Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La reciente celebración de competencias de renombre mundial en Lima ha puesto a la capital peruana en el centro de atención internacional, al tiempo que resalta la importancia de invertir en infraestructura deportiva y urbana. La destacada participación de la selección peruana de vóley Sub 17, que terminó en la sexta posición a nivel mundial, subraya la relevancia de estos eventos, no solo en términos de resultados deportivos, sino también como catalizadores de un cambio más amplio en la percepción y el desarrollo del país. Con la llegada del Mundial de Atletismo Sub 20 y el Campeonato Mundial Junior de Natación Artística, Perú se posiciona como un referente para el desarrollo deportivo en la región. Según la entrenadora de natación artística, Maura Xavier, la realización de estos torneos es vital, ya que contribuyen a que el país gane el respeto de sus rivales y aumente su competitividad. Este incremento en la visibilidad internacional se traduce en mayores oportunidades para los atletas locales y, por ende, en un mayor interés por la práctica deportiva entre la población. La relevancia de albergar eventos de esta magnitud no puede subestimarse. La presencia de competiciones internacionales no solo estimula el interés por el deporte, sino que también crea un ambiente de orgullo nacional. La afluencia de hinchas y el respaldo de la afición son elementos que pueden motivar a los jóvenes a involucrarse en actividades deportivas, lo que a su vez contribuye al desarrollo de una cultura de deporte y ejercicio en el país. Sin embargo, no se puede ignorar que la realización de estos campeonatos también debe servir como un impulso para avanzar en las grandes obras de infraestructura que Lima necesita. La experiencia de los Juegos Panamericanos de 2019 dejó un legado en términos de instalaciones y proyectos que, si bien han sido apreciados, requieren de un mantenimiento y desarrollo continuo. Las autoridades de la capital tienen en sus manos la oportunidad de transformar el entusiasmo generado por estos eventos en acciones concretas que beneficien a la población en general. El proyecto Legado, que se ha encargado de la gestión de las instalaciones deportivas, es un paso en la dirección correcta, pero no es suficiente. La inversión en infraestructura debe extenderse a áreas como el transporte, la vivienda y el ornato, asegurando que Lima no solo sea vista como una ciudad anfitriona de eventos deportivos, sino también como un lugar donde se vive con calidad y se fomenta el bienestar de sus ciudadanos. Además, el reciente éxito de la delegación peruana en los Juegos Olímpicos, que marcó la mejor actuación del país desde 1992, ha resaltado el potencial que tiene el deporte para elevar el espíritu nacional. Este impulso debe ser aprovechado por las autoridades locales, quienes deben reconocer que el deporte es un motor de autoestima y orgullo, y que su promoción puede tener efectos positivos en la sociedad en general. En este contexto, es crucial que Lima no solo se convierta en la "Ciudad de los Mundiales", sino que también se comprometa a desarrollar un legado sostenible para el deporte. Esto implica no solo mejorar la infraestructura, sino también fomentar programas de formación y apoyo a los atletas jóvenes, asegurando que tengan las herramientas necesarias para competir en el más alto nivel. La oportunidad está clara: los eventos deportivos de nivel mundial pueden ser un acicate para el desarrollo urbano y social de Lima. Las autoridades deben tomar decisiones estratégicas que alineen las inversiones en infraestructura con las necesidades de la comunidad, creando un entorno que propicie no solo el éxito deportivo, sino también el bienestar general de la población. En conclusión, el momento es propicio para que Lima dé un paso adelante y se posicione como un verdadero referente deportivo en el continente. Al hacerlo, no solo recogerá los frutos de sus éxitos en la arena deportiva, sino que también construirá un futuro más próspero y dinámico para las generaciones venideras. La historia está siendo escrita ahora, y es responsabilidad de todos asegurarnos de que sea un capítulo de logros y avances para nuestro país.