Victoria de Israel, ¿y de Netanyahu?

Victoria de Israel, ¿y de Netanyahu?

La brutal acción terrorista de Hamas en el sur de Israel, el 7 de octubre de 2023, hizo temer el inicio de una guerra regional en Oriente Próximo entre Jerusalé

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Guerra HACE 12 HORAS

El 7 de octubre de 2023, un ataque terrorista perpetrado por Hamás en el sur de Israel marcó un punto de inflexión en la historia contemporánea del conflicto israelí-palestino. La brutalidad del ataque desató un torrente de miedo y preocupación por una posible guerra regional que podría extenderse desde Jerusalén hasta Teherán. Sin embargo, un año después, el panorama parece haber cambiado drásticamente, y la victoria de Israel se manifiesta en varios frentes que pueden redefinir la geopolítica en Oriente Próximo.


En la Franja de Gaza, el resultado de la respuesta militar israelí ha sido devastador. La región ha sido reducida a escombros, y la población civil ha sido víctima de una crueldad sin precedentes, con decenas de miles de palestinos muertos. Esta situación ha llevado al Tribunal Penal Internacional a emitir una orden de detención contra el primer ministro Benjamin Netanyahu y el exministro de defensa Yoav Gallant por crímenes de guerra, lo que resalta la complejidad moral y legal de la victoria militar. La destrucción de Gaza plantea preguntas inquietantes sobre el costo humano de la victoria y el futuro de la población palestina.


En el Líbano, la situación tampoco es menos intensa. Israel ha llevado a cabo una serie de ataques que han debilitado significativamente a Hezbolá, una milicia chií que ha sido históricamente un adversario formidable. La eliminación de líderes de Hezbolá por parte de las fuerzas israelíes demuestra una notable capacidad de inteligencia y un uso eficaz de la tecnología militar. Sin embargo, esta victoria no solo afecta a Hezbolá, sino que también tiene implicaciones más amplias para la estabilidad del Líbano y la influencia de Irán en la región.


Los desarrollos en Siria son igualmente significativos. La caída del régimen de Bashar al Asad ha permitido al ejército israelí llevar a cabo ataques estratégicos en instalaciones militares sirias y ampliar su presencia en los Altos del Golán. Este movimiento no solo fortalece la postura militar de Israel, sino que también subraya la fragilidad del régimen de Asad y el impacto de la guerra civil siria, que ha dejado al país en un estado de caos. El Golán, un enclave estratégico, ahora representa un punto de presión sobre Damasco, lo que podría alterar aún más el equilibrio de poder en la región.


A pesar de estas victorias, la figura de Netanyahu sigue siendo controvertida y polarizadora en Israel. Aunque ha logrado capitalizar algunos de los éxitos militares, sus problemas legales no han desaparecido. El juicio por fraude, soborno y abuso de confianza ha vuelto a abrirse, lo que añade una capa de inestabilidad a su liderazgo. El documental "Expediente Netanyahu", que se puede ver en la plataforma Filmin, ofrece una mirada profunda sobre su vida y el entorno familiar en el que ha crecido, donde la corrupción parece ser una constante.


La respuesta de Netanyahu a la crisis ha incluido intentos de reformar el sistema judicial, lo que ha provocado protestas masivas en su contra. A pesar de que la Corte Suprema anuló un intento inicial de reforma, el primer ministro ha formado alianzas con elementos de la extrema derecha que podrían darle un nuevo impulso a sus esfuerzos. Esto plantea un dilema para el futuro de la democracia israelí y el Estado de derecho, que ha sido un pilar fundamental en la historia del país.


Mientras el sionismo parece haber encontrado una nueva ola de apoyo militar, la cuestión de Palestina sigue sin resolverse. Las victorias militares de Israel han dejado a los palestinos en una situación aún más precaria, sin una clara perspectiva de paz justa o un estado propio. La hegemonía israelí en Gaza, Cisjordania, Líbano y Siria se manifiesta en un contexto donde los Estados fallidos y la ausencia de un marco de paz viable continúan alimentando la inestabilidad regional.


La derrota de Irán también es un factor que no se puede pasar por alto. Teherán, que ha estado detrás del apoyo a Hamás y Hezbolá, ha visto debilitadas sus aspiraciones de convertirse en una potencia regional unificadora para aquellos que quieren hacer frente a Israel. Esta nueva realidad podría tener repercusiones en la estrategia iraní en la región y en su capacidad para influir en otros actores.


A medida que nos adentramos en 2024, la victoria israelí se presenta como una espada de doble filo. Si bien se ha consolidado la superioridad militar hebrea, la falta de un proceso de paz y la continua opresión de los palestinos podrían ser el caldo de cultivo para futuras tensiones. El futuro de Netanyahu pende de un hilo, atrapado entre su deseo de mantenerse en el poder y las crecientes presiones internas y externas que podría enfrentar.


Por lo tanto, aunque Israel ha alcanzado logros significativos en el campo de batalla, la paz duradera y una solución justa para los palestinos siguen siendo el verdadero desafío en un Oriente Próximo lleno de tensiones y contradicciones. La historia ha demostrado que las victorias militares, por más contundentes que sean, no garantizan la estabilidad a largo plazo ni la paz entre naciones. La región sigue siendo un avispero, y el verdadero camino hacia la paz aún está por descubrirse.

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