Funcas eleva proyección del PIB 2025 al 2,4% pero advierte sobre el sector exterior

Funcas eleva proyección del PIB 2025 al 2,4% pero advierte sobre el sector exterior

Funcas eleva su proyección del PIB 2025 al 2,4%, pero advierte sobre desafíos en el sector exterior y una inflación persistente.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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El Panel de Funcas ha actualizado sus previsiones económicas y ha elevado la proyección del PIB para 2025 al 2,4%. Sin embargo, este optimismo viene acompañado de advertencias sobre el sector exterior, que podría enfrentar desafíos significativos en el futuro cercano. Las nuevas estimaciones de los expertos se sitúan ligeramente por debajo de las previstas por el Banco de España y la AIReF, pero superan las proyecciones de organismos internacionales como la Comisión Europea y la OCDE. De acuerdo con las proyecciones presentadas, se anticipa un crecimiento del PIB del 0,6% en el primer trimestre de 2024, seguido de incrementos del 0,5% en cada uno de los trimestres restantes. Este crecimiento será impulsado principalmente por la demanda nacional, que aportará 2,5 puntos al PIB. Este dato representa un aumento de dos décimas en comparación con las previsiones anteriores. Sin embargo, el sector exterior, que tradicionalmente ha sido un motor de crecimiento, se espera que reste una décima a esta cifra, lo que subraya la fragilidad de la situación actual. La desaceleración económica en comparación con 2024 se manifestará de manera más pronunciada en el consumo, que se verá afectado, sobre todo, en el ámbito público. La proyección indica un avance de las importaciones que superará al de las exportaciones, lo que podría provocar un deterioro en la balanza comercial y complicar aún más la situación del sector exterior. En contraposición a la debilidad en el consumo, la inversión se prevé que muestre un crecimiento más vigoroso, especialmente en áreas clave como maquinaria y bienes de equipo. Este cambio es notable en relación con el débil crecimiento que se anticipa para 2024, lo que podría indicar una posible recuperación en la confianza empresarial y una apuesta por la modernización de la infraestructura productiva. El informe del Panel de Funcas también resalta que, en términos de inflación, la previsión de la tasa media general para 2025 se ha ajustado al alza, estableciéndose en el 2,2%. Esto implica una tasa interanual en diciembre que se espera se sitúe en el 2,1%. En el caso de la inflación subyacente, la proyección también ha aumentado a 2,3%, lo que sugiere que la presión inflacionaria podría persistir en el futuro. Otro aspecto importante que se menciona en el informe es la tasa de desempleo, que se prevé que se sitúe en un 11,1% en 2025, lo que representa una mejora con respecto al 11,5% que se anticipa para 2024. Aunque esta disminución es positiva, sigue siendo un recordatorio de que el mercado laboral europeo enfrenta desafíos significativos en el camino hacia la recuperación económica. El consenso de los analistas también ha revisado al alza las previsiones de déficit público, que se espera que se sitúe en 3,2% del PIB para 2024 y 3% para 2025. Estas cifras superan las expectativas del Gobierno, lo que podría complicar aún más la gestión fiscal en un entorno de creciente presión económica. En el ámbito internacional, los panelistas mantienen una visión pesimista, especialmente en relación con la Unión Europea. Existe un notable diferencial en el crecimiento y las tasas de interés entre la eurozona y Estados Unidos, donde la economía americana sigue mostrando signos de robustez. Esta situación, junto con la presión inflacionaria en EE.UU., contrasta con la desinflación que se proyecta para Europa, lo que podría acentuar las disparidades económicas entre ambas regiones. La debilidad del euro se ha convertido en un factor crítico, y los analistas no prevén una recuperación a corto plazo. Esto podría forzar al Banco Central Europeo (BCE) a adoptar un enfoque más gradual en sus políticas monetarias. Se espera que, a pesar de este contexto, el BCE realice recortes de tipos de interés cercanos a 75 puntos básicos antes de fin de año, lo que podría ayudar a aliviar la presión sobre la economía europea. Finalmente, el aumento del Euribor a un año, que ha repuntado desde principios de diciembre hasta cerca del 2,6%, es un claro indicador de las tensiones en el mercado financiero. Se prevé que esta tasa solo disminuya en unos 35 puntos básicos hasta finales de año, lo que sugiere un entorno de tipos de interés aún elevado que podría limitar la capacidad de inversión y consumo en el corto plazo.

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