Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
A medida que se acerca el Campeonato de los Playoffs de Fútbol Americano Universitario, la anticipación crece por un enfrentamiento histórico entre Ohio State y Notre Dame, ambos considerados titanes en el deporte. Este enfrentamiento marca la culminación del inaugural playoff de 12 equipos, con el quinto y el sexto sembrados luchando por la gloria. Sus caminos hasta este punto han sido todo menos sencillos, mostrando la resiliencia y la profundidad de ambos programas. La temporada de Notre Dame ha parecido una montaña rusa, con tropiezos tempranos que casi descarrilan sus aspiraciones. Después de un comienzo prometedor contra Texas A&M, los irlandeses sufrieron una derrota impactante ante Northern Illinois, un partido en el que entraron como grandes favoritos. Este revés redujo drásticamente sus posibilidades de playoff, ya que el programa independiente se dio cuenta de que necesitarían ganar todos sus partidos para asegurar un lugar en los playoffs. En una notable resurgencia, los irlandeses respondieron con una actuación dominante contra Purdue, anotando impresionantes 66 puntos. Luego lograron victorias contra tres equipos clasificados, incluyendo a Louisville, Navy y Army, mientras mostraban una defensa sólida que forzó 32 pérdidas de balón, la mejor marca del país. Liderados por el mariscal de campo Riley Leonard, transferido de Duke, quien se ha adaptado bien a la ofensiva centrada en el juego terrestre de Notre Dame, los irlandeses han demostrado que son un contendiente formidable capaz de levantarse de la adversidad temprana. Por otro lado, Ohio State emprendió una búsqueda decidida para recuperar su lugar en la cima del fútbol americano universitario después de una temporada anterior decepcionante. Los Buckeyes se han enfocado en mejorar su plantilla a través de iniciativas estratégicas de nombre, imagen y semejanza, atrayendo con éxito talento de élite del portal de transferencias y asegurando una clase de reclutamiento entre las cinco mejores. El equipo se ha visto fortalecido por el regreso de jugadores clave como el esquinero Denzel Burke, el corredor TreVeyon Henderson y el receptor abierto Emeka Egbuka. La temporada de los Buckeyes incluyó una estrecha derrota ante Oregon, pero se recuperaron para terminar fuerte, asegurando finalmente el puesto número 8 en los playoffs, a pesar de un récord de temporada regular de 10-2 que no reflejaba su potencial. Bajo el liderazgo del entrenador en jefe Ryan Day, quien tiene un récord notable que incluye una marca de 49-5 en la Big Ten, Ohio State ha demostrado resiliencia y determinación. El equipo ha destacado en los playoffs, derrotando a Tennessee (número 9), Oregon (número 1) y Texas (número 5) con un impresionante margen promedio de 19.7 puntos. Ambos entrenadores en jefe, Day y Marcus Freeman, comparten una conexión única con sus universidades. Day, quien alguna vez jugó bajo las órdenes de Chip Kelly antes de asumir el rol de entrenador en jefe, ha enfrentado críticas tras las derrotas de su equipo en la rivalidad contra Michigan. Mientras tanto, Freeman, un exlinebacker en Ohio State, ha aportado una nueva perspectiva desde su ascenso como coordinador defensivo. Su compromiso con Notre Dame se ha consolidado con un contrato lucrativo que refleja la confianza del programa en su visión. A medida que se acerca el campeonato, una de las narrativas más interesantes gira en torno a los mariscales de campo. La capacidad de amenaza dual de Leonard complementa el enfoque orientado al suelo de Notre Dame, mientras que Howard ha demostrado su destreza como pasador, ayudando a Ohio State a aprovechar su excepcional cuerpo de receptores. El enfrentamiento de estos mariscales de campo jugará un papel crucial en determinar el resultado de este esperado choque. Mientras los aficionados se preparan para el campeonato nacional, hay una palpable sensación de emoción en torno a este enfrentamiento histórico. Con ambos equipos superando la adversidad y mostrando un inmenso talento, el campeonato promete ser un emocionante concurso que resalta lo mejor del fútbol americano universitario. Las apuestas son altas y el trofeo espera al vencedor en lo que ya ha demostrado ser un formato de playoff revolucionario.