La Evolución de la Velocidad de Mbappé: Dominando la Aceleración y la Desaceleración en el Fútbol Moderno.

La Evolución de la Velocidad de Mbappé: Dominando la Aceleración y la Desaceleración en el Fútbol Moderno.

Kylian Mbappé abraza la idea de desacelerar para mejorar su juego, equilibrando la velocidad con el juego táctico, mientras muestra su brillantez en los partidos recientes.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Deportes 18.02.2025

La relación de Kylian Mbappé con la velocidad ha sido un aspecto definitorio de su carrera futbolística, moldeando su ascenso a la prominencia como uno de los delanteros élite del juego. Sin embargo, observaciones recientes sugieren que incluso los jugadores más rápidos pueden necesitar aprender el arte de desacelerar, una lección que Mbappé ha ido abrazando cada vez más mientras navega por las complejidades del fútbol de alto nivel. A pesar de un impresionante total de 44 goles durante su última temporada en el Paris Saint-Germain y una actuación notable en el Campeonato Europeo con Francia, la forma de Mbappé pareció disminuir durante la última parte del año pasado. Tanto los aficionados como los analistas comenzaron a preguntarse si su icónico estallido de aceleración había disminuido. El brillo que una vez lo convirtió en un jugador imprescindible parecía haberse atenuado, lo que llevó a una pregunta persistente: ¿cuándo fue la última vez que produjo un momento que dejó a los espectadores sin aliento? Sin embargo, la narrativa cambió drásticamente esta temporada, especialmente después de una actuación destacada contra el Atalanta en la Liga de Campeones. Mbappé mostró su velocidad letal y su capacidad de finalización, recordándole al mundo del fútbol la amenaza que representa. Un hat-trick contra el Valladolid confirmó aún más que su velocidad y precisión estaban intactas, y parecía que había encontrado su ritmo nuevamente en España. La velocidad siempre ha estado en el núcleo del juego de Mbappé, un atributo que probablemente heredó de su familia atlética, con su padre como entrenador de fútbol y su madre como jugadora de balonmano. Desde sus primeros días en el AS Bondy hasta su explosivo debut en Mónaco, estaba claro que poseía una mezcla única de velocidad, agilidad e inteligencia futbolística. El análisis biomecánico revela que la técnica de esprintar de Mbappé está finamente ajustada, impulsada por una longitud de zancada excepcional que le permite superar a sus oponentes. Su capacidad para acelerar en el momento adecuado, combinada con movimientos inteligentes del torso para engañar a los defensores, lo ha convertido en uno de los delanteros más formidables de su generación. Tanto entrenadores como analistas han reconocido que, si bien la velocidad bruta es un activo significativo, la aplicación estratégica de esa velocidad es lo que realmente distingue a Mbappé. Desde sus primeros días bajo la dirección de Nelson Caldeira en Mónaco hasta su actual papel en el Real Madrid, el énfasis ha cambiado hacia utilizar la velocidad no solo para estallidos de aceleración, sino también para la comprensión táctica de cuándo desplegarla de manera efectiva durante los partidos. Un punto de inflexión en su comprensión de la velocidad llegó durante su tiempo en el PSG, donde aprendió la importancia de la desaceleración frente a la portería. Con la guía de Mauricio Pochettino, Mbappé trabajó en controlar su ritmo a medida que se acercaba a los defensores, lo que le permitió tomar decisiones más efectivas bajo presión. Esta evolución en su juego—aprender a moderar su velocidad y entender las sutilezas del juego—ha sido crucial mientras se adapta a diferentes demandas tácticas. A medida que continúa navegando su carrera, Mbappé se enfrenta ahora al doble desafío de mantener su velocidad vertiginosa mientras también evoluciona su juego para encajar en diversas dinámicas de equipo. La flexibilidad táctica requerida en el fútbol moderno a menudo exige que los jugadores se adapten, y Mbappé ha mostrado una disposición a evolucionar hacia roles que pueden no haberle quedado bien al principio, ya sea jugando por el centro o adoptando una función más de apoyo para sus compañeros. Si bien la velocidad siempre será una característica del estilo de Mbappé, la realidad es que cada jugador debe adaptarse a medida que envejece, y llegará el día en que quizás no dependa únicamente de su aceleración. Al abrazar esta evolución, se une a las filas de los grandes del fútbol, aprendiendo que la clave para la longevidad en el más alto nivel radica en la versatilidad y la capacidad de innovar su estilo de juego. A medida que Mbappé continúa deslumbrando a los aficionados de Europa, el mundo del fútbol estará observando de cerca. ¿Logrará combinar su velocidad natural con un enfoque más paciente, o empujará los límites de la velocidad hasta el final? A medida que avanza en su carrera, una cosa es segura: Kylian Mbappé sigue siendo un jugador a seguir, siempre capaz de iluminar un partido con la pura emoción de la aceleración—y ahora, quizás, un toque de elegancia medida.

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