Juan Brignardello Vela
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Christian Pulisic, el delantero de 26 años del AC Milan y de la selección masculina de fútbol de Estados Unidos, ha incursionado recientemente en un territorio inexplorado al permitir que las cámaras tengan un acceso sin precedentes a su vida en una nueva docuserie acertadamente llamada "Pulisic". Producida por CBS Sports y transmitida en Paramount+, la serie tiene como objetivo desentrañar las capas y revelar las complejidades del jugador alguna vez apodado "Capitán América". En el primer episodio, lanzado esta semana, Pulisic reflexiona de manera sincera sobre la percepción que se tiene de él como una figura reservada y algo aburrida, diciendo que espera que los espectadores vean a un individuo más matizado debajo de la superficie. La serie promete una narrativa rica, con apariciones de figuras icónicas como Zlatan Ibrahimovic y Jurgen Klopp, junto con comentarios de compañeros de equipo y familiares. Pero a pesar del reparto estelar, el enfoque sigue siendo el viaje de Pulisic, particularmente mientras se prepara para la próxima Copa Mundial de la FIFA 2026, que se llevará a cabo en EE. UU. La decisión de Pulisic de participar en el documental surge de un deseo de inspirar a la próxima generación de futbolistas en América. Él cree que el momento es ideal, ya que el deporte está experimentando un crecimiento sin precedentes en el país. "Espero que algunas personas puedan ver este documental y pensar, 'me identifico con él'", dijo, destacando su naturaleza introvertida y las luchas comunes que muchos enfrentan en la búsqueda de sus sueños. Uno de los temas clave del documental es el estigma que rodea a los futbolistas estadounidenses en Europa, una noción que Pulisic está ansioso por desmantelar. Expresa abiertamente su frustración con el sesgo que enfrentan los atletas americanos, argumentando que puede influir en decisiones críticas tomadas por los entrenadores. Su padre, Mark Pulisic, repite este sentimiento en la serie, cuestionando si el estigma alguna vez cambiará. "Eso me enoja", afirmó Christian, enfatizando la necesidad de reconocimiento de los talentos que los jugadores estadounidenses aportan al campo. A pesar de su renuencia a estar en el centro de atención, Pulisic ha dejado una huella indudable en el mundo del fútbol. Se convirtió en el jugador estadounidense más caro de la historia cuando fue transferido al Chelsea por 73 millones de dólares en 2019, y fue el primer estadounidense en jugar y ganar una final de la Liga de Campeones. Actualmente, en el AC Milan, está prosperando como uno de los máximos goleadores del equipo, aunque una lesión lo ha dejado temporalmente fuera de juego. En una reciente entrevista, Pulisic tocó los desafíos mentales de ser un atleta de élite, admitiendo que la presión puede ser abrumadora. Discutió su mentalidad en evolución, señalando la importancia de mantener la cabeza clara incluso en momentos de adversidad. "Es un trabajo duro", dijo, reconociendo el desgaste que la competencia constante tiene tanto en el cuerpo como en la mente. El viaje de Pulisic no ha estado exento de desafíos. Su tiempo en el Chelsea, aunque lleno de logros personales, también incluyó períodos de lucha y tiempo de juego reducido. Sin embargo, ve su traslado al AC Milan como una oportunidad de renovación y crecimiento, sintiendo una nueva confianza en sus habilidades. “Siento mucha confianza del club en muchos aspectos”, compartió. Fuera del campo, la presencia de Pulisic en las redes sociales y las ventas de su mercancía ilustran su creciente influencia. Desde que se unió al Milan, las ventas de sus camisetas se han disparado, reflejando su estatura como un ícono del fútbol global. El número promedio de usuarios estadounidenses en la aplicación del Milan también se ha duplicado, mostrando el papel de Pulisic en cerrar la brecha entre los aficionados al fútbol estadounidenses y las ligas europeas. A medida que el panorama futbolístico en Estados Unidos continúa evolucionando, las aspiraciones de Pulisic para su país se vuelven claras. Él imagina un futuro en el que los futbolistas estadounidenses tengan respeto en el escenario internacional, contribuyendo a la aceptación más amplia del fútbol como uno de los principales deportes del país. "Me encantaría poder decir que he sido una parte pequeña o grande en llevar el fútbol en América a otro nivel", afirmó. Mirando hacia la Copa Mundial de 2026, el enfoque de Pulisic es inquebrantable. Tanto él como su entrenador en el club, Mauricio Pochettino, están listos para desempeñar roles cruciales en la formación del futuro del fútbol estadounidense. A medida que el deporte crece en popularidad, la esperanza es que el viaje de Pulisic inspire no solo a los aspirantes a futbolistas, sino también a los aficionados que desean ver a EE. UU. prosperar en la arena futbolística global.