Los defensores de la caza de zorros presionan por protecciones legales en medio de una fuerte oposición pública.

Los defensores de la caza de zorros presionan por protecciones legales en medio de una fuerte oposición pública.

Los defensores de la caza de zorros en el Reino Unido buscan un estatus protegido bajo las leyes de discriminación, a pesar de la amplia oposición pública a esta práctica.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Deportes 26.08.2024

En un movimiento audaz y controvertido, los defensores de la caza de zorros en el Reino Unido están buscando redefinir su lugar en el panorama legal al impulsar un estatus de protección bajo las leyes de discriminación del país. Esta iniciativa llega casi dos décadas después de que se prohibiera la caza de zorros con jaurías de perros en Inglaterra, una prohibición que sigue siendo profundamente polémica y cargada políticamente. La campaña está encabezada por Ed Swales, fundador de Hunting Kind, un grupo de presión establecido a principios de 2022. Swales argumenta que el marco legal actual no reconoce las creencias y tradiciones de quienes apoyan la caza. Su propuesta tiene como objetivo clasificar una postura pro-caza como una "creencia protegida" bajo la Ley de Igualdad, similar a las protecciones ya establecidas para otros puntos de vista filosóficos y éticos. Sin embargo, este movimiento se desarrolla en un contexto de sentimiento público que se opone abrumadoramente a la práctica. Según una reciente encuesta de YouGov, el 80 por ciento del público británico cree que la caza de zorros debería seguir siendo ilegal. Esta estadística contundente resalta la difícil batalla que Swales y sus seguidores enfrentan mientras intentan cambiar la percepción de la caza de una actividad controvertida a un asunto de creencia personal que merece protección legal. Swales sostiene que la legislación no se trata solo de caza, sino del derecho fundamental a tener y expresar creencias diferentes en una sociedad que se enorgullece de ser inclusiva. Declaró de manera contundente: "Si él es 'anti-caza', bueno, tú puedes ser 'pro-caza'. Es simplemente la misma ley". Este argumento resuena en una conversación más amplia sobre la naturaleza de los sistemas de creencias y si las actividades que involucran el bienestar animal deberían estar protegidas bajo el mismo paraguas que otras convicciones profundamente arraigadas. La propuesta ha suscitado un debate significativo entre los legisladores, activistas por los derechos de los animales y el público en general. Los opositores a la caza argumentan que ninguna cantidad de reclasificación legal puede cambiar las implicaciones éticas de las prácticas de caza, que han sido ampliamente criticadas por su crueldad y su impacto en las poblaciones de vida silvestre. Muchos ven el impulso por el estatus de protección como un intento de eludir el espíritu de la prohibición de 2005, que se promulgó para promover el bienestar animal y salvaguardar la vida silvestre. Los partidarios de la iniciativa de Swales probablemente enfrentarán una feroz oposición, no solo de grupos de derechos de los animales, sino también de muchos que ven la caza de zorros como un relicario anticuado de una era pasada. La resonancia emocional y cultural de la caza sigue siendo fuerte en ciertos círculos, pero para la gran mayoría, el debate se centra en los derechos de los animales y las responsabilidades de los humanos hacia ellos. A medida que se desarrolla la discusión, plantea preguntas esenciales sobre la naturaleza de la tradición en la sociedad moderna, el valor de las creencias diversas y la lucha continua entre la recreación humana y los derechos de los animales. Si la iniciativa de Swales ganará impulso o simplemente servirá para polarizar aún más a un público ya dividido, está por verse. Sin embargo, lo que está claro es que la lucha por la caza de zorros está lejos de haber terminado, y el resultado podría sentar precedentes importantes sobre cómo se abordan problemas similares en el futuro.

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