California enfrenta crisis gemelas: un terremoto sacude San Francisco en medio de incendios forestales catastróficos.

California está lidiando con el devastador impacto de dos desastres naturales simultáneos que han sacudido al estado hasta su núcleo esta semana. En la madrugada del viernes, un terremoto de magnitud 3.7 golpeó el área de la bahía de San Francisco, sumándose al caos ya experimentado en el sur de California debido a incendios forestales catastróficos. El terremoto se registró a las 7:02 AM PT, con su epicentro ubicado aproximadamente a cinco millas al suroeste del Puente Golden Gate y a solo dos millas al oeste de la Gran Carretera. El Servicio Geológico de EE. UU. informó que más de 5,000 residentes sintieron el temblor, un número que continúa aumentando a medida que los réplicas se sintieron en toda la región. Después del terremoto inicial, los residentes experimentaron una réplica de magnitud 2.2 apenas cuatro minutos después, seguida de otra réplica de magnitud 2.5 seis minutos después del primero. Esta actividad sísmica se produce mientras Los Ángeles enfrenta incendios forestales sin precedentes, que han cobrado la vida de al menos 10 personas y forzado a aproximadamente 180,000 residentes a evacuar sus hogares. Hasta la mañana del viernes, más de 10,000 estructuras han sido destruidas, con asombrosas 29,053 acres de tierra quemada en una de las peores temporadas de incendios que la ciudad ha enfrentado. El alcalde Daniel Lurie declaró el estado de emergencia, enfatizando la urgencia de la situación: "Ordené al gobierno de la ciudad que actuara de inmediato esta mañana, y nuestros primeros respondedores han estado en toda la ciudad asegurando la seguridad de nuestros residentes". Los incendios forestales que arrasan Los Ángeles fueron, según se informa, provocados por un pirómano, quien ha sido detenido por las autoridades. El incendio Kenneth, como se le ha nombrado, ha reducido vastas áreas de los pintorescos Pacific Palisades a nada más que escombros humeantes. Mientras tanto, los residentes de la metropolitana de Los Ángeles, hogar de alrededor de 13 millones de personas, han despertado para enfrentar otro día de fuertes vientos que amenazan con avivar aún más las llamas. Sumando a la ansiedad del estado, los científicos han advertido que California está atrasada para un terremoto significativo a lo largo de la infame falla de San Andrés. Esta característica geológica, que se extiende por más de 800 millas desde el Cabo Mendocino en el norte hasta el Mar de Salton en el sur, tiene el potencial de producir un 'Gran Terremoto', un sismo de magnitud 8.0 o superior. Tal desastre podría resultar en aproximadamente 1,800 muertes, 50,000 lesiones y un costo económico de 200 mil millones de dólares, según la Autoridad de Terremotos de California. A raíz de estos dos desafíos, tanto los residentes como los funcionarios están lidiando con el miedo y la incertidumbre. La yuxtaposición de temblores y llamas ha dejado a muchos californianos sintiéndose vulnerables y ansiosos por lo que depara el futuro. A medida que el estado enfrenta estos formidables desafíos, la resiliencia de su gente sin duda será puesta a prueba en los días venideros.