Terremoto en Yellowstone genera preocupaciones sobre el supervolcán, pero los expertos no ven una amenaza inmediata.

Terremoto en Yellowstone genera preocupaciones sobre el supervolcán, pero los expertos no ven una amenaza inmediata.

Yellowstone experimentó un terremoto de magnitud 3.9 cerca de la cuenca de géiseres Norris, lo que generó preocupación por su supervolcán, pero los expertos afirman que no hay amenaza de erupción.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

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El Parque Nacional Yellowstone experimentó un significativo terremoto de magnitud 3.9 el martes por la noche cerca de la cuenca de géiseres Norris, lo que ha generado preocupaciones sobre el posible despertar de su supervolcán. El sismo, detectado por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) alrededor de las 8 p.m. ET, se sintió en partes de Idaho, Montana y el oeste de Wyoming. Tras el temblor inicial, se registraron tres réplicas, con magnitudes que oscilaban entre 1.0 y 3.7, ocurridas en un lapso de pocas horas. Si bien el terremoto ha suscitado debates sobre el supervolcán inactivo que se encuentra bajo Yellowstone, el USGS tranquilizó al público asegurando que esta actividad sísmica es típica de la región y no indica ningún descontento volcánico inminente. La cuenca de géiseres Norris se sitúa en un cruce geológico, donde interactúan dos fallas, generando terremotos aleatorios que han ocurrido a lo largo de la historia, siendo el más potente registrado de magnitud 6 en 1975. Afortunadamente, este reciente temblor no resultó en lesiones, daños ni actividad volcánica reportada. El Parque Nacional Yellowstone, que abarca impresionantes 3,472 millas cuadradas—más grande que Rhode Island y Delaware combinados—es bien conocido por sus características geotérmicas, que incluyen géiseres, respiraderos de vapor y piscinas termales. Investigaciones científicas recientes sobre el supervolcán del parque han revelado movimiento en lo profundo de su caldera, intensificando los temores entre algunos de que el volcán, que erupcionó por última vez hace aproximadamente 70,000 años, podría estar al borde de despertar. Los investigadores han notado que el magma dentro del cráter del supervolcán de Yellowstone se está desplazando hacia el noreste, alterando la concentración de actividad volcánica. Si se produjera una erupción, podría ser más probable en esta área noreste de lo que se había anticipado anteriormente. Sin embargo, los expertos sostienen que, aunque el supervolcán posee una cantidad sustancial de magma, actualmente está almacenado en reservorios subterráneos segregados, lo que impide que alcance niveles críticos que llevarían a una erupción. La Dra. Ninfa Bennington, autora principal y geofísica investigadora en el Observatorio de Volcanes de Hawái, enfatizó que no hay amenazas inmediatas de erupción dentro del parque. “En ninguna parte de Yellowstone tenemos regiones que sean capaces de erupción. Tiene mucho magma, pero el magma no está lo suficientemente conectado,” afirmó. El potencial catastrófico de una erupción de supervolcán en Yellowstone es considerable, con algunas estimaciones que sugieren que un solo evento explosivo podría rivalizar con la fuerza de 875,000 megatones de TNT. Para ponerlo en contexto, la bomba nuclear más grande jamás detonada, la soviética Tsar Bomba, tenía solo 50 megatones—solo una fracción del potencial explosivo del supervolcán de Yellowstone. Una erupción de este tipo tendría consecuencias desastrosas, potencialmente resultando en miles de muertes por ondas de presión, mientras que la caída de cenizas podría cubrir vastas áreas de América del Norte e impactar el clima global durante años. Michael Poland, científico a cargo del Observatorio de Volcanes de Yellowstone, amplió sobre las posibles repercusiones, explicando que incluso las regiones situadas a cientos de millas de distancia podrían experimentar interrupciones significativas debido a las nubes de cenizas. Las repercusiones de tal evento no solo devastarían la agricultura local, sino que podrían alterar los patrones climáticos a nivel global, subrayando la importancia de continuar monitoreando los sistemas geotérmicos de Yellowstone. Mientras los residentes y visitantes de Yellowstone permanecen atentos, los científicos continúan asegurando al público que, a pesar de la reciente actividad sísmica, no se espera que el supervolcán erupcione en nuestras vidas.

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