El Breaking irrumpe en los Juegos Olímpicos de París 2024 como nueva disciplina

El Breaking irrumpe en los Juegos Olímpicos de París 2024 como nueva disciplina

El Breaking debuta en los Juegos Olímpicos de París 2024, generando debate sobre su valía como disciplina deportiva. Su futuro es incierto.

Juan Brignardello, asesor de seguros

Juan Brignardello Vela

Juan Brignardello, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.

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Deportes 11.08.2024

Los Juegos Olímpicos de París 2024 han marcado un hito en la historia del deporte al dar la bienvenida al Breaking, una disciplina que, aunque controvertida, ha capturado la atención de millones alrededor del mundo. Este estilo de baile urbano, que muchos conocen como break dance, se ha ganado su lugar en el evento deportivo más prestigioso, desafiando nociones tradicionales sobre lo que constituye un deporte. Sin embargo, su inclusión ha generado debates sobre su legitimidad y su comparación con disciplinas más convencionales. Originado en las calles del Bronx en la década de 1970, el Breaking se enmarca dentro de la cultura hip-hop, caracterizándose por su combinación de movimientos acrobáticos y coreografía estilizada. Para muchos, el Breaking va más allá de ser un simple baile; es una forma de expresión que conecta a las personas con su entorno y su herencia cultural. A medida que esta disciplina ha evolucionado, ha encontrado un lugar en competiciones internacionales desde los años 90, lo que ha contribuido a su creciente popularidad. No obstante, a pesar de su rica historia y su desarrollo como disciplina competitiva, la inclusión del Breaking en los Juegos Olímpicos ha suscitado una serie de críticas. Muchos detractores argumentan que, aunque el Breaking requiere un alto grado de habilidad y preparación física, no puede compararse con deportes establecidos como la natación o el atletismo. Esta percepción de inferioridad ha llevado a cuestionar si el Breaking merece ser parte de una competición que tradicionalmente ha celebrado la competencia atlética. Rachel Gunn, una de las participantes australianas en este debut olímpico, se ha convertido en voz de defensa del Breaking. Con un doctorado en break dance y cultura de la danza, Gunn enfatiza que el Breaking no solo es atlético, sino que también requiere un nivel de dedicación y creatividad que es fundamental para su práctica. "Está trayendo un nuevo nivel de emoción", afirmó en una entrevista, destacando el enfoque artístico que se entrelaza con la técnica en cada batalla de Breaking. A pesar de no haber avanzado en la competencia, Gunn expresó su gratitud por la oportunidad de representar su disciplina en el escenario olímpico. Para ella, el Breaking es un medio de expresión personal y cultural, que va más allá de la mera competición. "Mis movimientos son originales, la creatividad es realmente importante para mí", dijo, subrayando que cada bailarín aporta su propio estilo y personalidad al arte del Breaking. Sin embargo, el futuro del Breaking en los Juegos Olímpicos es incierto. A pesar de su inclusión en París, no ha sido confirmado para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Esto ha generado un ambiente de incertidumbre entre los bailarines y aficionados, quienes esperan que el Breaking continúe recibiendo el reconocimiento que merece. La falta de continuidad podría ser un golpe duro para una disciplina que apenas comienza a establecerse en el ámbito olímpico. Mientras tanto, la comunidad del Breaking sigue trabajando para demostrar su valía. Los bailarines se están comprometiendo a elevar el nivel de competencia y a expandir su presencia en todo el mundo. La esperanza es que, a través de estas iniciativas, se pueda cambiar la percepción del Breaking y lograr que sea visto no solo como una forma de entretenimiento, sino como una disciplina deportiva seria. El Breaking también ha logrado atraer a un público joven, lo que podría ayudar a cimentar su lugar en el futuro. La popularidad de la cultura hip-hop y el urban dance ha aumentado en las últimas décadas, creando un ecosistema donde el Breaking puede florecer y atraer nuevos talentos. Este fenómeno podría ser crucial para su supervivencia en el contexto olímpico. A medida que nos acercamos a los Juegos Olímpicos de París 2024, el Breaking no es solo un nuevo deporte en el programa, sino un reflejo de cómo el mundo del deporte está evolucionando para incluir expresiones culturales diversas. Mientras las críticas continúan, la comunidad del Breaking se mantiene firme en su convicción de que este arte necesita ser valorado y reconocido por su contribución a la cultura deportiva global. Así, el Breaking se presenta no solo como un baile, sino como una celebración de la creatividad, la comunidad y el espíritu competitivo que integra la esencia misma de los Juegos Olímpicos.

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