Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
Deportes 20.01.2025
Los Baltimore Ravens enfrentaron una derrota desgarradora contra los Buffalo Bills en un partido de playoffs de la ronda divisional muy disputado, pero en medio de la decepción, el desempeño de Lamar Jackson brilló intensamente, mostrando su indiscutible brillantez. A pesar de la pérdida, Jackson demostró la resiliencia y el talento que lo han convertido en un contendiente habitual para el premio MVP de la NFL, y es crucial apreciar su contribución, incluso en la derrota.
Con poco más de tres minutos restantes en el partido, Jackson se encontró liderando a los Ravens en una serie ofensiva de 88 yardas que destacó sus habilidades de improvisación y liderazgo. Para muchos, este fue un momento propicio para que Jackson disipara la narrativa persistente sobre sus luchas en la postemporada. Después de recuperar a su equipo de un déficit de 11 puntos, se conectó con el ala cerrada Isaiah Likely para un touchdown, reduciendo la diferencia a solo dos puntos. El escenario estaba preparado para un final espectacular, y todo lo que separaba a los Ravens de una oportunidad para empatar el juego era un intento de conversión de dos puntos.
Sin embargo, el destino puede ser cruel en el fútbol, y en un momento clave, el juego se escapó del alcance de los Ravens. Mark Andrews, el objetivo de confianza de Jackson, dejó caer un pase crucial que podría haber igualado el marcador. Este error no solo selló el destino de los Ravens, sino que también reforzó el estigma que rodea las actuaciones de Jackson en playoffs, dejando su récord en postemporada en 3-5, una estadística que sin duda será objeto de escrutinio en el tribunal de la opinión pública.
Los críticos a menudo miden a los mariscales de campo por su éxito en playoffs, y aunque esta perspectiva tiene cierta validez, también pinta un cuadro incompleto. El viaje de Jackson en la postemporada ha estado marcado por momentos de infortunio, incluidas duras derrotas y lesiones. Sin embargo, sus logros en la temporada regular no pueden pasarse por alto, y es esencial reconocer el contexto en el que se desarrollan estos partidos de playoffs.
Las luchas iniciales de Jackson en el juego, incluidas dos pérdidas de balón en la primera mitad, podrían haber llevado a muchos a descartarlo, pero se recuperó con determinación, llevando a su equipo a una sólida actuación en la segunda mitad. Su capacidad para elevar su juego bajo presión es algo que merece reconocimiento. Jackson terminó el partido con 254 yardas por pase y fue el mariscal de campo más productivo en el campo, superando en yardas tanto por pase como por carrera al mariscal de los Bills, Josh Allen.
A pesar de que la derrota se atribuyó a los errores iniciales de Jackson, la narrativa pasa por alto cómo momentos críticos, como la caída de Andrews, tienen un impacto significativo en el resultado de los juegos. Esta situación ilustra de manera contundente cuán duramente se emiten juicios en el mundo del deporte, particularmente para los mariscales de campo. Si Andrews hubiera atrapado el pase y los Ravens hubieran convertido la jugada de dos puntos, la narrativa podría haber cambiado drásticamente, colocando la responsabilidad en Allen para responder con una serie ofensiva ganadora del partido.
El discurso en torno al desempeño de Jackson en la postemporada a menudo no reconoce la fluidez del fútbol, donde una sola jugada puede cambiar drásticamente la trayectoria de un juego. Puede ser fácil convertir a un solo jugador en chivo expiatorio por la caída de un equipo, pero el fútbol es un deporte en equipo, repleto de responsabilidades y vulnerabilidades compartidas. Los críticos de Jackson tienden a pasar por alto la riqueza de habilidades y liderazgo que aporta al campo, centrándose en cambio en los pocos momentos que no salen como se esperaba.
En una época donde la presión sobre los mariscales de campo es inmensa, es vital moderar nuestras críticas con un sentido de comprensión. El viaje de Jackson ha sido uno de valentía y determinación. Su capacidad para superar la adversidad y continuar rindiendo a un nivel de élite, incluso cuando las probabilidades parecen estar en su contra, es un testimonio de su carácter como jugador y líder.
A medida que los Ravens reflexionan sobre una temporada llena de altibajos, la brillantez de Jackson no debería verse opacada por el resultado de un solo juego. La narrativa en torno a su legado seguirá evolucionando, pero la apreciación por su talento y resiliencia debe permanecer firme. En el cruel ámbito del fútbol, donde fracciones de segundo e pulgadas pueden definir legados, es crucial recordar que la grandeza a menudo reside en el viaje, no solo en el destino.
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