Juan Brignardello Vela
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BIRMINGHAM, Ala. — A medida que la Universidad de Alabama en Birmingham (UAB) se prepara para otra temporada bajo el mando de Trent Dilfer, la pregunta persiste: ¿puede el ex mariscal de campo ganador del Super Bowl revivir un programa de fútbol en apuros? Después de una desastrosa temporada de 3-9, los Blazers se encuentran en una encrucijada, lidiando con problemas tanto dentro como fuera del campo. La segunda temporada de Dilfer vio al equipo sufrir su peor desempeño desde 2013, marcado por una racha de seis derrotas consecutivas y una preocupante falta de compromiso de los aficionados en el Protective Stadium. Tras una temporada punctuada por derrotas humillantes, incluyendo una asombrosa derrota de 72-10 ante Tulane, el departamento atlético de UAB enfrentó una creciente presión para reevaluar su liderazgo. Sin embargo, el Director Atlético Mark Ingram optó por mantener a Dilfer, citando un compromiso con la visión que trajo al programa, a pesar de un costo de salida de $3.6 millones. "No tuve voz en el proceso de mantenerme", reflexionó Dilfer, expresando optimismo sobre la posibilidad de revertir la situación al notar la tenacidad mostrada por los jugadores hacia el final de la temporada. Sin embargo, los desafíos que se avecinan son sustanciales. La clase de reclutamiento de UAB para 2025 ocupa actualmente el puesto 133 a nivel nacional, reflejando las dificultades que enfrenta el programa para retener talento en medio de un tumultuoso panorama de transferencias. Desde diciembre, los Blazers han perdido a 29 jugadores por transferencias, una cifra asombrosa que ha dejado la plantilla en desorden. A pesar de estos contratiempos, Dilfer ha dado la bienvenida a 21 transferencias, incluyendo nombres destacados como Josh Baka de Kent State y Eli Ennis de Nicholls State. El regreso del mariscal de campo Jalen Kitna, quien asumió como titular la temporada pasada, ofrece un rayo de esperanza mientras UAB busca reconstruirse. Históricamente, el programa de fútbol de UAB ha navegado por su parte justa de adversidades, incluida una suspensión en 2014 que muchos aficionados aún recuerdan con temor. Bajo la dirección del entrenador Bill Clark, el programa se recuperó fuertemente, alcanzando cinco juegos de tazón en seis años. Sin embargo, el abrupto cambio de liderazgo tras la jubilación de Clark en 2022 ha llevado a la inconsistencia y la incertidumbre entre aficionados y jugadores por igual. El mandato de Dilfer hasta ahora ha estado marcado por errores de relaciones públicas que han alienado aún más a la base de aficionados. Comentarios realizados durante conferencias de prensa, incluyendo observaciones sobre las diferencias en la cobertura de los medios en comparación con el programa de fútbol de Alabama, fueron interpretados como despectivos, alimentando una creciente desconexión entre Dilfer y los seguidores de UAB. La reacción ante estos incidentes ha llevado a algunos aficionados a cuestionar el compromiso de Dilfer con el programa, viéndolo como alguien que podría considerar el rol como un trampolín en lugar de una misión para elevar el fútbol de UAB. Sin embargo, Dilfer insiste en que está dedicado a los Blazers y a la comunidad de Birmingham. Reconoce la importancia de reparar las relaciones con los aficionados y ha expresado su deseo de ser visto como parte del tejido del programa en lugar de un forastero. "Me encanta esta oportunidad y me encanta esta ciudad", afirmó con firmeza, abordando las percepciones que han surgido durante una temporada tumultuosa. A medida que el programa se prepara para 2025, Dilfer ha realizado cambios significativos en su cuerpo técnico, incorporando personal experimentado como Steve Russ como coordinador defensivo. Su objetivo es revitalizar la cultura y el rendimiento del equipo en el campo mientras también aborda las críticas que se le han hecho. En reuniones con los jugadores, ha abierto el espacio para comentarios honestos, enfatizando la necesidad de un enfoque más intenso en la dirección del equipo, un cambio que espera resuene en toda la plantilla. Dilfer reconoce que el panorama competitivo del fútbol universitario ha evolucionado, lo que hace que sea un desafío para programas como UAB mantener la estabilidad en medio de constantes cambios en la plantilla. Con un calendario que incluye un viaje a Tennessee y una nueva conferencia llena de oponentes más formidables, el camino hacia la redención es empinado. ¿Emergerá el fútbol de UAB de las sombras en 2025, o continuará el mandato de Trent Dilfer marcado por la decepción? Mientras los aficionados contienen la respiración por un renacimiento, una cosa queda clara: la presión está sobre él, y las apuestas nunca han sido más altas para Dilfer y los Blazers. Por el bien del legado del programa y de su base de aficionados, la próxima temporada no es solo otro año; es un momento crucial que podría definir el futuro del fútbol de UAB.