Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
A medida que se acerca la temporada navideña, muchas personas sienten anhelo por cócteles festivos que encarnen el espíritu de celebración. Desde cálidos vinos especiados hasta decadentes ponches de huevo, estas bebidas se han vuelto sinónimas de la alegría navideña. Este año, una selección de cócteles históricos está causando furor, aportando tanto nostalgia como innovación a las reuniones en todo el mundo. Una de las ofertas más destacadas es el Soyer Au Champagne, una mezcla que se cree que ha deleitado el paladar de la propia Reina Victoria. Esta intrigante combinación mezcla coñac, curaçao de naranja, licor de marrasquino y champán, todo coronado con una bola de helado. Amanda Schuster, historiadora de cócteles, lo describe como una "versión de bebida para adultos de un flotador de helado". Introducido por primera vez en el Simposio Universal de Todas las Naciones de Soyer en 1851, este cóctel ha sobrevivido a la prueba del tiempo, demostrando que algunas tradiciones festivas son, de hecho, eternas. Mientras tanto, para aquellos que buscan un poco de teatralidad, está el feuerzangenbowle, un ponche navideño alemán que lleva el arte de la coctelería a nuevas alturas deslumbrantes. Como señala Sam O’Brien, esta bebida es un espectáculo pirotécnico que presenta un cono de azúcar en llamas sobre un caldero de vino especiado. Sus orígenes se remontan a recetas de principios del siglo XX, ganando popularidad tras su representación en la película cómica de 1944 "Die Feuerzangenbowle". No es solo una bebida; es una experiencia que atrae tanto a locales como a turistas en los mercados navideños de Alemania. Para una bebida lista para fiestas que fomente la creatividad, el Moose Milk es la opción ideal. Originario de las tradiciones militares canadienses, este cóctel encarna la ingeniosidad y la calidez. Rachel Rummel lo describe como una bebida de "alta propulsión", permitiendo la improvisación con ingredientes que van desde helado y leche condensada hasta varios licores. Su versatilidad lo convierte en un favorito entre los miembros de las fuerzas armadas y los civiles, proporcionando un impulso moral durante los fríos meses de invierno. La historia estadounidense también tiene su parte de bebidas festivas. El tea punch, que fusionó tradiciones británicas y coloniales americanas, es una opción muy querida para las reuniones navideñas. Andrew Coletti destaca que este ponche evolucionó con el paladar estadounidense, a menudo presentando té verde, un alimento básico hasta la década de 1920. Jerry Thomas, una figura legendaria en la mixología, contribuyó a esta tradición con una receta clásica que enfatiza la simplicidad y el sabor. En un giro moderno a las tradiciones navideñas, Julia Georgallis está transformando los árboles de Navidad en delicias comestibles. Con su libro "Cómo comer tu árbol de Navidad", comparte recetas que utilizan cada parte del árbol, incluyendo un sencillo licor de árbol de Navidad que infunde cócteles con la fresca fragancia de los árboles perennes. Este enfoque creativo no solo minimiza el desperdicio, sino que también revitaliza las mesas navideñas con sabores únicos. Por supuesto, no se puede pasar por alto a Charles Dickens, cuyo ponche combinaba calidez y teatralidad, un reflejo de su destreza narrativa. Sam O’Brien subraya que Dickens veía el ponche como un ritual, una bebida que reunía a las personas mientras encendía la acogedora atmósfera de las celebraciones festivas. Con una potencia que requiere una cuidadosa elaboración, el ponche de Dickens sigue siendo un elemento básico de la temporada que invita a la convivialidad. Por último, el legado de la poeta y dramaturga del siglo XVII Aphra Behn continúa inspirando con su extraordinaria receta de ponche. Al infusionar brandy, jugo de limón y lácteos, su creación se transforma en un cóctel claro que deja una impresión duradera en los invitados. Como señala Diana Hubbell, esta bebida no solo deleita el paladar, sino que también sirve como un truco festivo atemporal, mostrando el arte detrás de la mixología. A medida que nos reunimos con amigos y familiares esta temporada navideña, estos cócteles históricos nos recuerdan el rico tapiz de tradiciones que acompañan nuestras celebraciones. Ya sea que optes por el espectáculo flamígero del feuerzangenbowle o el lujoso Soyer Au Champagne, cada bebida ofrece una historia única, un sabor de la historia que calienta el corazón y eleva el espíritu. Así que toma tu coctelera y levanta una copa por las muchas maneras en que podemos brindar por la alegría y la unidad en esta temporada navideña.