
Juan Brignardello Vela
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Deportes 26.02.2025
A medida que Ohio State hace la transición de su triunfante temporada de campeonato nacional, los Buckeyes están cambiando de enfoque para centrarse en la clase de reclutamiento de 2026. Con un nuevo cuerpo técnico en su lugar, la atención está puesta en construir una alineación formidable que ya cuenta con cuatro compromisos, incluido el muy codiciado receptor de cinco estrellas, Chris Henry. A medida que se acercan las prácticas de primavera y la temporada de reclutamiento se intensifica, varias preguntas urgentes se ciernen sobre el futuro del programa.
Primero y ante todo, ¿puede Ohio State retener a su receptor de cinco estrellas, Chris Henry? Desde su compromiso en julio de 2023, Henry ha mostrado una fuerte lealtad a los Buckeyes, en gran parte gracias a su relación con el entrenador de receptores y recién nombrado coordinador ofensivo, Brian Hartline. Sin embargo, la competencia sigue siendo feroz, con programas destacados como Oregon, USC y Miami compitiendo por su atención. El atractivo de lucrativos acuerdos de nombre, imagen y semejanza (NIL) en estas instituciones representa una amenaza real. No obstante, la programación estratégica de la visita final de Henry en junio es una buena señal para los Buckeyes, que están ansiosos por consolidar su grupo de receptores con posibles emparejamientos junto a otros talentos de cinco estrellas como Jeremiah Smith, Mylan Graham y Quincy Porter.
Otra pregunta significativa surge en torno a la situación del mariscal de campo de Ohio State. Las salidas inesperadas de Devin Brown y Air Noland han dejado a los Buckeyes luchando por asegurar un prometedor pasador en su clase de 2026. Una vez enfocados en el principal prospecto de mariscal de campo, Jared Curtis, quien desde entonces ha eliminado a Ohio State de su consideración, el equipo debe pivotar hacia otros candidatos. Ryder Lyons, de California, ha llamado su atención, pero la competencia de USC es fuerte. Además, los Buckeyes están considerando otros prospectos como Bowe Bentley de Texas. A la luz de estos cambios, Ohio State busca reforzar su línea de mariscales, especialmente con un talentoso prospecto de 2027 ya comprometido.
La tercera pregunta se centra en el impacto inmediato del nuevo entrenador de la línea ofensiva, Tyler Bowen. Su contratación ha generado optimismo dentro del programa, con el entrenador en jefe Ryan Day destacando la experiencia y destreza en reclutamiento de Bowen. La línea ofensiva es crucial para el éxito a largo plazo de Ohio State, y Bowen debe comenzar con fuerza para atraer talento de primer nivel como Jackson Cantwell, el jugador número uno en la clase. Además, varios talentosos tackles del estado podrían fortalecer los esfuerzos de los Buckeyes, y la capacidad de Bowen para conectar con estos reclutas será fundamental.
La calidad del talento local en Ohio añade otra capa de intriga al panorama del reclutamiento. Si bien la clase de este año puede no contar con atletas de cinco estrellas, sigue siendo profunda con prospectos prometedores. El esquinero Elbert Hill se destaca como un objetivo prioritario, mientras que el linebacker Cincere Johnson también genera un interés significativo. El reciente éxito nacional de Ohio State proporciona un contexto ventajoso mientras buscan asegurar prospectos locales y fortalecer su plantilla.
Por último, ¿logrará Larry Johnson finalmente atraer a un cazador de cabezas de élite? El reclutamiento de jugadores defensivos de primer nivel ha sido históricamente un desafío para Ohio State, como lo demuestra el reciente compromiso de Zion Elee con Maryland. Johnson, un entrenador experimentado de 73 años, enfrenta una creciente presión para identificar y asegurar talento de primer nivel en esta posición. Con varios prospectos de élite aún disponibles, incluidos Tyler Atkinson y Aiden Harris, las apuestas son altas para que Johnson cambie la narrativa y traiga jugadores impactantes a la defensa de los Buckeyes.
A medida que Ohio State se embarca en este ciclo de reclutamiento crítico, las respuestas a estas preguntas darán forma al futuro del programa. Con una combinación de talento establecido y prospectos emergentes, los Buckeyes están bien posicionados para mantener su poder ofensivo y defensivo en los años venideros.
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