Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un giro significativo de los acontecimientos en la demanda antimonopolio de NASCAR, el juez Kenneth Bell dictó el 18 de diciembre que el equipo 23XI Racing de Michael Jordan y Front Row Motorsports podrán competir como equipos con carta de franquicia a partir de 2025. Este fallo marca un momento crucial en un caso que se ha desarrollado desde que los equipos presentaron la demanda el 2 de octubre de 2023, después de que las negociaciones prolongadas sobre el sistema de cartas de NASCAR fracasaran. La demanda se centra en las acusaciones de que NASCAR, liderada por el CEO Jim France, opera como un monopolio, sofocando efectivamente la competencia dentro del deporte. Jeffrey Kessler, el abogado que representa a los equipos, argumentó que el actual acuerdo de carta es perjudicial para su capacidad de competir de manera justa y rentable. Enfatizó que se necesita un cambio real para garantizar que los equipos puedan invertir en el deporte y crecer. Los procedimientos judiciales iniciales tuvieron lugar el 4 de noviembre, cuando los equipos buscaron una orden judicial preliminar que les permitiera firmar nuevos acuerdos de carta a pesar de la demanda en curso. El juez Whitney, que presidió el caso en ese momento, negó su solicitud, sugiriendo que era prematura y que los equipos no habían demostrado el daño irreparable necesario para justificar tal orden de emergencia. Les aconsejó volver a presentar la solicitud cuando pudieran presentar pruebas concretas de daño. Sin embargo, la narrativa cambió cuando los equipos volvieron a presentar su solicitud de orden judicial el 26 de noviembre, respaldados por nuevas pruebas, incluidas comunicaciones por correo electrónico de pilotos y patrocinadores que expresaron preocupaciones sobre la incertidumbre que rodea el futuro de los equipos sin cartas garantizadas. Las apuestas estaban aumentando, considerando que el Daytona 500, la piedra angular de la temporada de NASCAR, se acercaba rápidamente. A medida que avanzaba el caso, NASCAR contrarrestó la demanda con una moción para desestimarla, alegando que los equipos estaban descontentos con los términos de la carta, pero que la insatisfacción por sí sola no constituía una violación antimonopolio. NASCAR sostenía que los demandantes estaban intentando renegociar términos que habían rechazado previamente. La dinámica cambió nuevamente cuando el juez Whitney fue reemplazado por el juez Kenneth Bell el 11 de diciembre. El momento generó sospechas, pero no se proporcionaron más detalles por parte del tribunal. Tras este cambio, los equipos acusaron a NASCAR de obstruir sus transferencias de carta, afirmando que NASCAR había aprobado inicialmente la venta de las cartas de Stewart-Haas Racing, ahora en quiebra, pero había revertido su posición a la luz de la demanda. El 18 de diciembre, el fallo del juez Bell fue una victoria crítica para 23XI Racing y Front Row Motorsports. Su decisión no solo permitió a los equipos competir como entidades con carta de franquicia, sino que también ordenó a NASCAR completar la transferencia de las cartas de Stewart-Haas. En su fallo, el juez Bell citó la posible pérdida de pilotos clave, como Tyler Reddick, como una preocupación legítima que justificaba una acción inmediata. Lo más sorprendente fue que las conclusiones del juez indicaron que NASCAR podría tener poder de monopolio sobre las carreras de autos de turismo, una revelación que podría tener profundas implicaciones para la gobernanza del deporte. El juez Bell señaló que la Copa NASCAR es la única serie importante de carreras de autos de turismo en los Estados Unidos, afirmando que controla completamente el panorama competitivo. A medida que la demanda entra en la fase de descubrimiento, ambas partes deberán divulgar documentos y comunicaciones pertinentes. La pregunta que queda es si se puede llegar a un acuerdo antes de que comience un juicio, que podría extenderse a la temporada 2026. Con las tensiones aún altas y el futuro del sistema de cartas de NASCAR en juego, las próximas semanas y meses serán cruciales para todas las partes involucradas.