El coraje de la madre brilla al convertirse en donante de médula ósea para la supervivencia de su hijo.

En una conmovedora historia de esperanza y resiliencia, una madre de Nueva Orleans está haciendo todo lo posible para salvar la vida de su hijo convirtiéndose en donante de médula ósea. Hezekiah "Hezzy" Martinez, de solo dos años, fue diagnosticado con leucemia mieloide aguda, una forma rara y agresiva de cáncer que ha llevado a su familia a una tumultuosa batalla contra el tiempo. Desde su diagnóstico el pasado verano, Hezekiah ha soportado numerosas visitas al hospital y tratamientos dolorosos en el Hospital de Niños. A pesar de las agotadoras rondas de quimioterapia, su madre, Lidia Martinez, señala que su hijo continúa enfrentando la vida con una sonrisa radiante y un deseo de jugar. “Parece que no está luchando contra el peor cáncer de todos”, comentó. “Para mí, él es la luz de Dios”. Mientras la familia enfrentaba la abrumadora realidad de que Hezekiah necesitaba un trasplante de médula ósea, se encontraron con un frustrante obstáculo: no había donantes compatibles para él en la base de datos nacional. Sin embargo, la situación tomó un giro esperanzador cuando Lidia decidió hacerse las pruebas ella misma. Los resultados la llenaron de alegría; era compatible con su hijo. “(El doctor) dijo: 'Eres una donante'. Esa fue la mejor noticia”, recordó, reflexionando sobre el alivio que la invadió en un momento de desesperación. El 4 de febrero, Lidia viajará a una instalación especializada en Kansas City para donar su médula ósea, que luego será transportada de regreso a Nueva Orleans para el trasplante de Hezekiah. “Le estoy dando a mi hijo una segunda oportunidad en la vida. Estoy haciendo todo lo que puedo”, expresó, resonando su determinación en sus palabras. Se siente bendecida de poder ayudar a su hijo de una manera tan significativa. Las probabilidades de que un padre sea un donante compatible de médula ósea para su hijo pueden ser escasas, como explica el educador en salud Eric Griggs, M.D. “La probabilidad de que tu padre biológico sea compatible es pequeña”, dijo, destacando los complicados factores genéticos en juego. A pesar de los desafíos, Griggs se mantiene optimista sobre el potencial éxito del trasplante, enfatizando que los avances médicos modernos han mejorado significativamente los resultados para los pacientes que se someten a este procedimiento. A medida que Hezekiah se prepara para este próximo paso crítico en su tratamiento, Lidia tiene esperanzas. Con sus niveles de leucemia mostrando signos de disminución—de 0.6 a un milagroso 0.01—ella cree que si el trasplante tiene éxito, su hijo podría pronto estar libre de cáncer. “Todo está en manos de Dios”, afirmó, personificando la fuerza y la fe que han sido su luz guía a lo largo de este arduo viaje. Además del trasplante de médula ósea, la familia Martinez ha estado activamente involucrada en la comunidad de donación de sangre, con el apoyo del Centro de Sangre desde el verano pasado. A medida que Hezekiah se prepara para su recuperación, su familia anima a otros a contribuir a esta causa que salva vidas, destacando la necesidad crítica de donaciones de sangre en la lucha contra el cáncer. A medida que la familia Martinez enfrenta los desafíos que se avecinan, su historia sirve como un poderoso recordatorio del increíble vínculo entre un padre y un hijo, y hasta dónde está dispuesta a llegar una madre para asegurar que su hijo tenga una oportunidad de luchar. El camino puede ser largo y lleno de incertidumbre, pero con amor, fe y el apoyo de la comunidad, el futuro promete esperanza.