Incertidumbre en el boxeo olímpico: el futuro en Los Ángeles 2028 en juego

El futuro del boxeo en los Juegos Olímpicos sigue siendo incierto, y la atención se centra en la decisión del Comité Olímpico Internacional (COI) sobre la inclusión de esta disciplina en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. El presidente del COI, Thomas Bach, anunció que la resolución se tomará en 2025, lo que deja a la comunidad del boxeo a la expectativa y en un estado de tensión. La situación se complica aún más tras las controversias recientes que han surgido en torno al boxeo femenino, donde se ha evidenciado un desacuerdo entre el COI y la Asociación Internacional de Boxeo (IBA). Durante los recientes Juegos Olímpicos de París 2024, el desacuerdo entre ambas organizaciones se hizo visible con el caso de las boxeadoras Imane Khelif de Argelia y Lin Yu-ting de Taiwán. La IBA las excluyó de la competencia debido a una prueba cromosómica que, según la asociación, las consideraba inelegibles. Sin embargo, el COI intercedió y permitió que ambas atletas compitieran, afirmando que son mujeres. Esta discordancia subraya las tensiones existentes entre el COI y la IBA, que han sido evidentes desde que el COI suspendió a la IBA en 2019 por cuestiones relacionadas con la gobernanza y la ética. El COI ha tomado la decisión de organizar el boxeo en los Juegos de París 2024, lo que refleja su compromiso de garantizar que la disciplina se lleve a cabo en un ambiente controlado y regulado. Sin embargo, la situación se vuelve más compleja cuando se considera el futuro del boxeo en Los Ángeles 2028. Bach ha enfatizado la necesidad de que las federaciones nacionales de boxeo trabajen para crear un nuevo organismo mundial que pueda ser reconocido por el COI para evitar que el boxeo se quede fuera de los próximos Juegos Olímpicos. En un contexto de incertidumbre, la recién formada organización World Boxing se presenta como una alternativa. Aunque actualmente cuenta con solo 37 miembros, su falta de reconocimiento por parte del COI plantea dudas sobre su viabilidad como sucesor de la IBA. Esta nueva organización, que busca establecer un camino diferente para el boxeo internacional, podría ser la clave para el futuro del deporte a nivel olímpico, pero aún enfrenta grandes retos. Desde la suspensión de la IBA, el COI ha resaltado la importancia de implementar reformas en materia de gobernanza y finanzas. Sin embargo, la renuencia de la IBA a adaptarse a estas exigencias ha llevado a la actual crisis de legitimidad. Los problemas de arbitraje y la falta de transparencia han sido puntos críticos que el COI ha señalado como inaceptables para seguir adelante con la inclusión del boxeo en el programa olímpico. El panorama para las boxeadoras también es incierto. Con la posibilidad de que el boxeo sea excluido de los Juegos Olímpicos, las atletas se encuentran en una situación precaria, ya que ven amenazada su oportunidad de competir en el escenario más grande del deporte. El COI ha intentado mediar en esta situación, pero la falta de un consenso claro entre las partes resulta preocupante para las deportistas que sueñan con representar a sus países en Los Ángeles. La decisión del COI será crucial no solo para el boxeo, sino también para el futuro de los deportes de combate en general. La incertidumbre actual plantea un dilema importante: ¿está el boxeo dispuesto a adaptarse y evolucionar para cumplir con las exigencias olímpicas, o se arriesga a perder su estatus en el programa olímpico? La respuesta a esta pregunta podría definir no solo el futuro inmediato del boxeo, sino también la dirección que tomarán otros deportes de combate. Con la fecha límite para la decisión acercándose, la presión sobre las federaciones de boxeo y la IBA se intensifica. Las oportunidades de diálogo y colaboración son esenciales si se desea encontrar una solución que beneficie a todos los involucrados. Las voces de los atletas, entrenadores y aficionados deben ser escuchadas para asegurar que el boxeo no solo sobreviva, sino que prospere en el ámbito olímpico. A medida que se aproxima el 2025, las partes deben trabajar juntas para resolver las diferencias y llegar a un acuerdo que garantice la inclusión del boxeo en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles. El tiempo se agota, y el futuro del boxeo en el escenario olímpico pende de un hilo, mientras las esperanzas de los miles de boxeadores en todo el mundo siguen en juego.