El regreso de Buehler genera preguntas mientras los Dodgers caen ante los Brewers en una actuación frustrante.

El tan esperado regreso de Walker Buehler a los Los Angeles Dodgers llegó con una mezcla de esperanza y frustración el miércoles por la noche en el American Family Field de Milwaukee. Después de pasar casi dos meses recuperándose de una segunda cirugía de Tommy John, Buehler hizo sentir su presencia en el montículo, aunque no de la manera en que los Dodgers lo habían imaginado. A pesar de los ajustes visibles en su entrega, los problemas subyacentes que lo han atormentado a lo largo de su carrera resurgieron, lo que llevó a un resultado demasiado familiar para el as en apuros. Los Dodgers tenían altas expectativas cuando Buehler subió al montículo con una ventaja de tres carreras, pero la noche se desmoronó rápidamente. Para cuando se enfrentó a su segundo bateador, su frustración era evidente, marcada por una serie de exclamaciones mientras luchaba por encontrar su ritmo. La entrada se volvió caótica cuando Buehler llenó las bases sin registrar un out, un escenario que marcaría el tono para el resto de su salida. Al final, los Dodgers cayeron ante los Milwaukee Brewers 5-4, rompiendo una racha de cinco victorias y planteando más preguntas sobre el control y la consistencia de Buehler. El manager Dave Roberts comentó sobre el rendimiento de Buehler, afirmando: "Estuvo fuera de ritmo esta noche." De hecho, las luchas del diestro con el control han sido un tema recurrente. En su última salida, caminó a cuatro de los 18 bateadores que enfrentó, manejando múltiples conteos de tres bolas y mostrando un desorden incómodo en su mecánica. Buehler reconoció sus dificultades, explicando: "Simplemente, demasiados disparos errados... demasiadas pequeñas cosas diferentes están saliendo mal en la entrega que no estoy controlando como quiero." A pesar de un periodo de rehabilitación exhaustivo, la inconsistencia de Buehler genera preocupaciones para los Dodgers a medida que se acerca la postemporada. Con una efectividad de 5.84 en ocho aperturas antes de su última estancia en la lista de lesionados, claramente aún estaba buscando su forma. Pasó su tiempo en la lista de inactivos intentando recalibrar su enfoque, sin embargo, los problemas fundamentales seguían siendo evidentes durante su regreso. "Sigo intentando esto y aquello y esto y aquello y no he encontrado lo que realmente funciona," admitió. Los Dodgers se enfrentan a una decisión desafiante de cara al futuro. Si bien el linaje y el talento de Buehler son innegables, el equipo necesita producción, especialmente mientras buscan el éxito en octubre. Roberts insinuó la incertidumbre que rodea las futuras salidas de Buehler: "Creo que, con el historial, ciertamente merece una pista más larga. Pero, ¿qué significa eso... son tres aperturas? ¿Son cuatro o cinco aperturas? Simplemente no lo sé en este momento." La actuación de Buehler contra los Brewers fue un paquete mixto: permitió cuatro carreras (solo una limpia) mientras completó solo dos entradas y lanzó 87 lanzamientos. Los lapsos defensivos, incluyendo un error de Mookie Betts, aumentaron la presión sobre Buehler, con la defensa de los Dodgers fallando en apoyar a su abridor en problemas. A medida que los Dodgers buscan consolidar su posición en los playoffs —con su ventaja en la división reduciéndose a solo dos juegos y medio en medio de la competencia de los San Diego Padres y los Arizona Diamondbacks— la urgencia para que Buehler encuentre su ritmo aumenta. "Al final del día, hay un estándar de rendimiento aquí," reconoció Buehler, subrayando el peso de las expectativas que conlleva vestir el uniforme de los Dodgers. Con el tiempo corriendo en contra en la temporada, los Dodgers necesitan que Buehler transforme su potencial en rendimiento. Por ahora, tanto él como el equipo permanecen en una posición precaria, esperando que los ajustes que ha realizado puedan traducirse en las salidas exitosas que necesitan desesperadamente. Como señaló Buehler, las apuestas son altas cada vez que sube al montículo, y con la postemporada a la vista, la presión para rendir solo se intensifica.