Carlos Martín Carrión redefine el liderazgo en Coca-Cola con enfoque humano y social

Carlos Martín Carrión, el director general de Coca-Cola Iberia, está marcando un nuevo rumbo en la compañía con un enfoque que trasciende lo meramente empresarial. Desde su llegada en mayo de 2023, Carrión ha enfatizado que el liderazgo efectivo no se mide solo por los resultados financieros, sino también por el impacto que se tiene en las personas y en la sociedad. Este planteamiento se fundamenta en su convicción de que la figura del líder debe ser entendida de manera holística, donde la autenticidad y la cercanía juegan un papel crucial. En su despacho en Madrid, Carrión comparte su filosofía de vida y trabajo. Antes de sumergirse en la jornada laboral, hace tiempo que ha adoptado el hábito de correr, una actividad que considera fundamental para su bienestar mental y físico. "Es mi momento y me permite pensar. Muchas ideas se me ocurren practicando atletismo", confiesa. Esta rutina diaria le proporciona no solo la salud necesaria para afrontar su responsabilidad, sino también lecciones de resiliencia y constancia que aplica en su gestión empresarial. Su trayectoria profesional es diversa y, a menudo, internacional. Carrión comenzó su carrera en Procter & Gamble y, tras más de 20 años en Danone, aceptó un desafío en Coca-Cola, donde se encontró en un contexto complicado debido a la pandemia. Desde el inicio de su gestión, ha enfrentado la dificultad de liderar en un entorno virtual, pero su enfoque en la gente y el desarrollo humano ha sido un faro en momentos de incertidumbre. El director general habla con claridad sobre su estilo de liderazgo, que define con tres palabras: autenticidad, cercanía y claridad. Este enfoque se traduce en la importancia que otorga a las interacciones humanas y al trabajo en equipo. "Los mercados que mejor iban eran precisamente por las personas", señala, destacando que la calidad de los equipos es esencial para lograr resultados exponenciales. Este convencimiento se refleja en la política de formación de la compañía, que otorga un fondo de 4.500 euros a cada empleado para su desarrollo profesional. Martín Carrión asegura que no siente presión por su cargo. Para él, lo más importante es hacer lo correcto y aprender de los errores. "La conciencia está muy tranquila. Si me equivoco no pasa nada, habrá que aprender y rectificar", afirma. Este enfoque permite crear un ambiente de trabajo donde la estabilidad emocional y el aprendizaje son valorados, fomentando así la innovación y el crecimiento. En el ámbito económico, Coca-Cola ha tenido un impacto significativo en España, contribuyendo con más de 6.257 millones de euros y generando 100.000 empleos en la cadena de valor. Carrión describe el mercado español como "muy interesante y peculiar", subrayando el carácter social de la cultura del país que se refleja en el consumo de bebidas. La marca tiene un gran potencial para expandir su presencia a través de la innovación y el desarrollo, enfocándose en nuevas ocasiones de consumo. La empresa no solo se preocupa por su crecimiento, también por su responsabilidad social. Tras los desastres ocasionados por la DANA en Valencia, Coca-Cola donó un millón de euros a Cruz Roja y proporcionó 62.000 botellas de agua mineral. Este gesto resalta el compromiso de la compañía con la comunidad, reafirmando la importancia de estar cerca de las personas en momentos críticos. El enfoque de Martín Carrión en la mejora continua, más que en la búsqueda de la perfección, sienta las bases para un liderazgo que busca no solo el éxito empresarial, sino también el bienestar de sus empleados y la contribución a la sociedad. "No hace falta buscar la perfección, pero sí ir mejorando", concluye el ejecutivo, encapsulando su visión de un futuro positivo y transformador para Coca-Cola en el mercado ibérico. A medida que la compañía avanza bajo su liderazgo, la integración de valores como la sostenibilidad, la inclusión y el desarrollo humano se vuelven cada vez más relevantes, posicionando a Coca-Cola no solo como un gigante en la industria de bebidas, sino también como un modelo de responsabilidad y compromiso social en un mundo que demanda un cambio significativo. La historia de Carlos Martín Carrión es, en muchos sentidos, un reflejo de cómo el liderazgo moderno puede y debe adaptarse a las necesidades contemporáneas, destacando que el éxito empresarial y el bienestar social pueden y deben ir de la mano.