El streaming revoluciona el entretenimiento: un acceso ilimitado a historias y emociones

El streaming revoluciona el entretenimiento: un acceso ilimitado a historias y emociones

El streaming transforma el entretenimiento, con un crecimiento global asombroso y un cambio cultural hacia la inmediatez y accesibilidad del contenido.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Deportes 23.12.2024

En la última década, la forma en que consumimos entretenimiento ha cambiado radicalmente. Hace tan solo unos años, salir de casa para alquilar una película o esperar ansiosamente a que comenzara nuestro programa favorito en un canal de televisión parecía la norma. Sin embargo, la llegada del streaming ha revolucionado esa experiencia, transformando la manera en que interactuamos con el contenido audiovisual. Hoy en día, el acceso a una vasta biblioteca de películas y series está a solo un clic de distancia, permitiendo a los usuarios disfrutar de lo que deseen, cuando lo deseen. El crecimiento del streaming ha sido asombroso. Según el McKinsey Global Institute, en 2017 había aproximadamente 320 millones de hogares en el mundo que accedían a este tipo de contenido. Para 2022, ese número se había casi duplicado, alcanzando los 670 millones, y las proyecciones para 2040 sugieren que se podría superar el umbral del mil millones. Este crecimiento no solo refleja una tendencia, sino una transformación cultural hacia la libertad de consumo que el streaming promete. A medida que más personas optan por el streaming, el impacto en la industria de los medios es palpable. Ya no es suficiente con producir contenido atractivo; ahora se trata de obtener los derechos para transmitir eventos en vivo, desde partidos de fútbol hasta premiaciones. Las plataformas están dispuestas a invertir grandes sumas de dinero para asegurar derechos exclusivos, con la intención de atraer a una audiencia cada vez más digital que busca experiencias interactivas y de calidad. Esa búsqueda de la audiencia ha vuelto a colocar a los inversores en el centro del escenario, dado que el streaming se ha convertido en una oportunidad de oro. Ante el declive de la televisión tradicional, los servicios de streaming están dispuestos a pagar cifras cada vez más elevadas por acceder a derechos deportivos y otros contenidos relevantes. Los reportes de instituciones financieras, como J. P. Morgan, indican que este fenómeno se intensificará, especialmente en el ámbito de los deportes electrónicos, donde el streaming y la competencia en línea se unen en una experiencia única. César Loli Chau, experto en audiovisuales y docente en la Universidad de Lima, afirma que la tendencia es clara: "El streaming se consolida como la gran plataforma para narrar historias". Sin embargo, la guerra por las audiencias no se libra de manera uniforme. La industria del streaming se puede dividir en cinco grupos principales. En primer lugar, están los pioneros como Netflix, que han establecido un dominio en la creación y distribución de contenido, capturando el 27% de los ingresos globales por suscripciones en 2023. El segundo segmento incluye a los gigantes del entretenimiento tradicional, como Disney y Warner Bros., que han adaptado su modelo de negocio para incluir el streaming y aprovechar sus vastas bibliotecas de contenido. Su habilidad para capitalizar marcas establecidas, como Marvel y DC, les otorga una ventaja competitiva imprescindible en esta nueva era. Las grandes tecnológicas forman el tercer grupo, utilizando el streaming como un complemento para reforzar sus ecosistemas. Empresas como Amazon y Apple han integrado sus servicios de streaming en sus plataformas más amplias, creando sinergias que atraen a más usuarios y fortalecen su oferta de productos. El cuarto grupo está compuesto por plataformas de intercambio de videos como YouTube, que permiten a los usuarios acceder a una amplia gama de contenidos, desde cortometrajes hasta documentales, generando ingresos tanto de suscripciones como de publicidad. Este modelo híbrido es fundamental para alcanzar a una audiencia masiva y diversa. Finalmente, la última categoría incluye a fabricantes de hardware y agregadores de contenido, como Samsung y Roku, que conectan a los usuarios con múltiples proveedores a través de dispositivos de streaming y televisores inteligentes. Estos actores son clave para facilitar el acceso a la creciente oferta de contenido disponible. Las cifras hablan por sí solas: los ingresos globales del streaming alcanzaron los 160,000 millones de dólares en 2022 y podrían llegar a los 510,000 millones en 2040 en un escenario conservador, según las proyecciones de McKinsey. Este crecimiento refleja no solo un cambio en el consumo de entretenimiento, sino también un aumento en el gasto promedio de los hogares en suscripciones y contenido digital. Este cambio en el consumo no es algo nuevo; ha estado en marcha desde hace años. La aparición del streaming ha brindado inmediatez y accesibilidad, permitiendo que los consumidores ya no dependan de la programación del televisor. Este nuevo paradigma ha cambiado la manera en que interactuamos con el entretenimiento visual, y su expansión parece imparable, impulsada por la innovación tecnológica y un crecimiento constante en inversiones. En resumen, el streaming se ha convertido en el nuevo epicentro del entretenimiento a nivel mundial, consolidando su lugar en un mercado cada vez más competitivo y diversificado. A medida que las plataformas continúan evolucionando y adaptándose a las demandas del público, es evidente que el futuro del entretenimiento se encuentra en un mundo de posibilidades ilimitadas.

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