Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La reciente firma de un acuerdo entre Netflix y la FIFA para la transmisión de los Mundiales Femeninos de 2027 y 2031 marca un hito significativo en la historia de los deportes y el entretenimiento. A través de este acuerdo, Netflix se sumerge aún más en el mundo del deporte, posicionándose como un jugador clave en la transmisión de eventos deportivos a gran escala. Este movimiento no solo refleja un cambio en la forma en que se consumen los deportes, sino que también pone de manifiesto el creciente interés y la inversión en el fútbol femenino a nivel global. El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha sido un defensor ferviente de la equidad en la cobertura y el valor del fútbol femenino. En un comunicado, Infantino destacó que este acuerdo con Netflix "envía un mensaje claro sobre el verdadero valor de la Copa Mundial Femenina de la FIFA y el deporte femenino global". Este tipo de afirmaciones son esenciales para motivar cambios en la percepción pública y comercial del fútbol femenino, que tradicionalmente ha enfrentado desafíos en términos de visibilidad y financiación. A pesar de que el valor económico del acuerdo no ha sido revelado, se sabe que la FIFA ha tenido dificultades para atraer ofertas significativas para la transmisión de eventos de fútbol femenino. En comparativa, el último Mundial Femenino en 2023 generó ingresos de 244 millones de dólares por derechos de transmisión, en contraste con los casi 2.900 millones de dólares obtenidos durante el Mundial Masculino de 2022. Esto subraya la disparidad en la valoración de ambos torneos y la necesidad de un cambio radical en la narrativa alrededor del fútbol femenino. El próximo Mundial femenino, que se llevará a cabo en Brasil en 2027, contará con la participación de 32 equipos y un total de 64 partidos, un formato que se espera que traduzca en mayor visibilidad y seguimiento. Sin embargo, todavía queda por decidir quién será el anfitrión del torneo de 2031, aunque Estados Unidos se perfila como un candidato fuerte. Este torneo, además, podría ampliarse a 48 selecciones, igualando el formato de la Copa Mundial Masculina, lo que podría atraer aún más atención y audiencia. La crítica de Infantino a las cadenas de televisión, especialmente en Europa, por no reconocer adecuadamente el valor de los torneos femeninos resalta la lucha constante por la equidad en la cobertura mediática. Si bien la transmisión del Mundial de 2023 fue realizada por Fox en Estados Unidos, las expectativas son que el acuerdo con Netflix impulse nuevas conversaciones con emisores europeos, lo que podría cambiar el panorama de visibilidad para el fútbol femenino en esa región. Este movimiento de Netflix también se enmarca en un contexto más amplio de la compañía, que está comenzando a adentrarse en el ámbito de los deportes en directo. Con eventos como el combate de boxeo entre Mike Tyson y Jake Paul, que atrajo la atención de más de 60 millones de hogares, y la transmisión de partidos de la NFL en Navidad, Netflix está claramente buscando diversificar su oferta y atraer a un público más amplio. La FIFA, por su parte, ha intentado establecer acuerdos con otras plataformas como Apple+, buscando un socio global exclusivo para la transmisión de eventos como el Mundial de Clubes. Sin embargo, el interés de las cadenas de televisión ha sido escaso, lo que ha llevado a la FIFA a considerar otras alternativas de streaming, como DAZN, que ha comenzado a fortalecer vínculos comerciales con Arabia Saudí. Además de las transmisiones de los mundiales, se espera que Netflix produzca series documentales exclusivas que destaquen a las mejores jugadoras del mundo, sus trayectorias y el crecimiento del fútbol femenino. Esta estrategia no solo tiene el potencial de atraer a nuevos aficionados al deporte, sino que también podría inspirar a futuras generaciones de futbolistas. En última instancia, el acuerdo entre Netflix y la FIFA es una respuesta a la creciente demanda de contenido deportivo en plataformas de streaming y una oportunidad para elevar el perfil del fútbol femenino en todo el mundo. A medida que se aproxima el Mundial de 2027 en Brasil, la expectativa es alta, tanto para los aficionados como para los involucrados en el deporte, que ven en esta colaboración una oportunidad de oro para promover la igualdad y el reconocimiento del fútbol femenino en el escenario global.