Juan Brignardello Vela
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El debut de Mariano Soso al frente de Alianza Lima se presentó como una oportunidad de revivir las esperanzas de los hinchas, quienes esperaban una transformación rápida en el rendimiento del equipo. Sin embargo, el encuentro contra ADT en el Estadio Alejandro Villanueva terminó en un decepcionante empate sin goles, dejando en evidencia que los problemas que han aquejado al conjunto blanquiazul durante la temporada aún persisten. En un partido donde la falta de claridad y contundencia fue notable, los aliancistas no lograron capitalizar las tres ocasiones claras de gol que generaron en los primeros minutos, evidenciando una vez más la ineficacia de su ataque. Desde el inicio, los momentos de ilusión se desvanecieron rápidamente. A pesar de un arranque prometedor, donde Hernán Barcos y Renzo Garcés pudieron haber abierto el marcador, el equipo fue incapaz de mantener la intensidad y la claridad necesarias para concretar esas oportunidades. El nuevo director técnico, Soso, se mostró enérgico y activo en la línea de banda, contrastando con sus predecesores, pero eso no fue suficiente para traducir esa energía en un juego más efectivo. El planteamiento táctico inicial de Soso, un 3-5-2, fue un reflejo de su intención de fortalecer el mediocampo y la defensa, pero resultó en una falta de conexión entre líneas. La ausencia de un mediocampista creativo que pudiera hilvanar las jugadas se volvió evidente, con Sebastián Rodríguez teniendo uno de sus partidos más apagados, sumando un número alarmante de pérdidas de pelota. Esta situación no solo afectó el juego colectivo, sino que también presionó a Barcos, quien tuvo que retroceder para intentar generar juego, dejando el área rival menos poblada. La falta de efectividad se volvió más notoria en el segundo tiempo, cuando a pesar de los cambios realizados por Soso, el equipo careció de claridad en los momentos decisivos. Aunque la estrategia de introducir a Matías Succar buscaba aumentar la presencia ofensiva, los destellos de peligro fueron opacados por las imprecisiones de los jugadores y la buena respuesta del portero de ADT, Pedro Díaz. Además, las transiciones defensivas dejaron mucho que desear, permitiendo a los visitantes generar contragolpes peligrosos que pudieron haber alterado el curso del partido. El resultado no solo fue un golpe para la moral de los hinchas, quienes esperaban una victoria contundente en casa, sino que también tuvo implicaciones serias en la tabla del torneo. Con la posibilidad de perder la punta del Clausura en manos de sus rivales, la presión sobre Soso y el plantel se incrementa. La situación se complica aún más al considerar que tanto Cristal como Universitario tienen encuentros en los que podrían acortar distancias, lo que deja a Alianza en una posición vulnerable. El ambiente en La Victoria se torna tenso, y la paciencia de los aficionados podría empezar a flaquear. En un torneo donde la lucha por el título se intensifica cada semana, no hay margen para errores. Soso necesita implementar cambios significativos y rápidos si desea revertir la percepción negativa que se ha instalado en el club tras este empate. La próxima semana se avecina un partido clave contra Cristal, donde una victoria podría no solo revitalizar las esperanzas de los hinchas, sino también establecer una base sólida para el resto de la temporada. Esta situación no es nueva para Alianza, pues el equipo ha tenido que enfrentar críticas por su inconsistencia en el rendimiento. Las expectativas son altas, y la historia del club exige resultados. La falta de una respuesta contundente tras el cambio de dirección técnica ha puesto en tela de juicio la efectividad de la gestión actual y la capacidad de Soso para motivar y sacar lo mejor de su plantilla. A medida que se acerca la fecha clave contra Cristal, el tiempo de Soso se acorta. Necesita apelar a su experiencia y conocimiento del juego para encontrar soluciones a los problemas que han lastrado a su equipo. La afición espera no solo un cambio de técnico, sino una transformación palpable en el campo que se traduzca en resultados. A pesar del inicio incierto, la temporada aún es joven y hay oportunidades para revertir la situación. Sin embargo, Alianza Lima debe actuar con rapidez y determinación, pues el margen de error se reduce drásticamente en un torneo tan competitivo como el peruano. Con un plantel lleno de talento, la clave estará en encontrar la cohesión y la claridad necesarias para encarar los partidos que se avecinan y recuperar la confianza perdida. El tiempo dirá si Soso es capaz de encender la chispa que el equipo tanto necesita.