Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La intersección entre el turismo y el deporte se está transformando de manera significativa, creando una nueva era de experiencias VIP que se dirigen a aquellos que buscan un acceso exclusivo a eventos de renombre mundial. Con la llegada de propuestas innovadoras por parte de diferentes actores de la industria turística, los viajeros más adinerados ya no se conforman con alojarse en hoteles de lujo o degustar platos en restaurantes con estrella Michelin. La demanda se ha ampliado hacia experiencias que ofrezcan un acceso privilegiado a los eventos deportivos más esperados, un fenómeno que se ha vuelto cada vez más evidente en los últimos años. Recientemente, Explora Journeys ha presentado una oferta singular: una experiencia diseñada específicamente para el Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco. Esta naviera, que se especializa en cruceros de lujo, ha decidido combinar la adrenalina de la competición automovilística con la elegancia de un viaje por el océano. Achille Staiano, director comercial de la compañía, no ocultó su entusiasmo al afirmar que el Gran Premio es uno de los eventos deportivos más prestigiosos del calendario. Su propuesta no solo busca atraer a los amantes de la velocidad, sino crear recuerdos imborrables que fusionan el motor y el lujo. El fenómeno no se limita solo al automovilismo. Los eventos deportivos se han convertido en un imán para el turismo, y las ciudades que albergan estos acontecimientos están invirtiendo en crear un entorno atractivo que atraiga a visitantes de todo el mundo. Desde el tenis hasta el polo, cada disciplina ofrece oportunidades únicas para que los turistas se sumerjan en experiencias exclusivas. La industria del turismo está respondiendo a esta tendencia, ampliando su oferta para incluir paquetes que garantizan acceso a palcos, áreas VIP y otros privilegios que antes eran un sueño inalcanzable para muchos. De acuerdo con datos de ONU Turismo, el sector deportivo está en plena expansión, convirtiéndose en uno de los pilares de crecimiento más destacados de la industria. La combinación de viajes y deportes no solo beneficia a los organizadores de eventos, sino también a los destinos que buscan atraer a un público diverso. Las ciudades están adoptando estrategias creativas para ofrecer un sabor local, diferenciándose así de otros destinos y proporcionando experiencias auténticas que van más allá de lo convencional. Las oportunidades son variadas y se extienden a ello, desde entradas para las finales de grandes torneos hasta la participación en eventos exclusivos que permiten a los aficionados vivir la pasión del deporte de una manera completamente nueva. La posibilidad de estar en primera fila en un partido de Champions o en el paddock de la Fórmula 1 ya no es una fantasía reservada solo para las élites; ahora, los hoteles y cruceros de lujo están facilitando estos accesos, haciendo que la experiencia sea más accesible para aquellos dispuestos a invertir en momentos memorables. Este nuevo enfoque en el turismo deportivo está impulsando a muchos destinos a replantear sus estrategias de marketing. Las ciudades que albergan eventos deportivos de alta gama están comenzando a ver un incremento en la llegada de turistas que buscan no solo ver el evento, sino también disfrutar de la cultura y el ambiente que rodea el mismo. La experiencia se convierte en un paquete potente que atrae tanto a los aficionados como a aquellos que simplemente desean disfrutar de un viaje bien planificado. Por otro lado, aunque el enfoque en las experiencias VIP está en auge, también plantea desafíos. No todos los aficionados pueden permitirse pagar los precios de las entradas en palco o los paquetes de lujo que ofrecen los hoteles. Esto ha conducido a un debate sobre la accesibilidad del deporte y la posibilidad de que ciertos eventos se conviertan en una experiencia elitista, excluyendo a muchos de disfrutar de la magia del evento en vivo. La industria del turismo se enfrenta a un momento crucial en el que debe encontrar un equilibrio entre la exclusividad y la inclusión. Mientras continúa innovando y ofreciendo experiencias únicas, se debe prestar atención a la diversidad de los aficionados y su capacidad para disfrutar de estos eventos. La clave estará en crear opciones que abarquen un espectro más amplio, permitiendo que más personas se involucren en la celebración del deporte. En resumen, la convergencia entre la industria turística y el deporte está marcando el inicio de una nueva era de experiencias de lujo. Con eventos icónicos como el Gran Premio de Mónaco y otras competiciones de primer nivel, los viajeros están cada vez más interesados en vivir momentos que trascienden el mero entretenimiento. A medida que esta tendencia sigue creciendo, el desafío será mantener la esencia del deporte accesible para todos, mientras se ofrecen experiencias memorables a aquellos que buscan un poco más de exclusividad. La forma en que la industria maneje esta dualidad será fundamental para su evolución en los próximos años.