Recuperación del Terremoto en Nepal: La Resiliencia Brilla en Medio de la Falta de Financiamiento y Desafíos

A raíz del devastador terremoto de magnitud 6.4 que golpeó el distrito de Jajarkot en Nepal el 3 de noviembre de 2023, la respuesta al desastre sigue evolucionando, mostrando resiliencia en medio de desafíos continuos. A partir de diciembre de 2024, la Sociedad de la Cruz Roja de Nepal (NRCS) lidera una extensa operación de ayuda, sin embargo, la falta de financiamiento sigue siendo un obstáculo significativo. La actual Solicitud de Emergencia, que tiene como objetivo recaudar 5 millones de francos suizos (CHF), está financiada solo en un 42.3%, dejando un abrumador 57.65% de brecha que pone en peligro los esfuerzos de recuperación a largo plazo para miles de personas afectadas por esta calamidad natural. El terremoto cobró la vida de 154 personas—101 en Jajarkot y 53 en el vecino Rukum Oeste—mientras que 366 resultaron heridas. Más allá del costo humano inmediato, más de 75,000 casas fueron afectadas en diez distritos, siendo la peor destrucción concentrada en Jajarkot, Rukum Oeste y Salyan. Aunque los temblores han disminuido y no se han reportado réplicas importantes desde noviembre, muchos sobrevivientes todavía se encuentran en refugios transitorios, construidos con chapas de metal ondulado y materiales recuperados, mientras esperan soluciones de vivienda permanentes. La falta de orientación clara por parte del Gobierno Federal en relación con la construcción de refugios permanentes ha agravado su situación. A pesar de estas dificultades, las comunidades locales han mostrado una resiliencia notable. Las escuelas han reanudado sus operaciones a través de centros de aprendizaje temporales, y los gobiernos locales han gestionado efectivamente los riesgos de deslizamientos de tierra durante la temporada de monzones, mitigando lo que podría haber sido una devastación aún mayor en medio del proceso de recuperación. Si bien las muertes a nivel nacional superaron las 250, los distritos afectados mostraron una respuesta encomiable a sus desafíos únicos, colaborando con las autoridades locales y provinciales. La NRCS, apoyada por la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) y múltiples organizaciones nacionales de la Cruz Roja, inició una estrategia de respuesta multifacética empleando un enfoque de "un plan" para abordar las diversas necesidades de las comunidades afectadas. A partir del 30 de noviembre de 2024, la asistencia ha llegado a más de 5,665 familias, proporcionando al menos una forma de apoyo de emergencia a 28,325 personas, incluyendo un número significativo de mujeres y niños. Los hogares particularmente vulnerables han comenzado a transitar hacia condiciones de vida más estables. Seiscientas familias han recibido subsidios en efectivo condicionados para la construcción de refugios transitorios, lo que les ha permitido edificar refugios más seguros y duraderos. La NRCS también identificó a 453 hogares adicionales que requerían apoyo para instalaciones sanitarias, proporcionándoles subsidios en efectivo para construir letrinas, un área a menudo pasada por alto en los esfuerzos de ayuda inicial. El alcance operativo no se limita a la vivienda; también se extiende a la recuperación de medios de vida. Se han distribuido subsidios en efectivo condicionados destinados a restaurar la estabilidad económica a 689 hogares, facilitando la implementación de planes de negocio que mejorarán las oportunidades de generación de ingresos y promoverán la autosuficiencia. Una iniciativa de trabajo a cambio de dinero también ha involucrado a 175 familias en proyectos de desarrollo comunitario, restaurando infraestructura vital para la vida diaria. El apoyo a la salud mental es otro componente crítico de la respuesta en curso. Más de 25,000 personas se han beneficiado de servicios de apoyo psicológico y de salud mental, abordando el costo emocional del desastre. Se han asignado recursos adicionales para mujeres y niñas adolescentes, incluyendo la distribución de kits de dignidad y lámparas solares, mejorando tanto la seguridad como la calidad de vida en condiciones de vivienda transitorias. A medida que la NRCS continúa implementando sus estrategias de recuperación, la urgencia de asegurar financiamiento adicional es primordial. La actual falta de fondos amenaza con obstaculizar el trabajo vital necesario para reconstruir vidas y comunidades tras este trágico evento. Sin un aumento en las contribuciones de socios nacionales e internacionales, la recuperación y estabilidad a largo plazo de las regiones afectadas siguen en riesgo. A medida que Nepal navega por este período desafiante, la resiliencia y solidaridad de su población, junto con un sólido apoyo de organizaciones humanitarias, serán cruciales para cambiar la situación hacia la recuperación y la reconstrucción.