Juan Brignardello Vela
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A medida que los Los Angeles Dodgers continúan desafiando las expectativas, se encuentran empatados por el mejor récord en las Grandes Ligas de Béisbol con 71-49. Este logro notable se produce a pesar de una avalancha de lesiones que ha afectado al equipo a lo largo de la temporada. El manager de los Dodgers, Dave Roberts, expresó una mezcla de sorpresa y alivio, reconociendo los desafíos que ha enfrentado el equipo. "No se siente así", dijo, destacando las circunstancias inusuales que rodean este éxito. Los Dodgers han lidiado con más días perdidos por lesiones que cualquier otro equipo en la liga, lo que hace que su posición actual sea aún más impresionante. Jugadores clave han tenido dificultades para encontrar su ritmo, y el equipo ha experimentado una serie de actuaciones mediocres. De hecho, durante el último mes, parecía que reclamar el título de "mejor equipo en béisbol" era más un estiramiento que una realidad. No obstante, en una temporada caracterizada por la paridad—donde ningún equipo está en camino a 100 victorias—los Dodgers han logrado mantenerse competitivos. El gerente general Brandon Gomes señaló el equilibrio general en la liga como un factor clave. Con varios equipos, incluidos los Cleveland Guardians, Baltimore Orioles, New York Yankees y Philadelphia Phillies, compitiendo por el primer puesto, la capacidad de los Dodgers para mantener su liderazgo en la Liga Nacional Oeste es un testimonio de su resiliencia y profundidad. Un momento crucial para los Dodgers llegó con el regreso del estelar jardinero Mookie Betts. Su presencia ha sido transformadora, y el equipo comienza a parecer más como la formidable escuadra que los aficionados esperan. El lanzador Clayton Kershaw señaló: "Estamos haciendo que nuestro equipo se vea como queremos que se vea. Creo que pronto nos verán despegar." Y despegar lo hicieron, con una decisiva victoria 7-2 sobre los Milwaukee Brewers, un equipo que actualmente está en contención por los playoffs. Esta victoria marcó el quinto triunfo consecutivo de los Dodgers, consolidando su ventaja de cuatro juegos en la división. La actuación fue destacada por el lanzador novato Gavin Stone, quien aseguró su primera victoria en más de dos meses, mostrando un control mejorado que anteriormente le había eludido. Stone permitió solo una carrera en cinco entradas, y su resurgimiento es alentador para un equipo en busca de estabilidad. El aumento de potencia en el lineup de los Dodgers fue ejemplificado por Shohei Ohtani, quien conectó su 37mo jonrón, líder de la Liga Nacional, mientras que Gavin Lux demostró una forma impresionante, sumando a su serie de sólidas actuaciones desde el descanso del Juego de Estrellas. Lux ha sido un destacado, mostrando tanto confianza como un poderoso swing que ha transformado su temporada. Incluso Will Smith, quien ha tenido grandes dificultades en el plato en los últimos meses, logró liberarse de su bache con un jonrón—su primero desde el 6 de julio. Smith describió una serie de ajustes en su mecánica de swing que le permitieron encontrar el éxito en el plato una vez más. Su noche de tres hits fue una señal positiva para un jugador que ha enfrentado considerables desafíos esta temporada. La profundidad ofensiva de los Dodgers estuvo en plena exhibición, con cada jugador en el lineup llegando a base al menos una vez. El novato Andy Pages, luchando por un lugar en el roster, contribuyó con un jonrón, enriqueciendo aún más el rendimiento general del equipo. Smith lo resumió acertadamente, afirmando: "Estamos jugando buen béisbol. Solo estamos tratando de mantenerlo." A medida que los Dodgers navegan el resto de la temporada, su capacidad para superar la adversidad mientras buscan un rendimiento consistente será crucial. Con el regreso de jugadores clave y un renovado sentido de propósito, los Dodgers están preparados para hacer un empuje significativo, no solo por el título de división, sino por una carrera más profunda en los playoffs mientras buscan añadir otro capítulo a su ilustre legado.