Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
En un enfrentamiento crucial este lunes por la noche, los Las Vegas Raiders están listos para iniciar al mariscal de campo Desmond Ridder contra los Atlanta Falcons, marcando el momento de brillar para Ridder en medio de una temporada desafiante para el equipo. Aidan O'Connell, quien ha tenido problemas con las lesiones y se ha perdido tres prácticas consecutivas, ha sido designado como inactivo, dejando a Ridder al mando de la ofensiva. Será el tercer mariscal de campo en iniciar para los Raiders esta temporada, después de Gardner Minshew II y O'Connell. El entrenador en jefe Antonio Pierce ha sido reservado al nombrar un titular, una táctica que probablemente tiene la intención de mantener a los Falcons en alerta. Con el estado incierto de O'Connell durante toda la semana, el coordinador ofensivo interino de los Raiders, Scott Turner, preparó dos planes de juego distintos: uno adaptado a O'Connell y otro para Ridder. Este enfoque dual refleja los diferentes estilos de juego de los dos mariscales de campo y subraya la profundidad estratégica del equipo mientras buscan adaptarse a cualquier cambio potencial. Ridder, quien fue seleccionado por Atlanta en 2022, tiene una narrativa única de cara a este partido, regresando para enfrentar a su antiguo equipo después de ser cambiado a los Arizona Cardinals a principios de este año. El mariscal de campo de 25 años ha jugado esporádicamente para Las Vegas, completando 28 de 44 pases para 239 yardas, con un touchdown y sin intercepciones en su breve etapa. Esta oportunidad contra los Falcons le brinda la posibilidad de mostrar sus habilidades, aunque con el recordatorio de Pierce de tratar el juego como un esfuerzo en equipo en lugar de una rivalidad personal. A pesar de la emoción en torno al inicio de Ridder, los Raiders también enfrentarán desafíos significativos en cuanto a personal. El equipo estará sin el ala defensiva de tres veces Pro Bowl, Maxx Crosby, quien se someterá a una cirugía de fin de temporada por una lesión en el tobillo, una pérdida considerable para su línea defensiva. Además, la ausencia de Charles Snowden, tras su reciente arresto bajo sospecha de DUI, complica aún más la estrategia defensiva de los Raiders. A medida que la temporada llega a su fin, los Raiders se encuentran en una encrucijada, no solo en términos de su rendimiento inmediato, sino también en lo que respecta a su estrategia a largo plazo en la posición de mariscal de campo. Con la posibilidad de tener la segunda selección en el próximo Draft de la NFL, su toma de decisiones para el futuro dependerá de las actuaciones de Ridder y otros, mientras evalúan sus opciones para la temporada baja. En última instancia, la noche del lunes no será solo una prueba para Ridder mientras se pone bajo los reflectores contra su antiguo equipo; es un momento crítico para que los Raiders reevalúen su identidad y tracen un rumbo hacia adelante en lo que ha sido una temporada tumultuosa. El resultado tendrá implicaciones que van más allá de este único juego, mientras la franquicia navega por las complejidades de la reconstrucción y redefinición de su futuro.