Juan Brignardello Vela
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Los Houston Astros culminaron un notable viaje por carretera con una impresionante racha de ocho victorias consecutivas, que culminó en una dura barrida sobre los Tampa Bay Rays en San Petersburgo. Este exitoso tramo marca un cambio significativo para el equipo, mostrando su resiliencia y determinación incluso ante la adversidad. A lo largo de su recorrido de nueve juegos, los Astros demostraron su versatilidad, asegurando victorias de diversas maneras: tres triunfos por solo una carrera, dos por cinco o más, y un emocionante triunfo que casi los llevó a presenciar una actuación récord. Han pasado nueve temporadas desde que los Astros lograron por última vez un récord de 8-1 en un viaje por carretera, lo que subraya la importancia de su éxito actual en medio de desafíos. Los Astros comenzaron su viaje causando un revés a los Texas Rangers, seguido de una victoria decisiva contra un equipo de los Boston Red Sox en ascenso. Los Rays, en contraste, quedaron aturdidos tras su reciente venta en la fecha límite de intercambios, lo que brindó a los Astros una oportunidad perfecta para capitalizar. Su última victoria, que requirió entradas adicionales, destacó la profundidad y determinación de este equipo, incluso mientras navegan una temporada marcada por lesiones e incertidumbre. “Eso es lo que hacen los grandes equipos de béisbol”, comentó el campocorto Jeremy Peña. “Encuentran formas de ganar”. A medida que avanza la temporada, persisten las preguntas sobre si este equipo puede ser verdaderamente clasificado como grande. Sus estándares han elevado las expectativas, llevando a una cultura donde el éxito no solo se desea, sino que se espera. Con su reciente desempeño, los Astros se han colocado firmemente de nuevo en la carrera por los playoffs, ahora con una ventaja de 2.5 juegos en una división que históricamente han dominado. Notablemente, los Astros se han convertido en el equipo a vencer, ostentando la racha de victorias más larga activa en el béisbol y transformando su temporada desde un comienzo difícil. Han logrado recuperar terreno después de un déficit de 10 juegos en la división, mostrando un aura formidable que encarna el espíritu de resiliencia. Hasta ahora, los análisis sugieren que los Astros tienen un 74.6% de probabilidad de conquistar el título de la división, con solo otros dos equipos de la Liga Americana teniendo mejores probabilidades para una victoria en la Serie Mundial. El cambio comenzó a finales de abril cuando el mánager de primer año Joe Espada reunió a su equipo en dificultades con un llamado a la acción durante una serie en la Ciudad de México. Desde entonces, los Astros han tenido un récord de 58-36, desafiando las probabilidades y expectativas. Intrigantemente, han redefinido su enfoque en los juegos decididos por una carrera. Después de un comienzo desastroso, han logrado cambiar la narrativa, ganando ocho de sus últimos 12 partidos decididos por una carrera. Sin embargo, el equipo no está exento de desafíos. Jugadores clave como Alex Bregman han dado un paso adelante, finalizando el viaje por carretera con un promedio de bateo encomiable que mejoró sus métricas de rendimiento. No obstante, la ausencia de estrellas como Yordan Alvarez y José Altuve, quienes enfrentaron difíciles emparejamientos de lanzadores durante la reciente serie, ha expuesto vulnerabilidades dentro de la alineación. A pesar de estos desafíos, el cuerpo de lanzadores de los Astros ha destacado, convirtiéndose en un factor significativo en su éxito. El equipo ha limitado a sus oponentes a cuatro carreras o menos en cada juego de este viaje por carretera, un testimonio de su profundidad de lanzadores y estrategia. La capacidad del cerrador Josh Hader para conseguir outs críticos en situaciones de alta presión enfatiza aún más la efectividad de su bullpen. Mirando hacia adelante, los Astros están listos para un tramo crítico de juegos. Con una próxima serie contra un equipo de los Chicago White Sox en dificultades, tienen la oportunidad de consolidar su ventaja antes de enfrentar un desafiador recorrido de oponentes, incluidos los Red Sox y los Orioles. La presión está sobre ellos mientras buscan crear separación en la división y asegurar su posición para la postemporada. Mientras se preparan para el próximo conjunto de juegos, los Astros no solo persiguen victorias; están en una misión para consolidar su legado dentro de una franquicia conocida por sus aspiraciones al campeonato. Cada juego sirve como un ladrillo en la construcción, y con el impulso adecuado, podrían transformar este viaje por carretera en un momento definitorio de la temporada.