
Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.




La reciente orden ejecutiva del presidente Donald Trump ha desencadenado una ola de incertidumbre y angustia entre las comunidades transgénero, no binarias e intersexuales en Estados Unidos. Al asumir la presidencia por segunda vez el 20 de enero de 2025, Trump dejó claro que su administración solo reconocería dos sexos: masculino y femenino. Esta decisión ha llevado a que el Departamento de Estado cambie su política de emisión de documentos de identificación, lo que afecta directamente a una población que busca visibilizar su identidad de género a través de sus documentos oficiales. El impacto inmediato de esta política se ha sentido en la suspensión del procesamiento de solicitudes de pasaporte que presentan un marcador de género que no coincide con el sexo biológico del solicitante. Esta medida ha dejado en un estado de limbo a muchas personas que ya habían iniciado sus trámites, quienes ahora se preguntan qué futuro les aguarda en un sistema que parece haberles dado la espalda. La preocupación es palpable, ya que la identidad de género es un aspecto fundamental de la vida de cualquier individuo, y su negación puede tener repercusiones devastadoras. El portavoz del Departamento de Estado confirmó que, de acuerdo con la nueva política, todos los pasaportes estadounidenses deberán reflejar el sexo biológico del solicitante. Esto ha resultado en la suspensión no solo de los trámites actuales, sino también de la emisión de pasaportes que ya han sido solicitados, dejando a los solicitantes en una situación de incertidumbre. "Estamos a la espera de más información", se limitó a decir el portavoz, mientras las personas afectadas se enfrentan al vacío de no saber cuándo o si sus documentos serán devueltos. Además de la angustia por la falta de claridad en el proceso, hay un aspecto adicional que complica aún más la situación. Aquellos que habían presentado solicitudes de pasaporte y que ya habían entregado documentación relacionada, como antiguos pasaportes y otros documentos de identidad, ahora están en una situación aún más complicada. No solo están esperando por sus nuevos pasaportes, sino que también se preguntan si alguna vez recuperarán sus documentos anteriores, que han quedado en manos de las autoridades. Ante esta inquietante situación, Carl Charles, abogado principal de Lambda Legal, una organización dedicada a defender los derechos de la comunidad LGBTQ+, ha emitido una advertencia. Para aquellos que están considerando solicitar un cambio de categoría de sexo a un marcador de género "X", Charles aconseja que piensen cuidadosamente en la decisión. "Es un momento delicado, y es crucial estar informado sobre las implicaciones legales que esto puede tener", indicó. Mientras tanto, quienes ya han hecho la solicitud y están a la espera de noticias deben mantenerse al tanto del estado de sus trámites en línea. "No hay mucho que hacer en este momento", expresó Charles, quien también instó a las personas a que se mantengan en contacto con abogados para obtener asesoramiento y apoyo. La realidad es que muchos se encuentran atrapados en un limbo administrativo, donde la falta de comunicación por parte del gobierno ha exacerbado su ansiedad. La comunidad LGBTQ+ ha reaccionado con indignación ante esta nueva política. Activistas y defensores de los derechos humanos han denunciado que esta medida es un retroceso en los avances logrados en los últimos años para asegurar que todas las identidades de género sean reconocidas y respetadas. En el contexto actual, muchos temen que esta decisión no solo afecte a los pasaportes, sino que pueda sentar un precedente para otras áreas de la vida pública donde la identidad de género es fundamental. Los efectos de esta decisión se extienden más allá de la burocracia; tocan aspectos profundamente personales de la vida de las personas. La posibilidad de tener documentos que reflejan su identidad de género es un derecho fundamental que, al ser negado, puede generar un daño emocional considerable. La lucha por el reconocimiento y la dignidad de las personas trans y no binarias es una batalla que ha sido librada durante décadas, y muchos temen que este nuevo obstáculo represente un paso hacia atrás en esa lucha. Mientras la comunidad espera respuestas concretas del gobierno, se hace evidente que esta situación no es solo una cuestión de pasaportes, sino un reflejo de una lucha más amplia por la igualdad y el respeto. La incertidumbre que se cierne sobre las personas trans y no binarias en Estados Unidos es una llamada de atención que resuena en todo el país, recordándonos que la lucha por los derechos humanos y la dignidad es un esfuerzo continuo que requiere atención y acción constante. La esperanza es que, a través de la voz y la resistencia de la comunidad, se logre revertir esta política y avanzar hacia un futuro más inclusivo y respetuoso.