Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
El Mundial de Cadetes de Judo Lima 2024 llegó a su conclusión el pasado domingo 1 de septiembre, marcando un hito importante en la historia del judo en Perú. Durante cinco intensos días de competencia en la Videna, se coronaron 16 nuevos campeones mundiales que representarán un futuro prometedor para este deporte. La participación de alrededor de 500 judokas de 51 países convirtió este evento en una fiesta del judo, donde la técnica, la disciplina y el esfuerzo de los jóvenes atletas brillaron con luz propia. La representación rusa, que compitió bajo la bandera de la Federación Internacional de Judo (IJF), se destacó en el medallero general al obtener un total de tres medallas de oro, tres de plata y dos de bronce. Este éxito reafirma el dominio histórico de Rusia en el judo, consolidando su posición como una de las potencias más importantes en el ámbito internacional. Japón, otra de las naciones con una rica tradición en este deporte, siguió de cerca con dos medallas de oro y una de plata, mientras que Azerbaijan se llevó dos oros y dos bronces, ocupando el tercer lugar en el medallero. La organización del evento estuvo a cargo de la Federación Deportiva Peruana de Judo (FDPJ), liderada por la sensei María Martínez, quien logró cumplir con las altas expectativas que demanda una competencia de este calibre. La logística y la atención brindada a las delegaciones fueron fundamentales para asegurar el buen desenvolvimiento de los competidores y el disfrute del público asistente. Este nivel de organización es un reflejo del compromiso del Perú para seguir siendo un anfitrión de eventos deportivos de talla mundial. La presencia de 25 judokas peruanos en el campeonato representa una oportunidad invaluable para el desarrollo y crecimiento del judo en el país. A través de este roce internacional, los jóvenes atletas tuvieron la oportunidad de aprender y competir contra judokas de élite, lo que sin duda enriquecerá su experiencia y contribuirá a su consolidación en la alta competencia. Angelo Acosta, entrenador de la selección peruana, destacó que los jóvenes talentos provenientes de diversas regiones del país están demostrando un gran potencial y que la federación se compromete a apoyarlos en su camino hacia el éxito. El evento también incluyó un atractivo premio de 100 mil dólares que fue repartido entre los medallistas y sus entrenadores, incentivando aún más el rendimiento de los competidores. Esta medida no solo estimula la competencia, sino que también reconoce el esfuerzo y dedicación de quienes han trabajado arduamente para llegar a este nivel. La respuesta de los judokas ante este incentivo fue notable, reflejando la pasión y el compromiso que caracteriza a este deporte. Los campeones mundiales, tanto en la categoría femenina como masculina, demostraron un alto nivel de competencia y técnica en el tatami. Las victorias de judokas como Aiora Martin Garriche de España en la categoría -40kg y Aleksei Toptygin de la IJF en -50kg, son un claro ejemplo del talento que se está forjando en este ámbito. Cada uno de estos campeones no solo se lleva a casa una medalla, sino también la experiencia y el aprendizaje que les acompañará en su carrera deportiva. El impacto del Mundial de Lima 2024 va más allá de las medallas y los trofeos; es una plataforma que promueve el judo en el país y apoya la masificación de este deporte entre los jóvenes peruanos. La atención mediática y el interés generado por el evento sin duda inspirarán a nuevas generaciones a practicar judo y a buscar la excelencia en el deporte, creando un círculo virtuoso que beneficiará al país en el futuro. Mirando hacia adelante, la selección peruana tiene la mirada puesta en otros eventos internacionales para continuar el desarrollo de sus judokas. La estrategia del cuerpo técnico es clara: aprovechar la experiencia adquirida en el Mundial de Lima como un trampolín para futuros campeonatos, donde puedan seguir acumulando experiencia y, con suerte, más medallas. Con un enfoque en el sacrificio y el entrenamiento, el judo peruano busca consolidarse aún más en el escenario internacional. La celebración del Mundial de Cadetes de Judo Lima 2024 queda marcada como una experiencia memorable para todos los involucrados, y un punto de partida para el crecimiento del judo en Perú. La combinación de talento, dedicación y una organización de primer nivel promete un futuro brillante para este deporte en el país. La comunidad del judo espera con ansias los próximos retos y las oportunidades que vendrán, sabiendo que cada judoka que compitió en Lima está un paso más cerca de alcanzar sus sueños.