Avances en terapia génica con CRISPR-Cas9 ofrecen esperanza contra el VIH

Avances en terapia génica con CRISPR-Cas9 ofrecen esperanza contra el VIH

Investigadores del IPN desarrollan terapia génica con CRISPR-Cas9 para combatir el VIH, ofreciendo esperanza de una cura definitiva.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Salud HACE 3 HORAS

La lucha contra el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) ha avanzado notablemente en las últimas décadas gracias a los tratamientos antirretrovirales, que han transformado esta enfermedad de una sentencia de muerte a una condición crónica manejable. Sin embargo, la búsqueda de una cura definitiva sigue siendo un objetivo primordial en la investigación médica, y recientemente, la terapia génica ha surgido como una estrategia innovadora que podría cambiar las reglas del juego en esta batalla. Dentro de esta prometedora línea de investigación se encuentra la tecnología CRISPR-Cas9, una herramienta revolucionaria que permite editar el ADN con una precisión sin precedentes. Este enfoque tiene como objetivo modificar los genes asociados al VIH, con la esperanza de conferir inmunidad duradera a las personas infectadas. Si se logra, esto eliminaría la necesidad de tratamientos diarios y, además, reduciría el riesgo de desarrollar resistencia a los medicamentos, un problema creciente en el manejo del VIH. No obstante, el camino hacia una cura basada en terapia génica es complejo y presenta múltiples desafíos. La entrega efectiva de la maquinaria CRISPR-Cas9 a las células objetivo, la minimización de los efectos fuera del objetivo y la respuesta del sistema inmunológico son solo algunos de los obstáculos que deben superarse antes de que esta tecnología pueda ser utilizada de manera generalizada en pacientes. Estos retos destacan la necesidad de estudios exhaustivos y pruebas rigurosas antes de que se considere seguro y eficaz. Uno de los equipos que ha estado trabajando en este campo es el del Instituto Politécnico Nacional (IPN), donde un grupo de investigadores liderados por el doctor Santiago Villafaña Rauda ha comenzado a desarrollar un nuevo tratamiento contra el VIH utilizando esta técnica de edición genética. El equipo, que incluye a destacados investigadores y estudiantes de posgrado, ha logrado avances significativos en el uso de CRISPR-Cas9 para crear células inmunitarias resistentes al virus. El estudio del IPN se ha centrado en los monocitos, un tipo de célula del sistema inmunológico que es un blanco común del VIH. Al eliminar los receptores que el virus utiliza para entrar en estas células, los investigadores han logrado que los monocitos se vuelvan resistentes a la infección, lo que dificulta la propagación del virus en el organismo. Esta estrategia es comparable a modificar el árbol madre para que todos los frutos que produzca tengan características deseables. La utilización de células madre hematopoyéticas en este enfoque es crucial, ya que son responsables de generar todas las células sanguíneas. Modificar estas células implica que el organismo tendrá un suministro constante de células inmunitarias resistentes al VIH. Este concepto es análogo a la modificación de una semilla que, al crecer, producirá frutos que comparten la misma resistencia. Sin embargo, la investigación en curso aún se encuentra en una fase temprana, y es esencial continuar realizando estudios para evaluar la seguridad y eficacia a largo plazo de este tratamiento. A medida que los investigadores avanzan en sus experimentos, se abre la puerta a nuevas oportunidades para desarrollar tratamientos innovadores que complementen o incluso reemplacen los actuales antirretrovirales. Este avance no solo es relevante para los pacientes que viven con VIH, sino que también tiene implicaciones más amplias en el campo de la terapia génica. La técnica CRISPR-Cas9, inspirada en un mecanismo de defensa natural de las bacterias, muestra el potencial de la biología para ofrecer soluciones a problemas de salud de larga data. Además de VIH, se pueden explorar otros usos de CRISPR-Cas9 para tratar enfermedades como el cáncer, trastornos hereditarios, enfermedades infecciosas y condiciones oculares. A medida que los científicos mexicanos continúan utilizando herramientas de vanguardia para modificar genéticamente las células, se vislumbra un futuro en el que el VIH podría ser erradicado. La perspectiva de una cura definitiva no solo representa una oportunidad para mejorar la calidad de vida de millones de personas, sino que también invita a una reflexión profunda sobre los retos éticos y prácticos que plantea esta tecnología. Es imperativo que los beneficios de estos avances sean accesibles para todos, y que se garantice un uso responsable y ético de la edición genética. En resumen, el trabajo realizado por los investigadores del IPN y otros centros de investigación alrededor del mundo es un testimonio del potencial transformador de la ciencia. La lucha contra el VIH se encuentra en un punto crítico, y con la tecnología CRISPR-Cas9 como aliada, la esperanza de una cura definitiva se vuelve más tangible que nunca. Sin embargo, el camino hacia esta meta está lleno de desafíos que debemos enfrentar con responsabilidad y compromiso, asegurando un futuro donde la salud y el bienestar sean un derecho para todos.

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