Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En el panorama en constante evolución de los deportes profesionales, la NBA se enfrenta a preocupaciones sobre la disminución de las audiencias televisivas y la proliferación de lanzamientos de tres puntos. Sin embargo, una inspección más cercana revela que estas preocupaciones pueden estar exageradas, especialmente si se considera el rendimiento reciente de la liga y los cambios en las reglas que han mejorado la experiencia de visualización. Tomemos como ejemplo el reciente partido de la NBA entre el Orlando Magic y el Miami Heat, donde el Magic protagonizó una impresionante remontada desde un déficit de 22 puntos. Este emocionante encuentro mostró no solo la habilidad de los jugadores, sino también el potencial de emoción inherente en la liga. Esta temporada se ha caracterizado por numerosos partidos de alta energía, caracterizados por un juego más fluido y menos interrupciones, un cambio iniciado después del descanso del All-Star del año pasado, cuando la NBA decidió reducir las faltas señaladas en las penetraciones hacia el aro. El resultado ha sido un producto que, argumentablemente, es más atractivo que lo que los aficionados han visto en décadas. A pesar de los esfuerzos de la liga por mejorar el espectáculo del juego, las discusiones sobre su popularidad a menudo se centran en el aumento de los intentos de tres puntos. Actualmente, el 42.4% de los tiros realizados esta temporada son desde más allá del arco, un notable aumento con respecto a años anteriores. Sin embargo, este cambio en el estilo de tiro no resta inherentemente valor a la experiencia del espectador. Muchos jugadores, como Tyler Herro de Miami y Zach LaVine, han adaptado su juego para priorizar la eficiencia, intercambiando tiros de media distancia por intentos más largos. Esta evolución no despoja al juego de su emoción; de hecho, el mayor espacio en la cancha a menudo conduce a más oportunidades para jugadas dinámicas, incluidos los mates, que siguen siendo los favoritos de los aficionados. Los críticos del estado actual del juego argumentan que la prevalencia de los tiros de tres puntos señala un declive en las jugadas de baloncesto tradicionales. Sin embargo, el número de mates por partido se ha mantenido constante, lo que sugiere que los aspectos emocionantes del juego aún están presentes. Además, la narrativa de que el juego se está volviendo monótono no toma en cuenta la naturaleza cíclica de los deportes. Como señaló el entrenador del Magic, Jamahl Mosley, el baloncesto seguirá fluyendo, abrazando nuevos estilos y estrategias que mantengan a los aficionados comprometidos. Además, aunque la NBA enfrenta un escrutinio con respecto a sus audiencias, es crucial reconocer que esta tendencia no es exclusiva del baloncesto. Las audiencias han disminuido en varios deportes, particularmente ante la competencia de la NFL, que continúa dominando la visualización. El reciente acuerdo de derechos de medios de 76 mil millones de dólares de la liga durante 11 años subraya su salud financiera, sugiriendo que las preocupaciones sobre las audiencias pueden reflejar más cambios sociales más amplios en los hábitos de visualización que cualquier deficiencia dentro de la NBA misma. Sumando a la conversación, hay un reciente cambio de regla, el llamado desafío "Whiplash", que permite a los árbitros sancionar faltas de manera retroactiva durante los desafíos de fuera de juego. Si bien está destinado a corregir errores de arbitraje pasados, esta regla ha llevado inadvertidamente a que los equipos sufran desafíos que los dejan en peores posiciones. Esta complejidad en las reglas podría alienar a algunos espectadores que prefieren un enfoque más directo, complicando aún más el diálogo sobre el estado actual de la liga. En una nota más positiva, la aparición de jóvenes talentos prometedores como Kel'el Ware significa la capacidad continua de la NBA para atraer y desarrollar jugadores hábiles capaces de tener un impacto significativo. Su reciente actuación demuestra la profundidad de talento disponible en la liga y refuerza la noción de que el futuro sigue siendo brillante. En conclusión, mientras las discusiones sobre las audiencias y el estilo de juego de la NBA continúan, la realidad es que el juego se está adaptando y evolucionando de maneras que pueden aumentar su atractivo. A medida que la liga navega por estas aguas, sigue siendo esencial que tanto los aficionados como los analistas aprecien las sutilezas del deporte en lugar de sucumbir a críticas superficiales. La NBA, como cualquier gran juego, sigue encontrando formas de entretener y sorprender, demostrando que su corazón aún late con fuerza en medio de las cambiantes mareas de la cultura deportiva.