Juan Brignardello Vela
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En el marco del Mundial de Vóley Femenino Sub 17, el encuentro entre las selecciones de Perú y Japón dejó una huella imborrable en los corazones de los aficionados y los jugadores. La competencia, que ha reunido a talentos jóvenes de todo el mundo, se convirtió en un escenario para recordar y rendir homenaje a Akira Kato, un pionero y referente del voleibol en Perú. Kato, quien dedicó su vida a enseñar y promover este deporte en el país andino, fue recordado con gran cariño y respeto por ambas selecciones tras el partido. El encuentro se desarrolló en un ambiente de competitividad, donde Japón se impuso a Perú por tres sets a uno, avanzando así a las semifinales del torneo. Sin embargo, lo que realmente resonó en el evento fue el emotivo gesto realizado por las jugadoras en el centro de la cancha. Al finalizar el partido, las representantes de ambas naciones se unieron en un momento conmovedor, entonando la canción que Akira Kato solía cantar a sus pupilas. Este acto no solo simbolizó la unidad y el respeto entre dos culturas a través del deporte, sino también la trascendencia del legado de Kato. El entrenador de Japón, Daichi Saegusa, compartió sus sentimientos sobre este homenaje. "Para nosotros es algo especial, porque el profesor Akira Kato vino a enseñar voleibol al Perú, así que lo que hicieron ambos equipos fue especial", comentó. Sus palabras reflejan la idea de que el deporte va más allá de la competencia; es también una forma de honrar a aquellos que han contribuido al crecimiento de la disciplina. A medida que el torneo avanza, Perú se enfrenta a un nuevo desafío. El equipo nacional, a pesar de la decepción de no haber alcanzado las semifinales, se prepara para jugar contra Turquía en busca del quinto puesto. Este partido se convierte en una oportunidad no solo para demostrar el talento del vóley peruano, sino también para cerrar su participación en el torneo con una nota positiva. Mientras tanto, Japón se enfoca en su próximo encuentro contra Italia, buscando un lugar en la gran final. La selección japonesa ha mostrado un gran nivel de juego durante todo el torneo, y su victoria sobre Perú fue un claro reflejo de su preparación y habilidad en la cancha. La expectativa es alta y los aficionados estarán atentos a ver cómo se desarrolla este emocionante duelo. El homenaje a Akira Kato también resalta la importancia de fortalecer la cultura del voleibol en Perú y de seguir inspirando a las nuevas generaciones. Su legado perdura no solo en las técnicas que enseñó, sino en el amor y la dedicación que transmitió a sus alumnos. Este tipo de momentos refuerzan la idea de que el deporte puede ser un medio para unir a las personas y honrar a quienes han hecho contribuciones significativas. El Mundial Sub 17 de vóley femenino ha ofrecido a los aficionados un espectáculo lleno de emoción, pero también ha sido un espacio de reflexión sobre la historia y el futuro del deporte. Cada partido es una oportunidad para aprender y crecer, y el homenaje a Kato es un recordatorio de que los valores del respeto y la camaradería son fundamentales en el deporte. En un contexto donde el rendimiento y los resultados suelen acaparar la atención, este emotivo homenaje destaca la necesidad de recordar las raíces y la historia que han dado forma al vóley en el país. Akira Kato no solo es recordado como un maestro, sino también como un puente que conectó a Perú con el mundo del voleibol. A medida que se acercan los últimos partidos del torneo, el legado de Kato se mantiene vivo en cada golpe, cada saque y cada punto disputado. Las selecciones de Perú y Japón no solo compiten por un trofeo, sino que también celebran la vida y el impacto duradero de aquellos que han pasado por la cancha, dejando una marca indeleble en el deporte.