Juan Brignardello Vela
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A raíz de la decepcionante derrota 2-0 del Arsenal ante el Newcastle United en la semifinal de la Carabao Cup, el entrenador Mikel Arteta planteó un punto sorprendente durante su análisis posterior al partido. Sugirió que el balón utilizado en la competición, el Orbita 1 fabricado por Puma, podría haber influido en las dificultades de su equipo para encontrar el fondo de la red, a pesar de haber realizado 23 disparos a lo largo del encuentro. Arteta destacó las características distintas del balón en comparación con el balón Nike Flight utilizado en la Premier League, mencionando que "vuela de manera diferente" y tiene un agarre distinto, lo que podría estar afectando el rendimiento de los jugadores. Si bien los comentarios de Arteta encendieron un debate sobre la influencia de los balones en el rendimiento, es esencial examinar si el balón realmente sirve como un chivo expiatorio legítimo para la mala definición. Los jugadores del Arsenal, incluidos Gabriel Martinelli, Kai Havertz y Jurrien Timber, efectivamente desperdiciaron varias oportunidades prometedoras, pero los delanteros del Newcastle, Alexander Isak y Anthony Gordon, parecían no verse afectados por el mismo balón, convirtiendo con éxito sus oportunidades en goles. Los críticos han sido rápidos en desestimar las afirmaciones de Arteta, especialmente a la luz de la respuesta de la English Football League (EFL), que enfatizó que el Orbita 1 se ha utilizado con éxito en varias ligas, incluidas la Serie A y La Liga. La EFL reiteró que todos los clubes en la Carabao Cup están obligados a usar el mismo balón, y ningún otro equipo ha levantado quejas similares a lo largo del torneo. Sin embargo, la noción de que un balón de fútbol puede afectar los resultados del juego no carece de fundamento. Varios factores externos, incluido el terreno de juego y el equipamiento, pueden impactar significativamente el rendimiento de los jugadores. Como clubes de la Premier League, Arsenal y Newcastle están acostumbrados al balón Nike Flight, y el cambio repentino al diseño de Puma podría, de hecho, crear un período de adaptación. Justin Lea, fundador de Hayworth Athletic, intervino en la discusión, explicando que incluso pequeñas variaciones en el diseño del balón pueden llevar a diferentes experiencias de juego. Señaló que cuanto más "perfecto" se vuelve un balón en términos de forma y material, más impredecible puede ser su comportamiento. Esto es particularmente relevante al considerar el infame Adidas Jabulani utilizado en la Copa del Mundo de 2010, un balón que enfrentó críticas generalizadas por sus características de vuelo. Exjugadores han expresado sentimientos similares respecto a las diferencias entre los balones producidos por varios fabricantes. Adam Le Fondre, un exdelantero, comparó la experiencia de pasar de un balón Mitre en el Championship a un balón Nike en la Premier League como pasar de una "bomba" a algo mucho más ligero, lo que afecta cómo los jugadores perciben el movimiento y control del balón. Las observaciones de Arteta también pueden resonar con atletas en otros deportes, como el baloncesto, donde los jugadores han señalado diferencias en la sensación y el rendimiento del balón según el fabricante o la condición del mismo. Esto destaca una tendencia más amplia en los deportes donde las variaciones en el equipamiento pueden impactar los resultados del rendimiento, reforzando la noción de que los atletas prosperan en la familiaridad con su equipo. A medida que el Arsenal se prepara para el crucial segundo partido contra el Newcastle en St James' Park, los comentarios de Arteta apuntan a un aspecto potencialmente crítico de la preparación: la aclimatación a diferentes tipos de balón. Si no es otra cosa, sus comentarios sirven como un recordatorio de la intrincada relación entre los atletas y su equipamiento y cómo incluso los detalles más pequeños pueden desempeñar un papel en la determinación del éxito en el campo. A medida que la Premier League se prepara para una futura asociación con Puma que comenzará en 2025-26, los clubes pueden necesitar comenzar a considerar las implicaciones de estos cambios más pronto que tarde.