La FA da pasos audaces para garantizar la seguridad y el bienestar en el fútbol femenino tras la tragedia.

La Asociación de Fútbol (FA) está tomando medidas significativas para mejorar la seguridad y el bienestar de las jugadoras en el fútbol femenino al introducir nuevas políticas destinadas a crear un entorno de trabajo más seguro. Esta iniciativa surge en respuesta a las crecientes preocupaciones sobre el trato a las jugadoras y la cultura más amplia dentro del deporte, particularmente tras la trágica muerte de la jugadora del Sheffield United, Maddy Cusack, en 2023. En un movimiento proactivo, la FA está iniciando un plan de consulta que involucrará a diversos interesados dentro del fútbol femenino, incluidas las propias jugadoras, para ayudar a dar forma a las políticas y directrices. Estas medidas se centrarán en fomentar relaciones saludables entre el personal del club y las jugadoras, al tiempo que abordan cuestiones relacionadas con el acoso y el bullying que han sido destacadas en las últimas temporadas. La urgencia de tales políticas ha sido subrayada por las circunstancias que rodearon la muerte de Cusack. Tras su fallecimiento, su familia alertó sobre los desafíos que enfrentó, especialmente con su entonces entrenador, Jonathan Morgan, cuya conducta ha sido objeto de escrutinio desde entonces. La FA ha iniciado una investigación para profundizar en estas preocupantes afirmaciones, que ponen de relieve la necesidad urgente de un cambio de cultura dentro del deporte. Además de la investigación sobre las trágicas circunstancias de Cusack, los esfuerzos de la FA se producen tras otros incidentes que han sacudido a la comunidad del fútbol femenino. Los despidos del entrenador de Leicester City, Willie Kirk, y su predecesor Morgan por violaciones de conducta han ilustrado aún más la necesidad crítica de directrices claras y aplicables sobre las relaciones profesionales dentro de los clubes. El compromiso de la FA de fomentar un entorno más seguro no es solo reactivo; también se basa en medidas implementadas anteriormente, como la introducción de una política de comportamiento inaceptable tras serias acusaciones de mala conducta en la Liga Nacional de Fútbol Femenino (NWSL) en 2021. El organismo rector está alentando a las jugadoras a que compartan sus experiencias personales, reforzando una cultura de apertura y responsabilidad. Para apoyar aún más a las jugadoras, la FA también está gestionando una línea de ayuda a través de Sporting Resolutions, un servicio independiente donde las jugadoras pueden informar sobre quejas sin temor a represalias. Esta iniciativa tiene como objetivo proporcionar un espacio seguro para que las jugadoras expresen sus preocupaciones y busquen asistencia. En un desarrollo relacionado, se están llevando a cabo discusiones sobre la posibilidad de extender la membresía de la Asociación de Futbolistas Profesionales (PFA) a las jugadoras del Women's Championship. La expansión de la membresía ha sido un tema de interés desde que la Women's Super League (WSL) y el Championship pasaron de la supervisión de la FA a la recién formada Women's Professional League Limited. Actualmente, la membresía de la PFA sigue siendo exclusiva para ligas totalmente profesionales, y la inclusión de jugadoras del Championship podría marcar un avance significativo en el apoyo a las atletas en todos los niveles del fútbol femenino. Si bien el fútbol femenino ha avanzado en los últimos años, la falta de un acuerdo financiero que canalice los ingresos por derechos de transmisión y comerciales generados por las jugadoras hacia los servicios del sindicato sigue siendo una brecha que necesita atención. A medida que avanzan las discusiones, hay esperanza de que se desarrolle un marco financiero estructurado para garantizar que todas las jugadoras, independientemente de su estatus en la liga, tengan acceso al apoyo y los recursos que necesitan. Los esfuerzos concertados de la FA para crear un entorno más seguro y equitativo en el fútbol femenino señalan un punto de inflexión crucial en el deporte. A medida que las jugadoras comienzan a compartir sus experiencias y el organismo rector implementa estas nuevas políticas, hay optimismo de que una cultura de respeto y seguridad arraigue, permitiendo que el fútbol femenino florezca tanto dentro como fuera del campo.