La transformación del deporte en España: del agua a la fuerza y la naturaleza

La transformación del deporte en España: del agua a la fuerza y la naturaleza

Las prácticas deportivas en España han evolucionado, dejando atrás la natación para adoptar gym, running y actividades al aire libre, reflejando un cambio hacia el bienestar.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Deportes 01.02.2025
La evolución de las prácticas deportivas en España ha tomado un rumbo inesperado en las últimas décadas, reflejando un cambio profundo en la mentalidad y las preferencias de los ciudadanos. Según un estudio reciente de Funcas, los españoles han dejado de lado actividades tradicionales como la natación, que dominaba las elecciones deportivas en 1980, para adoptar con entusiasmo modalidades que abarcan desde el gym hasta el senderismo, evidenciando una transformación radical en la cultura del ejercicio. En 1980, la natación era la actividad preferida de la mitad de quienes practicaban deporte. Sin embargo, la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) muestra que, para 2024, esta disciplina ha caído al tercer lugar, desplazada por el auge de la gimnasia y diversas formas de actividad física guiada, así como el ciclismo y el running. Este cambio no solo indica la diversificación de las preferencias deportivas, sino también una búsqueda de bienestar que se refleja en los nuevos hábitos de los ciudadanos. El estudio revela que la actividad física guiada, que incluye prácticas como el yoga, pilates y el spinning, ha pasado de ser practicada solo por un 5,2% de la población en 1980 a un impactante 19,6% en 2024. Esto muestra un claro interés en el bienestar integral y la "salutización" del deporte, donde la salud física y mental juega un papel fundamental y se busca un enfoque más holístico del ejercicio. Además, el ciclismo ha experimentado un crecimiento notable en popularidad, pasando del octavo lugar en 1980, con un 2,8% de practicantes, al segundo puesto en 2024, con un 7,4%. Este aumento en la participación refleja no solo un cambio de preferencias, sino también un mayor interés por actividades al aire libre y un estilo de vida más activo. Por su parte, el running, que ya contaba con una base de entusiastas en 1980, ha incrementado su presencia, alcanzando un 6,6% en 2024. Las actividades en contacto con la naturaleza, como el senderismo y la escalada, también han ganado popularidad, lo que demuestra una inclinación hacia lo natural y lo aventurero. Estas prácticas han atraído a un número creciente de adeptos, con el senderismo alcanzando un 5,8% de participación en 2024. Este fenómeno no solo está vinculado a la búsqueda de ejercicio físico, sino también a una conexión más profunda con el entorno natural. Por otro lado, el auge del entrenamiento de fuerza, de la calistenia y modalidades como el CrossFit, está marcado por un interés creciente entre los más jóvenes. Estas disciplinas no solo promueven la aptitud física, sino que también ofrecen una vía para la construcción de la identidad corporal, en un contexto donde la imagen personal y el bienestar son cada vez más valorados. Un cambio notable en la percepción de las actividades deportivas se observa en las personas de mayor edad. La práctica deportiva, que hasta hace poco se consideraba una actividad exclusiva de los jóvenes, ha visto un aumento en la participación de aquellos mayores de 60 años, que ahora superan el 40% en la práctica de algún tipo de rutina física. Esto refleja una ruptura con estereotipos anteriores y una apertura hacia un envejecimiento activo y saludable. Las proyecciones para 2024 también indican que el interés por la natación no parece recuperarse. De hecho, el American College of Sports Medicine (ACSM) anticipa que el entrenamiento de fuerza dominará las tendencias de este año. Este enfoque, que implica el uso de equipos como mancuernas y pesas rusas, se centra en la técnica y el movimiento adecuado, destacando su impacto positivo en la salud física y mental. Los beneficios del entrenamiento de fuerza van más allá de la mera mejora de la aptitud física; se ha demostrado que este tipo de ejercicio puede aumentar la calidad de vida y mejorar el bienestar general. Expertos destacan que, aunque existen diversas modalidades de entrenamiento, los métodos tradicionales de fuerza deben ocupar un lugar central en los programas de acondicionamiento físico. En conclusión, la transformación en los hábitos deportivos de los españoles es una clara manifestación de una sociedad que busca diversificar sus actividades físicas en función de sus necesidades y preferencias. Este cambio no solo resalta el deseo de mantenerse activo, sino que también refleja una evolución en la percepción del deporte como un elemento esencial para una vida saludable y equilibrada. La natación, aunque haya perdido terreno, sigue siendo una opción valiosa, pero la tendencia hacia una mayor variedad en las prácticas deportivas se ha consolidado como el nuevo paradigma a seguir.
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