comandos, frases como "Blue 42" o "Red 80" se han convertido en icónicas, no solo como señales para los compañeros de equipo, sino como marcadores de la cultura del mariscal de campo en sí. Para muchos, los orígenes de estas combinaciones de colores y números siguen envueltos en misterio, pero llevan una importancia histórica que se remonta a las raíces mismas del juego. Tomemos a Tyler Bray, un mariscal de campo que se unió a los Kansas City Chiefs en 2013 como agente libre no reclutado. Enfrentado a la abrumadora tarea de dominar un extenso libro de jugadas y adaptarse al ritmo del nivel profesional, Bray pronto aprendió que encontrar una cadencia adecuada era tan crucial como sus habilidades en el campo. A diferencia de su experiencia previa en la Universidad de Tennessee, donde ejecutaba una ofensiva sin huddle basada en señales físicas, ahora estaba entrando en un sistema donde las señales vocales tenían peso. Los intentos iniciales de Bray, incluida la bienintencionada pero rechazada "White 80", lo llevaron a optar por "Blue 80", una elección que lo acompañaría a lo largo de su carrera. La prevalencia de tales cadencias es evidente en la NFL hoy en día, con jugadores como Patrick Mahomes y Tom Brady utilizando sus propias frases únicas para orquestar jugadas. A menudo, estas frases tienen poco significado, sirviendo principalmente como una herramienta rítmica para iniciar la acción en el campo. Como señaló el exmariscal de campo de la NFL Matt Hasselbeck, el misterio detrás de estas cadencias es parte de su atractivo. Sin embargo, cuando se les pregunta sobre el origen de frases como "Blue 42", muchos mariscales de campo actuales se quedan rascándose la cabeza. Para desentrañar este enigma, uno debe viajar de regreso a finales del siglo XIX, un momento clave en la evolución del fútbol. En 1890, durante un partido entre la Universidad de Missouri y la Universidad de Washington, se introdujo el concepto de utilizar llamadas numéricas para comunicar jugadas. Esto marcó un cambio significativo respecto a los caóticos scrums que caracterizaban los primeros partidos de fútbol, ya que los jugadores comenzaron a adoptar señales para la coordinación estratégica. El uso sistemático de números para llamar jugadas se desarrolló aún más cuando Walter Camp, a menudo llamado el Padre del Fútbol Americano, estableció la regla de las cinco yardas en 1882. Esta nueva regulación no solo impuso estructura al juego, sino que también allanó el camino para un sistema de señales más complejo. Para la década de 1890, era común que los mariscales de campo gritaran números para indicar jugadas, una práctica que evolucionaría a medida que se desarrollaban las defensas y estrategias. A medida que el fútbol crecía, también lo hacían las complejidades de llamar jugadas. La introducción del huddle permitió a los equipos planificar de manera más efectiva, lo que llevó al uso de "automáticos" o audibles—cambios rápidos realizados en la línea de golpeo. El juego comenzó a parecer un curso avanzado en aritmética mental, ya que los jugadores tenían que calcular rápidamente ajustes basados en señales numéricas. En medio de estos desarrollos, Terry Brennan, un joven entrenador en Notre Dame, introdujo el sistema de 'color en vivo' en la década de 1950. Al asociar colores con jugadas específicas, Brennan pretendía simplificar y agilizar el proceso de señalización, eliminando la necesidad de cálculos numéricos complejos. Esta innovación se popularizó, extendiéndose por el fútbol universitario y eventualmente a las ligas profesionales. Hoy en día, el sistema de cadencias de color-número sigue siendo un elemento básico del juego de los mariscales de campo. Si bien algunos mariscales de campo modernos han optado por llamadas más simples, el principio subyacente sigue siendo el mismo: establecer un ritmo consistente que facilite la comunicación entre los jugadores. La cadencia no solo sirve para sincronizar movimientos, sino también para crear una ventaja psicológica contra las defensas. A medida que el juego continúa evolucionando, la tradición de las cadencias coloridas prospera en la NFL, llevando consigo un rico contexto histórico que muchos jugadores pueden no apreciar completamente. Sin embargo, al emitir sus comandos, estos mariscales de campo participan en un ritual de larga data que los conecta con el ilustre pasado del juego, infundiendo cada jugada con un sentido de continuidad y camaradería.
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