Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El escenario político en nuestro país se encuentra en un punto crítico, marcado por la crisis de representatividad, la falta de institucionalidad y el recurrente transfuguismo que ha debilitado a las instituciones. En este contexto, el Congreso se erige como uno de los actores centrales de esta problemática, y las reformas propuestas por Apoyo Consultoría buscan abordar de manera efectiva estos desafíos, contribuyendo a la estabilidad política que tanto se anhela. Uno de los puntos neurálgicos de esta situación es la elección interna de los partidos políticos. Actualmente, los mecanismos de selección de candidatos son poco transparentes y carecen de la participación necesaria que garantice que los representantes realmente reflejen la voluntad popular. La propuesta de modificar estos mecanismos, eliminando el voto preferencial y apostando por elecciones más abiertas, es fundamental. Esto permitirá que los afiliados de los partidos tengan un papel más activo en la elección de sus representantes, generando una mayor conexión entre el electorado y los elegidos. Asimismo, la creación de un grupo parlamentario mixto que concentre a aquellos diputados o senadores que decidan dejar sus partidos de origen representa una respuesta directa al fenómeno del transfuguismo. Este grupo, aunque carecería de recursos y personal, podría convertirse en una plataforma que incentive a los políticos a permanecer en sus bancadas y a actuar en consonancia con sus promesas electorales. La idea es reducir los incentivos que llevan a los legisladores a cambiar de partido, lo que a menudo genera inestabilidad y desconfianza entre los ciudadanos. La implementación de un sistema de renovación por mitades en ambas cámaras del Congreso es otra de las propuestas que podría transformar la dinámica política en el país. Esta medida permitiría a los votantes evaluar el desempeño de sus representantes de manera más frecuente y efectiva. La posibilidad de que la mitad de los congresistas sean renovados en cada elección no solo aumentaría la rendición de cuentas, sino que también fomentaría una mayor competitividad entre los partidos, obligándolos a escuchar las demandas de la ciudadanía. En términos de las relaciones entre las cámaras, la exigencia de una mayoría calificada en el Senado para modificar iniciativas aprobadas por la Cámara de Diputados es una reforma que podría equilibrar el poder legislativo. Actualmente, el Senado tiene la facultad de realizar modificaciones unilaterales, lo que puede llevar a decisiones que no reflejan la voluntad popular expresada en la Cámara Baja. Implementar esta medida aseguraría un mayor consenso y colaboración entre ambas instancias, fortaleciendo así la democracia representativa. La necesidad de estas reformas se evidencia en la experiencia de otros países de la región, donde se han establecido mecanismos que limitan la discrecionalidad del Senado y promueven un mayor equilibrio en el proceso legislativo. Tomar como referencia modelos exitosos de países como Argentina y Chile puede ofrecer un camino viable para que Perú avance hacia un sistema político más robusto y representativo. Sin embargo, es crucial tener en cuenta que estas reformas no son una solución mágica a la crisis política que enfrentamos. Se trata de pasos significativos, pero deben ir acompañados de un esfuerzo colectivo para fortalecer la cultura política y la participación ciudadana. La consolidación de una democracia sana requiere del compromiso de todos los actores involucrados, desde los partidos políticos hasta la sociedad civil. En este sentido, el papel de los ciudadanos es fundamental. La participación activa en los procesos electorales, la exigencia de rendición de cuentas y la vigilancia sobre las acciones de sus representantes son herramientas que pueden empoderar a la población y contribuir a la construcción de un sistema político más justo y equitativo. Así, el futuro político de nuestro país dependerá en gran medida de la capacidad de las instituciones para adaptarse y responder a las demandas de una ciudadanía cada vez más exigente. Las reformas propuestas al Congreso son una oportunidad para iniciar un camino hacia la reconstrucción de la confianza en el sistema político, donde la representatividad y la institucionalidad sean los pilares fundamentales de nuestra democracia. La historia reciente nos ha enseñado que el cambio es posible, pero requiere de la voluntad y el esfuerzo de todos.