El fútbol americano de Arizona State asciende a la gloria con la victoria en el campeonato de Big 12 sobre Iowa State.

ARLINGTON, Texas -- El programa de fútbol americano de la Universidad Estatal de Arizona ha logrado una notable transformación, culminando en su victoria como campeones de la Big 12 tras un decisivo triunfo de 45-19 sobre el No. 16 Iowa State. Este triunfo marca un hito significativo para un equipo que comenzó la temporada con bajas expectativas, ya que se predecía que terminarían en la parte baja de su nueva conferencia. A medida que el reloj se agotaba el sábado, el entrenador de Arizona State, Kenny Dillingham, pudo finalmente respirar tranquilo, celebrando con sus jugadores y el personal en el AT&T Stadium. Los Sun Devils, ahora con un impresionante récord de 11-2, no solo son campeones de la Big 12, sino que también están en camino de asegurar un lugar en los playoffs del fútbol americano universitario. El Director Atlético, Graham Rossini, argumentó firmemente que el equipo merece un descanso en la primera ronda del nuevo sistema de playoffs expandido a 12 equipos, expresando su esperanza de albergar un juego de cuartos de final en Glendale, Arizona. Los jugadores ofrecieron actuaciones estelares que deleitaron tanto a los aficionados como a los críticos. El corredor Cam Skattebo se destacó, corriendo para 170 yardas y anotando tres touchdowns, mientras que el mariscal de campo Sam Leavitt lanzó para 219 yardas y tres touchdowns propios. La defensa, que inicialmente estuvo tambaleante, recuperó la compostura después del medio tiempo, forzando tres pérdidas de balón y limitando las oportunidades de anotación de Iowa State. Dillingham elogió la resiliencia de su equipo, señalando un momento crucial cuando decidieron arriesgarse en un cuarto down al inicio del juego, una decisión audaz que reflejó su confianza. Los Sun Devils inicialmente lucharon sin el receptor estrella Jordyn Tyson, pero la conexión de Leavitt con Melquan Stovall para un touchdown de 63 yardas ayudó a establecer el tono para el resto del juego. El camino hacia esta victoria en el campeonato ha estado plagado de desafíos. Los Sun Devils enfrentaron importantes contratiempos en años recientes, incluyendo una prohibición de tazón autoimpuesta y un desastroso período de dos años en el que solo ganaron tres juegos cada temporada. Sin embargo, a través de la perseverancia y un liderazgo sólido, Arizona State ha logrado una notable recuperación, sorprendiendo a muchos dentro de la comunidad del fútbol americano universitario. Dillingham ha sido fundamental en este renacimiento, creando un ambiente de camaradería y apoyo que ha resonado con los jugadores. Como señaló el safety Xavion Alford, la creencia dentro del equipo fue inquebrantable, a pesar de las bajas expectativas del mundo exterior. La conexión que Dillingham fomentó es evidente en el desempeño de los jugadores en el campo, mientras continúan desafiando las probabilidades y mostrando su crecimiento. Otra figura clave en esta transformación es Michael Crow, el presidente de la universidad, cuyas decisiones anteriores habían sido objeto de escrutinio. La eventual aceptación por parte de Crow del cambiante panorama de los deportes universitarios, particularmente en lo que respecta a las iniciativas de Nombre, Imagen y Semejanza (NIL), ha sido crucial para revivir el programa. La temporada de Arizona State ha sido una historia de victorias improbables, incluyendo triunfos sobre oponentes clasificados y rivales acérrimos. A medida que el equipo continúa ganando impulso, la narrativa de su resurgimiento se vuelve aún más convincente. Con la mirada fija en los playoffs del fútbol americano universitario y quizás incluso más, los Sun Devils se han transformado de desvalidos a campeones, demostrando que la fe, el trabajo en equipo y la resiliencia pueden llevar a logros extraordinarios. El capítulo que comenzó este otoño puede ser solo el comienzo de una historia mucho más grande.